17 enero 2006

Réplica a la provocación y a los insultos


     
RÉPLICA A LA PROVOCACIÓN Y A LOS INSULTOS

La provocación y los insultos que por costumbre tiene Ángel Niu de lanzarnos a todos los que somos de izquierdas, de verdad que ralla en la falta de la más básica intolerancia, y también de principios, como dice él que nosotros carecemos; y como diría el castizo: también de alimentación.  Yo no sé lo que comerá este hombre, ni tampoco si se siente estreñido cada vez que se sienta en el trono del señor “Roca”, ergo retrete, porque terminar de leer cada uno de sus artículos, le dan a uno  ganas de pegarse unos cuantos latigazos, no de vino sino de los de siete colas, en la plazoleta de las espaldas, como  acto de contrición por los pecadillos cometidos durante la semana: -Y ahora como castigo me leo a Niu y los pecados se me borrarán, sirviéndome además de suave laxante-. El insulto que hace este hombre a todo lo que huele a izquierda: “… la izquierda, como de costumbre, acomplejada por sus defectos, por la falta de principios, que dicho sea de paso, nunca han tenido”, no tiene justificación alguna.  Cuando arremete contra el Presidente de Gobierno, el señor Rodríguez Zapatero, que por cierto, se tiene que fastidiar, porque también es el suyo, llamándole el peor presidente de la historia reciente de España, siendo un completo inútil, y que se vaya a Cataluña a presumir de español, que falta hace. Algunos de los lectores de este periódico nos preguntamos si este hombre tiene la potestad de decidir quiénes deben visitar nuestra ciudad y quienes no, y más cuando dice: “… no sabemos a qué demonios viene a la ciudad; ¿a arengar a las tropas?, ¿anunciará inversiones?, ¿nos convertirá en Comunidad Autónoma?”. Dice también que no es compatible reír con Carod y besar aquí la bandera. No es ni menos infame ni más responsable.  El Presidente será bienvenido, y es de esperar que bien despachado. Y como colofón final: A presumir de español, a Cataluña. Que falta hace.  Yo digo, como es lógico, que el señor Zapatero cuando llegue a Melilla será recibido por las autoridades y se le rendirán los honores como Jefe del Ejecutivo que es, y Niu, si es que se encuentra en la ciudad, se tendrá que aguantar con la visita, lo mismo que nos aguantamos todos los españoles cuando el señor Aznar envió las tropas a Irak y que aquél apenas tomó posesión mandó su vuelta para evitar males mayores. Si esta réplica, sin deseos de ofender, sirviera para que este hombre fuera más comedido en sus artículos y dejara, de una vez por todas, las ofensas y las provocaciones a las personas que nos sentimos de izquierdas creo que ganaríamos todos, porque como dice el refrán: “Cállate y callemos, que sendos nos tenemos”.  Que más o menos quiere decir, más bien advertir, al afrentador de su prójimo, cuando éste es reo de iguales culpas.  Yo le aconsejo que intente tragarse el sapo de las Elecciones Generales; pero que lo haga salpimentado con democracia, y lo digiera tranquilamente para que sus artículos nos parezcan más amenos y objetivos. Y para terminar vuelvo a repetir por enésima vez a la gente de izquierdas de la ciudad que ya va siendo hora de que alguien de ellos le replique con los argumentos que poseen, que deben ser muchos, porque como sabrán este periódico, no solo en la ciudad se puede leer sino también en la página que tiene en Internet, teniendo todo el mundo acceso a sus escritos, y dejen sus “vergüenzas políticas”.  Los melillenses de aquende y allende el mar, nos merecemos alguna que otra alegría, y no el continuo coñazo de trastos lanzados a las testas de los contrarios políticos, porque de verdad que sentimos vergüenza ajena. Los sustos a que nos tienen acostumbrados debieran ser espaciados, y los insultos constantes los paren un poco, y en vez de coger carrerilla para lanzar otros aspiren aire oxigenado de democracia en sus pulmones, que bastante falta nos hace a todos, y como está el patio, aún más a los de la diestra mano, que no callan ni un momento, y si no pregunten a Benet que ha comparado al señor Zapatero con Pavía y con Tejero, y eso es meter la patita hasta el corvejón.  ¿Verdad que Melilla no se merece esta clase de representante?.  


                                   Juan J. Aranda
                                   Málaga enero 2006

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