26 septiembre 2006

Algo sobre el 17 de septiembre

ALGO SOBRE EL 17 DE SEPTIEMBRE
Quizás cuando estén leyendo estas líneas ya le habrán quitado el traje de gala a Estopiñán, se habrán acabado los fastos de la Conquista de Melilla, y seguramente los de siempre, no han acudido a esos festejos. Y yo digo: pues que bien, sus razones ancestrales tendrán; pero como cada mes se le ingresan unos suculentos emolumentos abonados por todos nosotros, opino, creo, estimo y entiendo que por educación, de la que recibimos en el colegio y en nuestros hogares, también de ética y respeto a los ciudadanos que representan (que algunos desearán acudir, y no lo hacen por el qué dirán) y a todos los que no somos de origen rifeño, debieran acudir al Pueblo y rendirle el homenaje al hombre que hizo posible que ellos estén hoy en día sentados en unas poltronas percibiendo esos dineros, y disfrutando de una democracia guapa de verdad. Esta conmemoración no es solo para una parte de la ciudadanía sino para todos los melillenses, sean o no de origen rifeño, porque es un hecho histórico de España y solo de España. Mucha gente cree, y yo también, que algunos desean reescribir, borrando lo que no les gusta e inventar una nueva Historia de Melilla, menospreciando la emblemática fecha del 17 de septiembre, incluso los seudos intelectuales que tienen el síndrome de Estokolmo, sin ser de origen rifeño, que también haberlos haylos, con sus buenas catorce cosechas al año. Pero debieran entender e introducírselo en sus cacúmenes o caletres que la Ciudad de Melilla se conquistó para España, y no para sus ancestros, hace ahora 509 años, y no desde los 80, que alguien insiste en que esa década sea una fecha conmemorativa porque el gobierno de entonces entregó DNI como rosquillas. Y respecto los 80, también recordar cuando el líder carismático, Dudú en esa década reivindicaba Ceuta y Melilla para Marruecos y que según he leído ahora se le va a proporcionar su nuevo DNI, siendo gobernador vitalicio (u honorífico) de Marruecos. ¡Toma ya!, y ¡Viva La Pepa de Puerto Real !. ¿Hay quién de más?. Pues si no quieres caldo, toma tres tazas. Pienso que mucha gente desearía que fuesen al emperador de Marruecos, Sidi Mohamed y sus hijos, Muley Alí y Muley Maimón quien se les rindiera los honores en vez de al Mariscal Cherlok, por los cien días que bombardearon El Pueblo dejando 117 muertos; o quizás al rebelde rifeño Abdelkrím, para mofa y escarnio de los que murieron en esos barrancos de Annual, Monte Arruit, Igueriben, y tantos poblados repartidos por esas tierras rifeñas. Yo creo que si alguien se siente herido por esas “conmemoraciones de sangre”, y posee la doble nacionalidad (estar entre Pinto y Valdemoro, o Beni Enzar y la Hípica), que sea coherente con sus principios y rehúse a la española; pero si tiene solamente ésta, que haga un curso intensivo sobre la Constitución y sobre el Estatuto de la Ciudad, pero sobre todo, y sin patrioterismo chauvinista de ninguna clase, que jure solemnemente la bandera nacional; mayormente por su significado, ya que es la que nos representa a todos los españoles, incluso a ellos, y a los 117 que cayeron en aquéllos cien días, y a los que descansan en La Purísima. Creo que hay personas que se preguntarían qué haríamos con esos muertos, ¿los dejamos que corran por el sumidero de nuestra Historia, y empezar en los años 80 como desean algunos, y todo lo anterior borrado, y se acabó?. Si unas personas con los derechos que la Constitución les otorga en decir que esas conmemoraciones son actos de sangre, yo les digo: pues claro, que fueron actos de sangre, uno de conquista y ciento y la madre de defensa. Por eso se les debe el máximo respeto por parte de unos representantes del Parlamento de la Ciudad Autónoma de Melilla, y se olviden del manido complejo de víctima racial que emplean con toda persona que no comparte sus opiniones, llamándolos racistas, fascistas y xenófobos.

