28 febrero 2015

NOSTALGIA DE UNA CAMPANA QUE YA NO TAÑE

La última vez que estuve en Melilla, tuve la impresión de que la campana: -campanilla de esquilón-, que está en el atrio de la puerta de entrada al Cementerio, nadie la tocaba; cosa que me chocaba un poco, porque casualmente pude ver en un entierro, que permanecía silenciosa, y no como aquéllos clásicos “toques a muerto”, que yo escuchaba siendo un chaveílla, por los cercanos eucaliptos. Hace unos días, por curiosidad, me puse a investigar sobre el tema de los nombres de las campanas de Melilla, y recordé ésta pequeña del Cementerio. Pregunté a un amigo, y me confirmó lo que yo supuse: que esa campana ha dejado de tañer. Y claro como yo soy un poco tiquismiquis, me hago la siguiente reflexión: Si cuando la trasladaron desde la antigua Ermita de Ntra. Sra. de la Victoria, al Cementerio de San Carlos, en la Alcazaba, y de este al actual, La Purísima, junto a los restos que estaban allí enterrados, estamos hablando del año de 1531. O sea, que dicha campana, si ha tenido ese recorrido puede tener la friolera de 483 años. Ahora que los científicos que hay en Melilla, tomen buena nota y que consulten a la Asociación de Campaneros de Valencia, y les proporcionen los datos que figura en la misma; ya que con subirse a una escalerita, y lean lo que está grabado, es suficiente para saber el nombre del fabricante, fecha de fabricación, y también el nombre de la misma; porque no sé si sabrán ustedes que en nuestra ciudad hay censadas más de cincuenta campanas, junto a las de las Islas y Peñones.  

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