SOBRE LA CRUZ DEL CARDENAL BLAZQUEZ
El Cardenal Blazquez,
Presidente de la Conferencia Episcopal, asegura
que no hay que discriminar a los homosexuales porque “ellos y sus
familias ya llevan una buena cruz”. También que existen canales,
“y programas educativos que promueven tendencias homosexuales”.
El cambio de sexo, lo considera “poco serio”, porque es
separar “el género del sexo”, y
ha precisado que esta cuestión “no se puede resolver con una
operación quirúrgica, cuando se intenta separar el género del
sexo.
Dice que “la humanidad no se distribuye entre homosexuales y heterosexuales, se distribuye sabiamente entre varones y mujeres”; y que a veces, “en nuestros pueblos cuántos motes hemos puesto a estas personas, cuando ya llevan una buena cruz el que lo lleva, y su familia”. También ha alertado del “auténtico desplome” de los matrimonios canónicos y del incremento de divorcios, y ha criticado que la legislación española los “facilita” al permitir alcanzar el divorcio “exprés, y además la legislación parece estar facilitándolas. El divorcio se puede alcanzar civilmente, es más fácil que un contrato de arrendamiento, lo cual no es bueno, no sirve ni a la sociedad ni a la persona”.
Dice que “la humanidad no se distribuye entre homosexuales y heterosexuales, se distribuye sabiamente entre varones y mujeres”; y que a veces, “en nuestros pueblos cuántos motes hemos puesto a estas personas, cuando ya llevan una buena cruz el que lo lleva, y su familia”. También ha alertado del “auténtico desplome” de los matrimonios canónicos y del incremento de divorcios, y ha criticado que la legislación española los “facilita” al permitir alcanzar el divorcio “exprés, y además la legislación parece estar facilitándolas. El divorcio se puede alcanzar civilmente, es más fácil que un contrato de arrendamiento, lo cual no es bueno, no sirve ni a la sociedad ni a la persona”.
A
mi, la verdad, me parece muy injusto que una gran parte de la Iglesia
Católica esté constantemente arremetiendo con la libertad de la
elección sexual de las personas. Me gustaría
pasar de todos ellos, pero es tanto el daño que hacen en las mentes
de tantos inocentes, que me rebelo. No me agrada atacar a personas
como la Madre Teresa de Calcuta, porque sería una infamia, pero
siento asco de las mentes taradas e inquisitoriales, que son
verdaderamente peligrosas; y el Parlamento debiera hacer una ley
donde se castigara decir estas gilipolleces, que al fin y al cabo son
barbaridades; y más si son niños o jóvenes, los que reciben estas
consignas.
Yo creo que debieran preocuparse de los pederastas que visten
sotanas como la suya, y dejen en paz a los que son diferentes,
nacidos en cuerpos que la Naturaleza les ha dado, y que ellos
rechazan.
Yo
pienso que este cardenal debiera preocuparse de comunicar a los
españoles por qué el Concordato firmado con el Vaticano en 1953,
fue puesto al día en enero de 1979, un mes después de aprobada la
Constitución de 1978, y decir ¿quién negoció la puesta al día de
dicho Concordato?. ¿ Lo tenían todo, como dijo Franco, atado y bien
atado?. ¿ Por qué han caído en picado los matrimonios y los
bautizos en la Iglesia católica?. ¿Por qué este hombre, no se
preocupa de que sólo el 8% de lo que recibe del Estado, dan a
Cáritas, para lo social, y el 92%, para propaganda y mantener sus
televisiones y la Cope, con sueldos multimillonarios para sus
estrellas mediáticas y “periodistas deportivos"?. En esta
Carta Magna, de consenso, la Iglesia Católica, se cabreó un poco, y
nuestros Padres de la Constitución, redactaron un texto que
declaraba la aconfesionalidad del Estado, pero claro que la Iglesia
tendría una consideración especial por su relación histórica con
nuestro país. Ahí nació la asignatura de religión, (católica,
claro), los colegios concertados, y la presencia constante en todos
nuestros actos públicos.
El
artículo 16 de la Constitución garantiza la libertad de culto así
como la separación Iglesia-Estado, pero también indica que: “(...)
Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de
la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de
cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones”. O
sea que la Iglesia católica tiene firmados varios convenios con el
Estado que le garantizan estar exenta de pagar impuestos sobre la
renta, por ejemplo. Una legislación semejante permite,
mediante la actuación política (PP, UDC (catalán), PNV y el
“laisser faire” (dejar hacer, o hacerse el longuis) del PSOE, el
mantenimiento del papel preponderante de la Iglesia en la educación
(colegios privados y concertados y asignatura de religión). En un
Estado Laico todo esto, si no imposible, sí que sería mucho más
difícil.
Sobre
los divorcios, son todo perlas lo que lanza este señor, o sea: que
como una pareja se puede divorciar libremente: vamos y nos
divorciamos. Para él es mejor prohibirlo y a aguantar al capullo, o
capulla, toda la vida, excepto cuando se paga a La Rota para anular
un matrimonio de los suyos, incluso habiendo hijos. Por favor, señor
Blazquez, haga su catequesis privada entre los suyos y déjenos en
paz a los demás, ya que no tienen ningún mandato divino para
intervenir en la sociedad civil como seguís haciendo desde hace
siglos. Hace ya tiempo que tenemos sociedades laicas y
a-confesionales: respeto para las religiones pero sin intervenir
directamente en la vida civil; y vuestro respeto hacia los demás,
que creo continuáis sin saber lo que es.
Siempre
pensando en lo mismo, ¡que obsesión¡. Que se centren en misas ,
comuniones, funerales, bautizos, bodas y procesiones, pero siempre a
sus feligreses y nos dejen en paz al resto.
Señor
Blazquez, yo creo que usted tiene un grave problema sexual, porque no
es normal tanta fijación en los maricones y lesbianas. Aunque me da
la impresión, que lo que realmente le duele es que ya no pase tanta
gente por la vicaria. y deje el óbolo correspondiente. Y lo de
meterse con el divorcio, entérese de una vez que estamos en el siglo
XXI, y no en los pasados, que fueron tan negros, inmisericordes e
inquisitoriales para estas personas.
Usted
como cardenal no debe olvidar nunca, que es un sucesor de los
Apóstoles, y está obligado a imitar a éstos, sin preocuparse de
otra cosa que dar ejemplo y administrar el patrimonio espiritual
(sic). También debe reflexionar en la elevada significación de la
ropa que viste. Por ejemplo: la Púrpura, como emblema del fervoroso
amor a Dios, y la capa que simboliza la infinita caridad cristiana,
cubriendo con su amparo a todos los menesterosos. Mucha gente se
pregunta, incluido este que le escribe, por qué razón ustedes
poseen tanto dinero, siendo los sucesores de los pobrísimos
Apóstoles. Sí, ya sé que es una pamplina algo manida y utópica,
como predicar en un aula vacía, pero la gente parafrasea mucho a
Descartes con su “cogito ergo sum”, que piensan, y como tal
existen, pueden creer, y están en su derecho, de que esa cruz es
usted mismo, señor Blazquez.
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