24 marzo 2015

EN RECUERDO DE ELADIO ALGARRA

Hoy 20 de marzo, cuando son las 9 de la noche, viene a mi recuerdo de hace tres años, cuando mi amigo José Luís Blasco López, me llamaba muy apenado para darme la fatal noticia de que nuestro amigo Eladio Algarra, había fallecido en Cádiz, ciudad donde residía desde hacía dos años. Y ahora mientras escribo estas líneas, voy releyendo varios de sus poemas, centrándome en el que publicó en el libro: “Melilla la Vieja 1986-1996”, junto al otro juglar, gran vate melillense, Juan Garbín: “Gratos impulsos me mueven a recorreros/ Bastiones y Murallas, Recintos y Baluartes,/ al frescor de la mañana/ o en la dulce caída de la tarde,/ dormidos como estáis en la noche de los siglos/ yacente sobre los recios aires./ …......../Con gaviotas acercando las distancias/ y golondrinas de mar tus soledades/......../En brumas las estrellas amodorrarse/ y farallones beber la soledad de trápanas y calas;/ que ella, a la sombra de las piedras seculares/ espera vigorizar sus alas/ y conversos de amaneceres cubrir almenas y adarves”.
Tengo que decir que hoy ya nadie se acuerda de Eladio Algarra, el que acariciaba las piedras de sus murallas, cuando paseaba, bloc y bolígrafo en ristre, admirando las calles que correteó de chico. Muy pocas personas, exceptos algunos de sus alumnos de Cabrerizas, se acuerdan de su personalidad como maestro de escuela, “gran desasnador de chaveas”, escritor y poeta, con un modo de ver la vida, que a veces escribía con desaliño, a sabiendas de que sus escritos acariciaban a los lectores a contrapelo: “Juan Jesús: cuando ejercía de maestro, siempre intenté emular las normas de la Institución Libre de Enseñanza”. Cuando yo le decía que España es el país de la pereza intelectual, un oasis que se abre en el desierto monótono e interminable, donde abrevan muchos plumíferos y plumíferas chirles juntaletras, analfabetos, él sonreía, como diciéndome que yo era muy severo: “Es que es la verdad, Eladio”.
Apenas fue enterrado en el Cementerio de Cádiz, desde las espadañas, sonaron con estruendo las falsas campanas de alaracas. Iban a hacerle un busto, y colocarlo cerca de Pedro Estopiñán, en la muralla: ¡qué bonito!; iban a colocar una placa en su casa natal en la C/ de San Miguel, en El Pueblo: ¡precioso!; iban a denominar un colegio con su nombre, ya que fue digno enseñante Maestro de Escuela: ¡fabuloso!; iban a denominar una calle con su nombre: ¡cojonudo!; iban a..............., y todo quedó en una gran e inmensa Ojana, o sea: ¡Ni Fú, ni Fá!.
Por eso, a veces, siento bochorno al leer una de las páginas de este diario, página que él le tuvo tanto amor, y cariño, al no figurar ni una frase a su recuerdo. No reivindican nada, nadie dice nada, para que su memoria sea recordada en los círculos intelectuales de la ciudad. A ningún colaborador de este diario, ya sea chirle, de copia y pega, o digno escritor y poeta, se le ha ocurrido reunirse, y recabar un puñado de firmas, presentarse en la Plaza de España, y preguntarle a la responsable de Cultura: ¿cuándo van a denominar, por ejemplo, una calle con el nombre de uno de los más grandes poetas melillenses, que difundió la idiosincrasia y nuestra cultura por medio de sus sonoros y límpidos versos?.
Porque otra desvergüenza es tener a Napoleón, “con su sucio chaleco ombliguero lleno de rapé”, que invadió nuestra Patria a principio del XIX, causando miles de muertes, bien colocado en todo lo alto de la “escalera proscenia”, de acceso al Barrio de la Victoria, como diciendo: “En Melilla no hay quién tenga cojones de quitarme de esta atalaya”; y mientras Eladio, en Cádiz, añorando la compañía de los Héroes y Mártires, de La Purísima, lugar que él siempre deseó descansar para siempre junto a ellos, pero: “Con un pié en La Purísima y el otro en Colliure, Francia”, Cementerio donde descansan los restos de su idolatrado D. Antonio Machado. Claro que esto último era un sueño poético y utópico que a él le gustaba comentar.