13 septiembre 2006

Memoria histórica con invitación a la lectura

MEMORIA HISTÓRICA CON INVITACIÓN A LA LECTURA, PERO SIN ACEDERA
Hace pocos días leía en este diario que Melilla es la tercera autonomía con más librerías por habitante, con ocho establecimientos dedicados a la venta principal de libros. Si en el conjunto del Estado hay 97 establecimientos por millón de habitantes, en nuestra ciudad la media es de 122 por millón, que no está nada mal. Estas cifras de verdad que me llenaron de sana alegría, porque a la vista está que si se venden libros la gente lee. Un domingo leo en Ventana Pública lo que escribe un señor joven (su DNI es muy alto) sobre su “Memoria histórica con dos dedos de frente”. Otro que debe tener sus canitas también echa de vez en cuando sus palitos al fuego desinformando al personal. Entonces eché cuentas y de verdad que no me salían. Me preguntaba si aquí la gente compra más libros que en el resto de España, es que en las librerías se han agotado los que escriben historiadores, periodistas, hispanistas, todos de reconocida solvencia, gente de todas las tendencias políticas, y también pensando que estos señores no se han leído ninguno de ellos, como por ejemplo: “Preludio a la Guerra Civil” y “Lucha por el poder”, de Guillermo Cabanellas; “La España Nacional” y “Por el Imperio hacia Dios”, de Rafael Abella; “Los vencidos y el exilio”, de Eduardo Pons; “La España de la Posguerra 1939-1953”, de Vizcaíno Casas; “García Lorca asesinado”, de José Luís Vila; “Las armas y las letras”, de Andrés Trapiello; “Unas Memorias”, de Dionisio Ridruejo; “Mis conversaciones privadas con Franco”, del Teniente General Francisco Franco Salgado-Araujo (el primo); “Porqué perdimos la Guerra”, de Carlos Rojas; “Guerra y vicisitudes de los españoles”, de Juan Zugazagoitia”; “Datos y Efemérides de la Historia de Melilla” (3 tomos), de Gabriel de Morales; “Memorias Políticas y de Guerra” (2 tomos) y “El Jardín de los Frailes”, de Manuel Azaña; “Ligero de equipaje” (Machado), “Queipo de Llano”, y “Vida, pasión y muerte de Federico García Lorca”, los tres, de Ian Gibson; “La II República, Melilla 1931-1936, Memoria Histórica”, Biblioteca de Melilla; “Abd El Krím y el Protectorado” de José María Campos; “Abd El Krím y la Guerra del Rif”, de David Woolman; “Historia de Melilla a través de sus calles y barrios”, de la Asociación de Estudios Melillenses; “Obra Poética”, de Miguel Hernández, con su nana de la cebolla escrita en la cárcel muriéndose de hambre: “En la cuna del hambre/ mi niño estaba./ Con sangre de cebolla/ se amamantaba…”; “La Guerra Civil” (2 tomos), de Hug Thomas; “Así se hizo la Transición”, de Victoria Prego; “La Guerra de España”, de Edgard Malefikis; “En el cielo de España”, de Francisco Meroño; “Los militares y la política de la España contemporánea”, de S. G. Paine; “Hitler” (biografía), de Alan Bullok; “Los Topos”, de Jesús Toboso y Manuel Leguineche; “El día en que murió Guernica”, de Gordon Thomas; “Mola, Franco, Varela”, de Rafael Fernández de Castro; “La Guerra del General Escobar”, de José Luís Olaizola; “Franco, el perfil de la Historia”, de Stanley Payne. Siento que el relacionar todos éstos títulos y autores, se me haya acabado el espacio, pero es mi forma de replicar a estos señores. Yo les sugiero, y de paso que Ángel Niu se sume a ello, que ojeen con atención algunas páginas de estos libros para que comprueben que la II República obviamente fue legal y de todos los españoles, aunque un lustro más tarde, concretamente la tarde del 17 de julio de 1936 desde la Comisión de Límites del Ejército, en el Cuartel de Topografía de nuestra ciudad, comenzaran a despedazarla para zampársela en tres largos años; y la digestión, más bien indigestión, tuvo su duración en los cuarenta tacos de almanaque siguientes hasta 1975. Esto lo deben mezclar con Fernández de Castro, antiguo Cronista Oficial de Melilla en 1937, donde con el lenguaje de la época dice quiénes fueron y cómo gestaron el Golpe en nuestra ciudad. Ver qué opinión les merece David Woolman sobre lo que escribe de nuestros vecinos rifeños, sus costumbres, su chelja, nuestro Protectorado y cómo se produjo la Guerra de 1921 (Annual), y así de paso que los de CpM le den también un repasito, que algo les ilustrará. Lean a Machado: “Se le vio caminando entre fusiles/ por una calle larga/, salir al campo frío/, aún con estrellas de la madrugada. /Mataron a Federico/ cuando la luz asomaba,……”. Visiten la Asociación de Estudios Melillenses y ojeen con detenimiento la historia de los nombres del callejero y barrios de Melilla y verán qué sorpresas más suculentas se llevarán. Al final y después de haber ojeado algunos de estos libros, les recomiendo que consulten lo que dice nuestra RAE de las palabras falacia e ignorancia supina, y recapaciten sobre ellas.
Juan J. Aranda

