NOSTALGIA DE UNA CAMPANA QUE YA NO TAÑE
La última vez que estuve
en Melilla, tuve la impresión de que la campana: -campanilla de
esquilón-, que está en el atrio de la puerta de entrada al
Cementerio, nadie la tocaba; cosa que me chocaba un poco, porque
casualmente pude ver en un entierro, que permanecía silenciosa, y no
como aquéllos clásicos “toques a muerto”, que yo escuchaba
siendo un chaveílla, por los cercanos eucaliptos. Hace unos días,
por curiosidad, me puse a investigar sobre el tema de los nombres de
las campanas de Melilla, y recordé ésta pequeña del Cementerio.
Pregunté a un amigo, y me confirmó lo que yo supuse: que esa
campana ha dejado de tañer. Y claro como yo soy un poco
tiquismiquis, me hago la siguiente reflexión: Si cuando la
trasladaron desde la antigua Ermita de Ntra. Sra. de la Victoria, al
Cementerio de San Carlos, en la Alcazaba, y de este al actual, La
Purísima, junto a los restos que estaban allí enterrados, estamos
hablando del año de 1531. O sea, que dicha campana, si ha tenido
ese recorrido puede tener la friolera de 483 años. Ahora que los
científicos que hay en Melilla, tomen buena nota y que consulten a
la Asociación de Campaneros de Valencia, y les proporcionen los
datos que figura en la misma; ya que con subirse a una escalerita, y
lean lo que está grabado, es suficiente para saber el nombre del
fabricante, fecha de fabricación, y también el nombre de la misma;
porque no sé si sabrán ustedes que en nuestra ciudad hay censadas
más de cincuenta campanas, junto a las de las Islas y Peñones.
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