15 marzo 2015

LOS HEBREOS ZAPATEROS, Y ALBERTO EL LATERO

Cuando el Rastro era el típico Zoco, donde se podía encontrar desde un tornillo herrumbroso, una dentadura usada, hasta un burro con “matauras”, todo para la venta, conocí a un señor alto y fornido, que era lañador, o latero. Esto último era y es como popularmente se conoce a las personas que desempeñan este oficio, que para muchos es humilde y para otros una obra de arte. El único latero que había en el Rastro era él. Sutaller”: cuatro palos y una lona de sombrajo, que lo tenía al lado de la carbonería de Pepe, junto a la muralla del Colegio de Artes y Oficios, o Tiro Nacional. Se llamaba Alberto, y era el hebreo atípico que, aparentemente, sin practicar del todo su religión, parecía un doctor en La Torá. A pesar de los pocos dientes, manchados debido al tabaco que masticaba, poseía una sonrisa tan agradable que inspiraba confianza y ternura a todo el mundo, en especial a las mujeres, por ser un tanto pendón piropeador. Mientras que éstas hacían la compra en los puestos de verduras y frutas cercanos él, junto a su hijo, se enfrascaba con el soldador, calentado en un anafre de carbón, -de las vías del tren-, en tapar con estaño los agujeros de las ollas y cazos, que les dejaban para su arreglo. Siempre admiré su maestría con la tijera para cortar hojalata. Sus manos, que parecían dos guantes de boxeo con las palmas abiertas, no le impedían hacer filigranas con toda clase de chapa. Era el típico artesano que lo mismo fabricaba un jarro para la leche espumosa que vendían los cabreros, ordeñando sus cabras por las calles, que una olla para el cocido. El hijo, un muchacho gigantón, cuyo nombre era el de su padre, Alberto, solía llevarme a coscoletas entre los puestos, por todo el Rastro. Nuestros padres, cuando eran unos niños, llegaron a conocer el resurgimiento del ensanche de Melilla: "... ¿Recuerdas Paco, cuando vino Alfonso XIII a Melilla?". Esta frase se la oí a Alberto, comentarla con mi padre, su amigo; y hoy la leo en un periódico de la época, la crónica del día 7.01.1911 en la que dice, entre otras cosas, que el Rey D. Alfonso XIII, a bordo del yate “Giralda”, atracó en el incipiente puerto de Melilla.
Junto a Alberto había otros “talleres”, pero éstos eran de otra clase de artesanía: los zapateros remendones; que en su mayoría eran hebreos. Las montañas de cubiertas de ruedas de coches junto a ellos, el olor del caucho, y el humeante té, sin colar, mañanero de las 11, con la yerbabuena, son un recuerdo para todo aquél que vivió en Melilla con la intensidad que emanaban aquellos “gloriosos” años grises de la dictadura y del silencio político. José, un hebreo muy serio, era el que parecía ser el mejor zapatero de todos. Aquéllos zapatos remendados por los hebreos del Rastro, con sus medias suelas de goma de coche, servían para correr, brincar, jugar al fútbol y dar patadas a las piedras, tenían el lógico inconveniente de cuando la hormona somatotropina-peptídica (qué palabreja más rara), debido a la escasez de “jamancia”, bastante ralentizada por aquellos años, que ordenaba el crecimiento de nuestros pequeños cuerpos con cuentagotas, este calzado pasaba a los hermanos menores, o vecinos y amigos más allegados, y tan necesitados como el donante. Como el endurecimiento del alma es debido a la voluntad de olvidar los pasajes más gloriosos y bonitos de nuestra vida, a mi me gusta no olvidar jamás nada de lo ocurrido en mi niñez. Mi padre y Alberto, siempre comentaban lo de un señor que tenía un hotel, o pensión, llamado “Asia” en la C/ Margallo, bautizado así en honor del regimiento del mismo nombre, donde el propietario prestó su servicio militar. También estuvo rotulada con el nombre de “Asia”, una calle muy nombrada en dicho barrio y, sin asegurarlo, creo que puede ser una de las paralelas a la de Toledo, en honor de los varios regimientos que a finales de 1893 estuvieron destacados en nuestra ciudad, y acampados en el mismo lugar. Otro nombre que apenas se comentaba en Melilla era el Río de la Olla, mas bien lo que todos conocemos como el Barranco del Polígono, donde nuestros hebreos zapateros y mi amigo Alberto, el latero, tenían situados sus humildes negocios. Cuando la lluvia grita con fuerza en Melilla, las calles García Cabrelles, Lope de Vega y Sor Alegría, se convierten es un verdadero río que desemboca en la Avenida.


