UNA PUNTUALIZACIÓN
Leo en este diario que el
23 de septiembre se va a celebrar una conferencia, en el Casino
Militar, sobre el tema de la llegada de los judíos a Melilla. Se
hará un mesa redonda, versando sobre “De vuelta a Sefarad
(España)”. También sobre su expulsión de 1492, repasando la
historia de los judíos en nuestra ciudad. Créanme que siento sana
envidia no poder asistir y escuchar, en lengua sefardí, los poemas
declamados por las poetisas, Matilde Gini de Barnatán y Viviana
Rajel Bernatán, así como oír las canciones en ladino y haketía,
el particular
dialecto
del norte de Marruecos,
que incluyen nuestras dos ciudades hermanas de Ceuta
y
Melilla,
idioma judeo-español
que
hablan los judíos sefardíes de la zona, a veces conocida como
Djudeo Spañol o Ladino
Occidental.
Yo recuerdo en los años 50 del siglo pasado a Alberto, un judío que
se ganaba la vida como lañador (latero), en el Polígono, que decía
que en su casa se hablaba el “Jaketía”. Yo aplaudo a Mem Guimel
por la idea para que la historia de la presencia judía en Melilla
pueda ser incluida en la ruta turística de la ciudad.
Y como habrán visto el
título del artículo, éste se trata de una humilde puntualización,
que deseo hacerles saber, tanto a los conferenciantes como a ustedes,
queridos lectores. Según el cartel anunciador de la Conferencia,
dice que trata de los ciento cincuenta años (150), de la presencia
de los hebreos en nuestra ciudad, y comprobado los datos que este
periódico nos está publicando por entregas de las “Efemérides
Religiosas y Sucesos Notables en la Ciudad de Melilla”, datos
recopilados durante cuarenta años por el historiógrafo José Luís
Blasco, y con mi modesta participación, debo decir que ya el 4 de
agosto de 1666, en los libros de bautismos, se puede leer: “... En
Melilla fue bautizado como Francisco Antonio, judío de ocho años de
edad, de padres judíos, esclavo del Pagador, Miguel Álvarez de
Perea”. Mi pregunta es: ¿Ese niño tenía padres residiendo en la
ciudad?; porque si ahora hace 348 años, ya había hebreos en nuestra
ciudad, creo que algún historiador con título, o sin él, debiera
dilucidar su llegada entonces, y no a mediados del siglo XIX. Debo
decir también que desde la llegada de los Capuchinos a Melilla, a
principios de 1660, dieron comienzo también los primeros bautizos de
algunos moros. En 1661, fueron bautizados cinco moros, en 1662 fueron
bautizados 14; el 23 de marzo de 1662, por Real Cédula se ordenaba:
“.... Que se entregue a Fray José de Granada una provisión de 20
sacos para vestir a los moros que quieren ser cristianos”. Entre
los años de 1663 a 1665 fueron bautizados 23 moros. Y fíjense que
el 11 de noviembre de 1666: “.... por Real Cédula se ordena que
los moros cristianizados que volviesen a su antigua religión se
deben entregar al Gobernador de la Plaza para que los tenga como
esclavos suyos....”. (Archivo Diocesano de Málaga -ADM,SH-.
Vicaria de África, caja P53 ML Documento 11).
Yo solo deseo, si es
posible, sirvan estos datos de referencia para esa Conferencia, sobre
todo por el amor por la Historia de nuestra ciudad, que solo nos
mueve el aporte modesto de nuestro servicio en favor de la Cultura.
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