MURAT, SU “PRIMO” EL INFANTE D. ANTONIO, Y NAPOLEÓN
La frase “Hacer el
primo”, como todo el mundo sabe, se entiende como la persona
incauta, que se deja engañar muy fácilmente. El
origen de esta expresión, sin embargo, no es muy conocido. Se cree
que data de los sucesos del 2 de mayo de 1808, que en una carta, el
general francés, Joaquín Murat, con muy mala leche, dirigió al
Infante D. Antonio y a la llamada Junta de Gobierno.
Según
el protocolo de la Casa Real Española, el Rey daba el tratamiento de
“Primo” a los Grandes de España, cuando se dirigía a ellos en
cartas privadas, y en documentos oficiales. Murat, quiso seguir este
protocolo y se dirigió al incauto príncipe, y a la colaboradora
Junta, iniciando su misiva en los siguientes términos: “Señor
primo, señores miembros de la Junta....”. A
continuación seguían una larga serie de amenazas humillantes, y
terminaba su carta despidiéndose: “Mi
primo, señores de la Junta, pido a Dios que os tenga en santa y
digna gracia”.
En aquella situación, la palabra “primo” sonaba a sangrienta
burla, y el pueblo así lo entendió, rechazando los torpes manejos
del gilipollas infante don Antonio, y de la sumisa Junta, que por
puro miedo, no se atrevían a contrariar a los franceses.
Rápidamente, la expresión: “Hacer el primo”, empezó a
utilizarse para designar a aquellos que se dejaban engañar
traicionando al pueblo, y llegó a hacerse tan popular que, en la
actualidad, la seguimos empleando en nuestro lenguaje diario para
expresar, con cierta sorna, la sumisión consentida al engaño o a la
explotación: “Ese ha hecho el primo, con la venta de ....”.
En
“La Corte de Carlos IV”, (Episodios Nacionales, Pérez Galdós),
refiriéndose a ese infante: “… Acostumbraba a matar los ocios de
la vida regia, alternando los oficios de carpintero y encuadernador,
con el cultivo del arte de la zampoña. ... Jamás vi fisonomía tan
bonachona. Tenía costumbre de saludar con tanta solemnidad como
cortesanía a cuantas personas le salían al paso. … Se habría
confundido con cualquier sacristán de parroquia .... Era, entre
todos los individuos de la regia familia, el que me parecía de mejor
carácter. Más tarde conocí cuánto me había equivocado al
juzgarle como el más benévolo de los hombres”. Galdós refería
porque el que se entretenía tocando la zampoña compartió, con la
familia real, el encierro en Valençay;
y de
regreso a España, desempeñó altos cargos oficiales; siendo toda su
vida un firme partidario del absolutismo,
reuniéndose con lo más florido del partido realista furibundo. O
sea que aparte de tener un careto bonachón, de gilipollas meapilas,
en el fondo fue un “entreguista” afrancesado.
Hace
algunos años, cuando yo era una vulgar mosca cojonera, solicitando
reiteradas veces que la “Losa de Monte Arruit”, fuese trasladada
al Panteón de Héroes del Cementerio, aunque otros dicen en un libro
que fue una decisión de la Comandancia General, en una de mis
peticiones decía: “Usted: señor político, a quién los votos le
encomendaron la defensa del bien de los ciudadanos: ¿Qué le aflige,
señor?. ¿Acaso no es feliz, y mucho más libre que este humilde
escribidor?. Usted, en la soledad de su despacho, sin más broza y
bálago que el musgo del silencio de las alfombras, limpio el aire
como el de un quirófano, con el pasado y el futuro: ¿Por qué no
acepta mi petición?. Por favor, traslade esa losa funeraria al
Panteón de Héroes”.
Bueno
pues igual que hacía con esa petición sobre la “Losa de Arruit”,
ahora lo hago con la calle Napoleón: Por favor, Señora Consejera de
Cultura: Retire esa ignominiosa placa de nuestras calles, y de paso
también las del Viento, Espalda al Viento, y la inexplicable:
Paralela al Sol, que ya me dirá en que hora del día, exactamente,
esta vía se encuentra paralela al astro sol. A no ser que el
“Lumbreras” que autorizó ese nombre, se leyera “El Postulado
de las Paralelas de Euclides”, y encontrara algo similar; cosa que
me extraña.
Como
la Historia está llena de nombres
de Héroes y Mártires, que dieron sus vidas por la liberación de
nuestra Patria, sería muy interesante que los que cobran dirigiendo
la “Cosa Culta”, se empleasen en ello, y comenzaran por
actualizar los nombres de las calles.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home