SOBRE EL BARCO “EL MELILLERO” (Publicado 24.08.2016)
Hace un rato he recibido
una llamada, muy imperiosa, de un “melillero”, (lo entrecomillo
para que no se mosquee), residente en la ciudad, muy ofendido el
hombre, porque aquí en Málaga al barco que hace la línea con
Melilla, le llaman “el Melillero”. Créanme que al principio,
cuando descolgué el teléfono, no “caía” quién podía ser,
hasta que explicándome su genealogía y trayectoria familiar, se me
encendió la luz y fue cuando al fin pude saber quién era. Lo
primero que le escuché era que se sentía muy molesto porque aquí
en Málaga, a ese barco le llaman: “Melillero”. También me dijo
que mis artículos les agradan, cosa que le agradecí de corazón.
Pero también, con un tinte de osadía me pidió, en vez de hacerlo
él, que como “desagravio”, escribiera algo al respecto. Verás
paisano, quiero decirte que antes de criticar, y molestarte, por algo
tan absurdo, debieras levantar la “visera” de nuestra ciudad que
tienes en la “chorla”, para que puedas observar, que fuera de ese
“abanico” de nuestros bien amados 12 kms. que se compone el
perímetro de Melilla, existen miles de ellos, dentro de nuestra piel
de toro, junto con las Canarias, las Baleares y nuestras islas y
peñones cercanos, anécdotas jocosas, muy cachondas, absurdas
algunas, y gilipollescas otras, que debemos pechar con ellas, nos
gusten o nos desagraden. O sea, que nos tenemos que joder, porque así
somos los españolitos de a pinrel.
Y sobre el barco “El
Melillero”, apelativo que te molesta tanto, quiero que tengas muy
en cuenta que aquí en Málaga, hablando en Román Paladino, nos lo
dicen a casi todos los que hemos nacido en Melilla. Pero te puedo
asegurar, que para nada es peyorativo, porque si lo fuera, te aseguro
que este que te escribe, ofrecería una respuesta adecuada a su
peyoración, ergo “malafollá”. Y te lo digo porque desde que
tengo los datos, y partidas de nacimientos de mis antepasados,
bisabuelos, abuelos, mi padre, (mi madre y esposa, ambas
melillenses), mis hijos y mis nietos, todos ellos fueron, y son
malagueños, portando el amor hacia la ciudad donde nos parieron
nuestros mayores. Así que permanece tranquilo, que la palabra
“melillero”, aquí en Málaga, hermana mayor de Melilla, es un
orgullo que debiéramos llevarlo a gala; al menos yo lo llevo así,
¡eh!, y con la honra y el respeto de los que me trajeron a la vida.
Claro que si a algún “melillita”, como tú, no le agrada, con
todo el respeto y el recuerdo de haber nacido, y criado, en el mismo
barrio, debo decirte que mientras permanezcas con la “visera” de
los 12 kms. encajada hasta las orejas y tapándote los zacais, lo
siento pero te tienes que joder. Ahora, te aseguro, que apenas te la
levantes un poquito cambiarás de opinión. Créeme si te digo que
todo es cuestión de “visera”.
Y si, como me has dicho,
estás de acuerdo con mis sempiternas peticiones de que retiren a
Napoleón de la Falda de Camellos, y en su lugar coloquen el nombre
de nuestro maestro de música, D. Julio Moreno, pásate a mi vera y
conviértete en otra “mosca cojonera”, dirigiéndote a la
Consejera de la “Cosa Culta”, que cobra al mes una pasta (casi
4000 eurillos de nada, dicen) por su empleo, o más bien a su Jefe,
que cobra más, y haber si entre ambos, se vienen a razones, porque
como habrás comprobado a mí, no me hacen ni puto caso. A lo mejor
como saben que soy un rojo, sin afiliación a partido alguno, que voy
por libre: no sé. Si hablas con ellos, les dices que se lean el nº
9 de los “Episodios Nacionales” de Galdós: “Juan Marín, El
Empecinado”. Tú recomiéndaselo, no te cuesta nada, son solo 240
páginas, y es fantástico, como los 45 restantes. Yo me los estoy
volviendo a leer por tercera o cuarta vez, y si te digo que cada vez
me sorprendo más, cómo es posible que nuestras autoridades en
Melilla mantengan a ese general en una calle de nuestra ciudad,
cercana a otros dos héroes del 2 de mayo, como son Daoíz y Velarde,
con plaza en el Tesorillo.
Hale paisano, recibe un
cordial saludo, y sonríe un poco, porque con la “caló” que
hace, a nuestra edad es mejor permanecer tranquilitos y sin mosqueos.
Y hártate de agua, mucha agua, aunque sea del Bombillo, que es
buenísima para la hidratación, y mea uno a boquete lleno, como el
burro de Valero, de calle Castellón.
P/D Te recuerdo que mi
nombre no es Juan José, sino Juan Jesús, porque como nací un 15 de
octubre, día de Santa Teresita de Jesús, y a mi madre le gustaba
tanto, que aquí me tienes. ¡Ah!, y no se te olvide el recado para
la Consejera y su Jefe. Claro, eso solo si tienes tiempo, ya que de
ganas me consta que estas llenito, ¿no así?. Venga, ánimo.
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