05 septiembre 2006

Foros y pregones

FOROS Y PREGONES
“Buceando” por Internet me he encontrado un foro sobre Melilla que me ha hecho pensar que hay mucho desconocimiento sobre nuestra Historia más reciente; me refiero a la de nuestra ciudad. Aparte de la xenofobia y de la homofobia que destilan algunos y amparándose en la “red” destilan, al largar sus paridas, una gilipollez mezclada con la ignorancia más supina. Lo lamentable es que eso no hay quien lo pare. Yo lo encuentro parecido a cuando en España no existían las cloacas y cualquier vecino abriendo la ventana de su casa y al grito de: “¡Agua va!”, te podían caer las menores y las mayores en plena cara. Un amigo me dice que no hay que participar ni contestarles en nada, porque eso sería como inmiscuirse en una conversación, a voces, que tuvieran unos cuantos borrachos maleducados en una barra tabernaria en la que todos desean llevar razón; cada uno la suya, claro.
He leído lo que el pregonero de la Feria, señor Cantizano, ha dicho sobre nuestra ciudad, y créanme si les digo que, como comunicador que es, lo ha bordado. Primero, porque es eso: un señor que sale en la ventana de la tele cada semana y ameniza y entretiene al personal con las historias de las “vísceras” de los invitados; y segundo, porque es de bien nacido el ser agradecido, como era de esperar en este caso de una persona educada como lo es él. Dice que se “empapó” de la Historia de nuestra ciudad y su realidad actual, y que debe ser un puente importante de civilizaciones. Todo lo que dijo me pareció muy loable y estupendo. Pero como yo soy un poco tiquismiquis me van a permitir que me reitere en lo que dije el mes de julio en éstas páginas con respecto a quiénes deben nombrar las autoridades para ser pregoneros. Yo creo que unos festejos tan importantes como son los de nuestra Feria de septiembre, los pregones los debieran hacer gente de la Cultura Nacional (en mayúscula), y en un gran porcentaje que fueran los de la ciudad; los que la patean cada día tomándole el pulso político, el social, y el cultural; los que de verdad conocen su ciudad y no tienen que “empaparse” de nada de su Historia porque por sus poros ésta les rezuma con todo el cariño de hijo bien nacido, y también bien leído y estudiado. Juan Garbín, Eladio Algarra, José Luís Blasco, Antonio Bravo, Antonio Abad, Severiano Gil, Joaquín González Molero. Existen tantos personajes que son merecidos para ello que no habría espacio para reflejar sus nombres en estas páginas. Refiero a estos señores porque sus nombres están en publicaciones en las que podemos admirar sus libros de Historia, que debieran ser de cabecera para los escolares melillenses. También por sus serios artículos de prensa, y algunos donde se reflejan con sana ironía los dimes y diretes de la cosa pública local. Y sus novelas, que son algo parecido a soñar, rememorando nuestras calles y plazas cuando Marte se enseñoreaba por ellas con su poca vergüenza. Alguno por su altruismo cuando estaba en política y en la actualidad siendo responsable de una entidad benéfica como es Cáritas por la entrega hacia los más desfavorecidos, por ello premiada. Pero si escriben poesía, aparte de soñar, son sus almas las que nos entregan a los lectores.
Y como esto planea sobre lo onírico piensen que la violeta mientras más escondida se encuentra, tanto mejor es el perfume que exhala. Yo espero que algún año el responsable de la cosa ferial me despierte de éste bello sueño, que puede que solo sea eso: un sueño más de mi vida, y se decida por una de estas personas. Lo del “bello sueño” lo leí hace mucho tiempo y créanme que no me acuerdo de quién pudo decirlo; pero, ¿a que queda bien, ¡eh!?.
Que sea felíces y se diviertan en la Feria.
Juan J. Aranda

Contador de visitas