28 febrero 2015

YO TAMBIÉN QUIERO QUE MOHAMED VI PIDA PERDÓN A FELIPE VI (y 8ª)

Como ahora hay gente que desea que España pida perdón por los errores que cometió hace siglos, es mi ardiente deseo, como creo que muchos de ustedes también lo quieren, proponer a ambos monarcas, Felipe VI y Mohamed VI, que fijen una fecha, para visitar las tumbas y Panteones de La Purísima, en Melilla, (España); y en la cima del Monte Abarrán, cerca de Dar Buimeyán, en el Rif, (Marruecos), coloquen una gran lápida, y un pebetero encendido las 24 horas del día, en la que se pueda leer en árabe clásico y castellano, (en chelja, que lo pongan cuando inventen su grafía), que en esos campos hubo una guerra atroz, y que esperamos que jamás vuelva a suceder. Así de sencillo. Por el gas del pebetero, no debieran echar cuenta, porque estoy seguro que las bombonas las pagaría España, como siempre ha hecho con nuestros vecinos; porque si nos remontamos a aquéllos años cuando se decía, que en el Rif, quien desfila primero es el Banco de España, a continuación la Policía y Regulares, y finalmente, los españoles. Quizás sea una ilusión, pero bueno, y qué; ¿es que no podría ser así?, y no querer obligar a nuestro monarca a que le pida perdón al vecino.
Ante todo lo expuesto, durante estos artículos, yo me hago la siguiente reflexión, por supuesto muy humilde: En el hipotético caso de que España haya cometido todo lo malo que se le acusa: ¿no ha pagado ya lo suficiente, al acoger a cientos de rifeños, durante siglos, en su mayoría en la segunda mitad del pasado siglo, (años 80), en nuestra ciudad; de los que muchos de sus hijos, nacidos en Melilla, España, son tan españoles como un servidor?. ¿Es que vamos a olvidar a todos nuestros Héroes y Mártires que están enterrados en nuestro Cementerio?, que dieron sus preciadas vidas para que en la actualidad podamos disfrutar, todos juntos, en una ciudad española, con la cultura occidental, y con un régimen democrático, distanciado a años luz de nuestros vecinos. ¿Vamos a olvidar a los enfermos rifeños (marroquíes) que son curados, y a las mujeres de la misma nacionalidad, que paren en nuestro hospital?. ¿Vamos a olvidar el art. 5º H del Estatuto de la Ciudad?. ¿Vamos a olvidar las agresiones que sufren nuestros policías en la frontera, como el de hace pocos días, en el que uno de nuestros agentes sufrió una puñalada en una mano por un cabrón indeseable?. ¿Vamos a olvidar a los “airgamboys” mierdosos, que lanzan piedras a nuestras Fuerzas de Seguridad, en Beni Enzar?. ¿Todo eso, lo vamos a olvidar, y pelillos a la mar?; y encima, que nuestro Rey le pida perdón a Mohamed VI. Bueno, pues va a ser que no, al menos por mi parte, porque yo no olvido nada de eso. Así que repito: O Mohamed VI pide perdón a Felipe VI, por las masacres que llevó a cabo su rebelde Abdelkrím, o que ambos, con toda su parafernalia y séquito, se “encajen” en el Panteón de Héroes de la Purísima, y luego marchen a todo lo alto del pelado e inhóspito Monte Abarrán, y en ambos lugares griten al unísono: “¡¡SE ACABÓ!!”. Ya sé, hombre, ya sé que es una utopía pero, joder, estaría cojonudo.
Johannes Kepler, un alemán del siglo XVI, astrónomo, físico y matemático, dijo: “La verdad es hija del tiempo, y no siento ninguna vergüenza en ser su partera”. Pues yo, como un humilde “junta-palabras”, tampoco siento bochorno alguno en sacar a la luz todo lo que mi Patria, mi País, ha hecho de bueno, durante siglos, por nuestros vecinos.



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