CALLES JACINTO RUIZ MENDOZA, NAPOLEÓN Y ADYACENTES
Como ya han leído, esta
es la sempiterna petición que le hago a las autoridades de Cultura,
en concreto a su Director General, y también a la Consejera, para
que me expliquen, cuando ellos lo tengan a bien, y sus muchas
ocupaciones se lo permitan: ¿Cuándo van a retirar el nombre de
Napoleón de la “Falda de Camellos”?. Y ya que tienen colocada
la escalera, de paso también que retiren las del Viento y Espalda al
Viento. Sobre la de la Estrella y Mesones, creo que tiene su
significado, y sería muy interesante, que la gente de Cultura pueda
explicar algún día.
Lo de retirar a Napoleón,
cualquiera que baje la escalera que cruza todas esas calles, verán
que al llegar al final, y torciendo a la derecha, se encontrarán con
la de Jacinto Ruiz Mendoza. Bueno pues rememorando un poquito
nuestra Historia, sabrán que este fue un Héroe militar, nacido en
Ceuta el 16.08.1779. Ingresó en el Rgto. Fijo con tan solo 16 años.
En 1800 ascendió a 2º Subteniente,
y un año después, destinado al Rgto. Voluntarios del Estado, en
Madrid. En marzo de 1807, es destinado a la 3ª Cía. del 2º Bon. de
ese Rgto.
El
2.05.1808, cuando estaba guardando cama por enfermedad, al oír las
descargas del ejército francés, se dirigió a su cuartel, y
siguiendo las órdenes de su coronel, sale al mando de la 3ª Cía.
para reforzar las tropas acuarteladas en el Parque de Artillería de
Monteleón; poniéndose a las órdenes del Capitán del Parque, Luís
Daoíz, y junto al capitán Pedro Velarde, permite la entrada de
paisanos al recinto para entregarles armas y disponerse a la defensa
del recinto.
Herido
en el brazo izquierdo, y después de ser curado provisionalmente,
volvió a la lucha. Más tarde recibió otro disparo que le penetró
por la espalda y le salió por el pecho. Al finalizar la acción y
retirar los cuerpos de los fallecidos, observaron que el teniente
Ruiz aún respiraba, por lo que fue trasladado al cuartel de Ancha de
San Bernardo, y posteriormente trasladado al domicilio de María
Paula Variano, para evitar que las tropas de Joaquín Murat, lo
hicieran prisionero. Allí fue atendido por el profesor del Hospital
de San Carlos, doctor José Rives, recuperándose del estado de
gravedad en el que se encontraba. Tras un paseo por el Retiro,
observó los despliegues que realizaban las tropas francesas, por lo
que tomó la decisión de abandonar Madrid, para unirse a quienes
reorganizaban la defensa de la independencia española; desoyendo los
consejos de su médico y los de sus compañeros, Francisco de Arcos,
y José de Luna, de no incorporarse a la lucha debido a su precario
estado de salud.
Ascendido
a Tte. Coronel, por el Gobierno, motivó su traslado a Badajoz, al
frente de un Rgto, de Guardias Valonas. Su estado de salud se vio
agravado por el viaje, y tuvo que detenerse en Trujillo, refugiándose
en casa de su tío, Juan Cebollino, Tte. Coronel del Rgto. Badajoz.
El día 11.03.1809,
al
comprobar que su estado de salud empeoraba, realizó testamento,
y
dos días después falleció, a la edad de 29 años. Fue enterrado el
día 14 en el cementerio de San Martín.
En
marzo de 1909, el Gobierno ordenó el traslado a Madrid, de sus
restos mortales, que se encontraban en Trujillo, dentro de una urna
de caoba, con adornos de cobre, en cuya cartela de bronce se lee: “13
marzo. Jacinto Ruiz Mendoza. 1809-1909”. Los restos llegaron por
ferrocarril a la Estación de Atocha, y allí fueron colocados en un
armón de artillería, donde le tributaron honores fúnebres que
indican las Reales Ordenanzas para el Capitán General, que muere en
una Plaza en la que tiene mando. Las llaves de la triple cerradura
quedaron en poder de las Cortes, el Ayuntamiento y el Museo de
Infantería. La inhumación de su cadáver se realizó en el
monumento erigido en su honor en la Plaza del Rey. Algunas cenizas
están repartidas también en otras dos pequeñas arcas: Una de ellas
actualmente en el Museo Militar de La Coruña,
y
la otra en Ceuta, en el Museo de La Legión.
En
Ceuta, fue inaugurado el 10.10.1892, el busto y la plaza que lleva su
nombre. Una publicación de la época, decía: “Por directa
iniciativa de nuestro celoso Ayuntamiento, presidido por D. Ricardo
Cerní González, se inaugurará en el día de hoy el magnífico
busto esculpido en mármol de Carrara”.
Ante
lo escrito, a los responsables de Cultura, les pido una pequeña
reflexión pensando, que a escasos 200 metros de la calle que lleva
el nombre de este Héroe, se encuentra la Plaza de los Capitanes
Daoíz y Velarde. Y les pregunto: ¿Es justo, que ese general, tenga
una calle en nuestra ciudad?, y además, junto a los defensores del
Cuartel de Monteleón, de Madrid.
Por
favor: Que los asesores de Historia les indiquen a estas autoridades,
quiénes fueron los que figuran en las esquinas de nuestras calles, y
a la vez hagan un ejercicio de humildad retirando esos nombres.
Cámbienlos por otros que hicieron algo fructífero por Melilla, algo
que dejó una huella cultural indeleble, como el nombre de D. Julio
Moreno, que enseñó a varias generaciones de niños, ese bello arte,
como es la música. ¿No han colocado los de unos “mindundis”,
-personas de poca categoría-, que no han hecho ¡Nada!?, qué les
cuesta retirar el de ese general y cambiarlo por el de D. Julio.
Díganme, por favor, qué trámites son los necesarios para llevarlo
a cabo, y les garantizo que muchos melillenses, residentes y no
residentes, nos pondremos en la tarea.
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