REIVINDICANDO EL CULTO A LA PATRIA EN CATALUÑA
A veces cuando leo,
o escucho, que algún independentista asoma sus orejas de jumento,
rebuznando y dándole coces a nuestra Historia, intentando volverla
del revés como un calcetín, me viene a la memoria, el auxilio
soberano de la Gloria Patria, que era lo que motivaba a nuestros
Héroes poco antes de ser martirizados por el enemigo rifeño,
después de que se rindieran, desarmados, heridos y enfermos. Ellos
si que fueron los verdaderos apóstoles del patriotismo, los que
abrazaron, con su noble sentimiento, el martirio de la Patria. Esa
Patria, que los nacionalistas creen que como Francia puede llamarse
Francia, e Inglaterra, Inglaterra; España, por una extraña
entelequia, o porque lo dicen ellos, debe llamarse Estado Español.
Claro que eso ha sido porque todos los gobiernos de turno, tras la
muerte del dictador, han ido aceptando: Por desidia, porque les ha
importado un carajo, porque algunos hablaban catalán en la
intimidad, por las lamidas de culámenes al mangante “Yedy Yoda”,
para poder gobernar, o porque no había ganas de poner firmes a toda
esa panda de mamones, que maman de ese Estado Español, al que odian
tanto.
Estos
independentistas, politicastros de cuarto y mitad, creen que su
política y su cultura, van a ser exportadas, mediante sus
“chiringuitos-embajadas”, donde han colocado a sus paniaguados, a
algunos países. Pero lo más curioso es que saben que Franco fue un
dictador, no como Hitler y Mussolini, que quisieron exportar su puta
mierda de política fascista, xenófoba y antisemita, al mundo
mundial, y miren como lo dejaron todo, los muy cabrones; mientras que
nuestro Generalísimo, como de andar por casa, o degustando un
cafelito en el “Azor”, se limitó a machacar a sus compatriotas
de forma continua y discreta, durante 40 años. Por eso la Comunidad
Internacional no le dijo nada, porque solo era “cosa entre
españoles”; lo mismo que dijo el embajador yanky, cuando el 23F.
Yo creo que a esta
gente lo que les agrada es dominar el catalán, y hablar el
castellano lo peor posible, porque ya se sabe que es el idioma
españolista, el de la Guardia Civil, la que en 1934 detuvo a todos
los mozos de escuadra, por orden del Gobierno de la II República
Española, por declarar unilateralmente la patochada “República
Catalana”, que duró menos que una pompa de jabón. También de
los “sudacas-machupichus”, “moros” y “charnegos”. Fíjense
la gilipollez de intentar convencer a esos sudamericanos, y algunos
rifeños, inmigrantes, que aprendan catalán, para así contribuir a
la independencia de su nueva patria. Pero so capullos de mierda: ¿es
que ignoráis que aquéllos ya se independizaron de nuestra Patria
común, hace ya varios siglos, y estos lo hicieron, después de 50
años, en 1956 del siglo pasado: ¿Otra vez queréis que se
independicen?.
Para que voten
también los perros, yo pondría en las papeletas del voto en
Cataluña: En una figuraría una butifarra, y en otra unas
castañuelas muy españolas. Creo que el perro, a pesar de ser perro,
no sería tan gilipollas de tirarse para los dos trozos de madera
percutora, sino al pedazo de carne embuchada: ¡No te jode!.
Yo tenía un amigo,
y colega, Fernando se llamaba, que cada vez que se acercaba la
Navidad, iba a los puestos de la Plaza de la Catedral, en Barcelona,
y compraba el famoso “Caganet”, para el belén que montaba en su
casa; y al acabar las fiestas lo guardaba para la colección, que
tenía un montón en una caja de zapatos. Recuerdo que un año cogió
un mosqueo de cojones, cuando le dije que el tío de la barretina
calada, con el mojón a medio salir por el culo, era una manera muy
rara y escatológica de adornar un belén y de expandir el
cristianismo porque, mientras está cagando, muy bien puede decir:
“Tu serás hijo de Dios, y no seré yo quien lo ponga en duda, pero
antes de adorarte, me vas a perdonar, porque me estoy jiñando, y lo
primero es lo primero, Jesusito de mi vida”. No me vea, como se
puso el Fernandito. Ahora creo que en su balcón, en vez de colgar
la “cuatrobarrada”, y la “estelada” -copia de la bandera de
Cuba-, ha extendido una gran toalla playera con el dibujo de los
Simpson, y otra con Carpanta, para hacerle honor a Matt Groening, y a
José Escobar, respectivamente. La verdad es que al final, hay que
referirse a Unamuno, cuando dijo que a algunos catalanes les pierde
la estética, pero la mierda también les mola un montón: ¡Toma!, y
a mi, y a Quevedo también; como a cualquier cachondo de mierda.
Para esta gente solo
se trata, que hoy hay que ser más catalán que ayer, y menos que
mañana; y el que no esté por la labor, es un españolista,
españolista que está hasta los cojones de aguantar tantísimo
coñazo; y es porque sabe muy bien que la UE ya les ha dicho a esta
gente que ni se prueben el traje, porque no van a ir a ninguna parte.
Jean Luc Godard
dijo: “No me gusta Barcelona porque está en España, pero me gusta
España porque en ella se encuentra Barcelona”. Pues eso.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home