09 agosto 2015

REIVINDICANDO EL CULTO A LA PATRIA EN CATALUÑA


A veces cuando leo, o escucho, que algún independentista asoma sus orejas de jumento, rebuznando y dándole coces a nuestra Historia, intentando volverla del revés como un calcetín, me viene a la memoria, el auxilio soberano de la Gloria Patria, que era lo que motivaba a nuestros Héroes poco antes de ser martirizados por el enemigo rifeño, después de que se rindieran, desarmados, heridos y enfermos. Ellos si que fueron los verdaderos apóstoles del patriotismo, los que abrazaron, con su noble sentimiento, el martirio de la Patria. Esa Patria, que los nacionalistas creen que como Francia puede llamarse Francia, e Inglaterra, Inglaterra; España, por una extraña entelequia, o porque lo dicen ellos, debe llamarse Estado Español. Claro que eso ha sido porque todos los gobiernos de turno, tras la muerte del dictador, han ido aceptando: Por desidia, porque les ha importado un carajo, porque algunos hablaban catalán en la intimidad, por las lamidas de culámenes al mangante “Yedy Yoda”, para poder gobernar, o porque no había ganas de poner firmes a toda esa panda de mamones, que maman de ese Estado Español, al que odian tanto.
Estos independentistas, politicastros de cuarto y mitad, creen que su política y su cultura, van a ser exportadas, mediante sus “chiringuitos-embajadas”, donde han colocado a sus paniaguados, a algunos países. Pero lo más curioso es que saben que Franco fue un dictador, no como Hitler y Mussolini, que quisieron exportar su puta mierda de política fascista, xenófoba y antisemita, al mundo mundial, y miren como lo dejaron todo, los muy cabrones; mientras que nuestro Generalísimo, como de andar por casa, o degustando un cafelito en el “Azor”, se limitó a machacar a sus compatriotas de forma continua y discreta, durante 40 años. Por eso la Comunidad Internacional no le dijo nada, porque solo era “cosa entre españoles”; lo mismo que dijo el embajador yanky, cuando el 23F.
Yo creo que a esta gente lo que les agrada es dominar el catalán, y hablar el castellano lo peor posible, porque ya se sabe que es el idioma españolista, el de la Guardia Civil, la que en 1934 detuvo a todos los mozos de escuadra, por orden del Gobierno de la II República Española, por declarar unilateralmente la patochada “República Catalana”, que duró menos que una pompa de jabón. También de los “sudacas-machupichus”, “moros” y “charnegos”. Fíjense la gilipollez de intentar convencer a esos sudamericanos, y algunos rifeños, inmigrantes, que aprendan catalán, para así contribuir a la independencia de su nueva patria. Pero so capullos de mierda: ¿es que ignoráis que aquéllos ya se independizaron de nuestra Patria común, hace ya varios siglos, y estos lo hicieron, después de 50 años, en 1956 del siglo pasado: ¿Otra vez queréis que se independicen?.
Para que voten también los perros, yo pondría en las papeletas del voto en Cataluña: En una figuraría una butifarra, y en otra unas castañuelas muy españolas. Creo que el perro, a pesar de ser perro, no sería tan gilipollas de tirarse para los dos trozos de madera percutora, sino al pedazo de carne embuchada: ¡No te jode!.
Yo tenía un amigo, y colega, Fernando se llamaba, que cada vez que se acercaba la Navidad, iba a los puestos de la Plaza de la Catedral, en Barcelona, y compraba el famoso “Caganet”, para el belén que montaba en su casa; y al acabar las fiestas lo guardaba para la colección, que tenía un montón en una caja de zapatos. Recuerdo que un año cogió un mosqueo de cojones, cuando le dije que el tío de la barretina calada, con el mojón a medio salir por el culo, era una manera muy rara y escatológica de adornar un belén y de expandir el cristianismo porque, mientras está cagando, muy bien puede decir: “Tu serás hijo de Dios, y no seré yo quien lo ponga en duda, pero antes de adorarte, me vas a perdonar, porque me estoy jiñando, y lo primero es lo primero, Jesusito de mi vida”. No me vea, como se puso el Fernandito. Ahora creo que en su balcón, en vez de colgar la “cuatrobarrada”, y la “estelada” -copia de la bandera de Cuba-, ha extendido una gran toalla playera con el dibujo de los Simpson, y otra con Carpanta, para hacerle honor a Matt Groening, y a José Escobar, respectivamente. La verdad es que al final, hay que referirse a Unamuno, cuando dijo que a algunos catalanes les pierde la estética, pero la mierda también les mola un montón: ¡Toma!, y a mi, y a Quevedo también; como a cualquier cachondo de mierda.
Para esta gente solo se trata, que hoy hay que ser más catalán que ayer, y menos que mañana; y el que no esté por la labor, es un españolista, españolista que está hasta los cojones de aguantar tantísimo coñazo; y es porque sabe muy bien que la UE ya les ha dicho a esta gente que ni se prueben el traje, porque no van a ir a ninguna parte.
Jean Luc Godard dijo: “No me gusta Barcelona porque está en España, pero me gusta España porque en ella se encuentra Barcelona”. Pues eso.



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