EL GENERAL CASTAÑOS Y NAPOLEÓN
Cuando nos referimos al
General Castaños, sabemos que era D.
Francisco
Javier Castaños Aragorri Urioste y Olavide,
Duque de Bailén,
nacido
en Madrid,
el 22.04.1758, y
fallecido
en la misma ciudad el 24.09.1852.
Fue un militar, y político, que sobresalió durante las Guerras
Revolucionarias Francesas, y la Guerra
de la Independencia Española.
A
los 10 años de edad, Castaños, recibió el grado de Capitán
de
Infantería, que Carlos III le concedió, en atención a los méritos
de su padre. Pasó a estudiar, como oficial de corta edad, al
Seminario de Nobles, formación que completaría después en la
Academia de Barcelona.
A
los 16 años, es destinado al Regimiento
Saboya,
en Cádiz;
comenzando así su larga vida militar. A los 24 años asciende a
Sargento Mayor (Comandante); a los 26 a Tte. Coronel,
y
a los 31 a Coronel
Graduado.
Al
ascender a coronel, le fue confiado el mando del regimiento “África”,
con el que en 1793,
prestó
sus servicios durante la llamada Guerra de la Convención, que Carlos
IV
declaró
a la Francia
Republicana,
luchando en los Pirineos Occidentales, bajo las órdenes del General
Ventura
Caro,
Jefe del Ejército de Navarra. En 1794
fue
ascendido a Brigadier,
siendo poco después herido gravemente en la cabeza en la defensa de
San Marcial, en Guipúzcoa. Restablecido, fue nombrado Mariscal de
Campo,
en
1795.
En
1802
fue
ascendido a Teniente General, por la defensa del Puerto del Ferrol
contra
los ingleses;
Lo
que le valió, por cierto, ser nombrado Alcalde Honorario de
Portugalete. Así mismo, fue nombrado para el mando de la Comandancia
del Campo de Gibraltar,
cuya sede traslada desde San Roque hasta Algeciras.
En
1808,
comenzada la Guerra de la Independencia recibe, de la Junta
Suprema de Sevilla,
presidida por Francisco
Saavedra,
el encargo de formar un Ejército en Andalucía,
siendo nombrado Capitán
General.
Tras la victoria en la Batalla de Bailén,
e
instaurada la Junta
Central Suprema y Gubernativa del Reino,
es designado para el mando del Ejército del Centro.
El
23.11.1808,
participó
en la Batalla
de Tudela,
que perdió a causa de falta de medios. Tras el desastre de la
Batalla
de Somosierra,
se produjo un motín, donde murió asesinado el 7.01.1809 el General
Benito
de San Juan,
del que milagrosamente escapó Castaños.
Estuvo
enterrado en Panteón de Hombres Ilustres de Madrid, hasta1963,
año en el que sus restos mortales fueron trasladados solemnemente a
Bailén, y depositados en la Iglesia Parroquial de la Encarnación,
con su mausoleo original. El general Castaños descansa en esta
ciudad junto a la Virgen de Zocueca, patrona de Bailén, de la que
era muy devoto y a la que donó sus condecoraciones militares en
1823.
Vista
la breve, y relevante, sinopsis de este ilustre General, con muy bien
ganada calle en nuestra ciudad, como en cualquier pueblo del país
que la hubiera, hago la siguiente pregunta a la señora Mohatar,
Consejera de Cultura, y al señor Bellver, Director de la “Misma
Cosa”, cargos que, según está “el Patio” de la crisis, y
“Montogoo”, y sus buenos salarios que perciben mensualmente, y
que por eso deben llevarlos con sus cargas, como es contestar a este
humilde escribidor, por ejemplo: ¿Cuando van a acometer la retirada
de los letreros de Napoleón, la del Viento, la Espalda al ídem, y
la Paralela al Sol?. Estas últimas a cualquiera que haga trabajar su
caletre un poquito, se preguntará, si el Viento tiene espalda, o
que nos informe en qué hora el sol está en paralelo a dicha calle.
Y a pesar de los “melillitas patrioteros”, por supuesto, que
retiren también la estatua del dictador, y las de todos los nombres
del partido que lideró J. A. Primo de Rivera, incluso la de éste,
-antigua Conde del Serrallo-, perpendicular a Isabel la Católica y
Abdelkader, -antigua ésta, de Málaga y Arturo Reyes-. ¿Para cuando
será, señores políticos?; ¿para cuándo dejaremos de oír, en la
Península, que nuestra ciudad es la única que no respeta la Ley de
la Memoria Histórica?. ¿Hasta cuando?.
Lo
repito: No me importaría que estas reivindicaciones fuesen como las
que solicitaba el traslado de la Losa de Monte Arruit al Panteón de
Héroes, que ya está instalada allí.
Bueno,
¡esta es otra!: Creo que también debieran retirar la dichosa
plaquita de la fachada de la casa donde residió Franco, porque la
autoridad que ordenó su colocación estuvo “sembrao”; más bien
por su poca gracia, creyendo que ahí acabarían las
reivindicaciones.
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