SOBRE EL BILINGÜÍSMO EN MELILLA
Créanme que lo siento
muchísimo, y además lo deploro, pero no tengo más remedio que
discrepar, de lo que la portavoz de un partido de la oposición dice
sobre el hipotético bilingüísmo, que debe hacerse en las escuelas
de Melilla, debido al convenio suscrito entre la Consejería de
Bienestar Social y la Dirección Provincial de Educación. Esta
señora insistió en la necesidad de que los profesores, que den
apoyo a los escolares con problemas de castellano, tengan
conocimiento del tamazight (chelja), de forma que estos niños puedan
ser bilingües. Bueno, pues aunque alguien me haga una réplica
tachándome de lo que no soy, quiero decir que el art. 5º del
Estatuto de Autonomía de Melilla dice: “Los derechos y deberes
fundamentales de los melillenses son los establecidos en la
Constitución”, y en su apartado H: “La promoción y estímulo de
los valores de comprensión, respeto y aprecio de la pluralidad
cultural y lingüística de la población melillense”. Pienso que
cualquiera puede entender claramente que el art. 5º-H del Estatuto,
está inmerso en el art. 3º, de la Carta Magna: “El castellano y
las demás lenguas extranjeras”. También creo que mucha gente en
Melilla opina que deben ser los padres, los que enseñen el
castellano a sus hijos en sus hogares, como siempre se ha hecho, y si
aquéllos necesitan de apoyo, por ignorarlo también, pues que acudan
a clases para mayores, ya que haberlas háylas, y aprendan el
castellano, y que lo practiquen con sus vástagos. Hay que decir que
todo extranjero que llegue, como inmigrante a España, y por ende a
Melilla, debe practicar el “Iu Loci”, o sea, que como inmigrante
y asentado en la ciudad, debe hablar castellano, lo mismo que todo
inmigrante que llegue a Letonia, debe hablar el letón. También no
debemos olvidar que la escuela está para FORMAR (sic) al alumno, y
el hogar para EDUCARLO (sic), y no como mucha gente cree que solo son
los dómines en sus aulas, los que deben “desasnar” a los niños,
ya que también el papa y la mama deben utilizar la escofina, la lima
y la lija del 9´5, para pulimentar el caletre del sujeto que han
creado entre ambos por un kiki. Y como ya estamos “metidos en
harina”, y aunque algún “mascabreva ilustrado” me reproche las
opiniones que tengo al respecto, cosa que me importa lo mismo si un
gorrión vuela de un árbol a otro en esta alameda malagueña, o sea
un cojón, hay que recordarle a este partido, aunque ponga las
“Trompas de Eustaquio” en estado de letargo, ergo “sordeta”,
que el chelja es un idioma extranjero, sí señor: extranjero como el
italiano, el mandingo o el lituano. Yo entiendo que insistan en el
tema, y que quieran introducirlo con un “calzador” en un zapato
estrecho en un pie que no es de su medida, haciéndonos creer que es
como el catalán, el vascuence, el gallego, o el bable, que éstas sí
que son tan españolas como el castellano, pero el chelja, repito, es
tan marroquí como el tachelhit, tarifit, el susi o el braber.
Para el que leyere, y no
entendiere. Amén.
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