08 marzo 2015

REIVINDICO UNA CALLE PARA DON JULIO MORENO

Hace ahora más de quince años escribia yo que aquí en Málaga, existen varias bandas de música, una orquesta sinfónica, y también corales, pero sólo una de las bandas me trae vivos recuerdos de mi niñez de los 50. En nuestra ciudad, en la calle Medina Sidonia, en el Mantelete, existió otra banda infantil, pero esta era de la O.J.E.. Esa calle, que a simple vista, parece no tener salida, al final estaba la agencia Portabella, y a la derecha, comunicando con la C/ Alfonso XII, el callejón maloliente que servía de retrete para urgentes necesidades fisiológicas. La banda de música la dirigía el mas altruista, desinteresado, generoso, y buena persona que podía haber, como fue D. Julio Moreno Rodríguez.Gratuitamente, sin cobrarnos un duro, D. Julio nos enseñó solfeo, canto y al que tenía posibilidades de tocar determinado instrumento se lo acoplaba, de tal manera que el chavea podía medirse con cualquier músico del Rgto. Melilla nº 52, o de la Banda Municipal. El coro de voces con su correspondiente rondalla, solía actuar en Navidad en centros oficiales y colegios. Recuerdo cuando despertábamos a las familias de los guardias civiles con la diana floreada resonando en los patios del antiguo cuartel del Mantelete todos los 12 de Octubre. D. Julio, como buen músico enseñante, e inquieto por dar a conocer la cultura de la música, compuso varias obras que, desgraciadamente, no las recuerdo todas, pero sí: “Aromas del Parque Hernandez”, y “Los Gozos a Ntra. Sra. de la Victoria”, Patrona de Melilla, y creo también, la música del Himno de Alcántara nº 10. Fue las que más me impactaron en el recuerdo, y las que me agradaría, si algún familiar, la tuviese en su poder en el bello sueño del olvido, la sacara a la luz y la hiciera llegar al director de la sinfónica, o la Municipal de Melilla para que la interpretara y figurase en su repertorio por ser la obra de un hombre que sin haber nacido en Melilla, siempre se sintió Hijo de ella, hasta el extremo de honrarla con la composición de una obra musical dedicada a uno de los parques mas bonito y coquetón que existe en España; y también porque educó a varias generaciones que hoy rondamos los 60-70-80, sin esperar nada a cambio. Recuerdo, que al empezar el ensayo de una obra con toda la solemnidad nos decía: “Vengavamos a intentar ejecutar esta obra, pero solo musicalmente”. Esto lo decía porque al comenzar un ensayo de cualquier obra comentaba, batuta en mano: “Si este hombre -por el autor- levantara la cabeza nos metería en la cárcel a todos, y a mi en cabeza”. La metáfora de la “ejecución”, a muchos nos costó un tiempo descifrarla, porque quién se imaginaba que interpretar una obra era ejecutarla, claro que si se hacía mal era una verdadera ejecución -matar-. Ahora que cuando D. Julio se “arremangaba”, y su paciencia era la de Job, puedo garantizar que la obra era ejecutada tal y como fue compuesta.
Yo pienso que la arquitectura de la educación, en la vida de un niño, deben proyectarla los padres, y los maestros retocarla con la formación. D. Julio a muchos niños de Melilla nos retocó la formación de tal manera, que aún no se nos ha caído la pátina, ni el amor por la música. Muchos de los que hoy peinamos canas recordamos aquél local maloliente, de dos puertas, sin ventanas donde estudiábamos solfeo: unos niños que hoy, muchos andan repartidos por todo el mundo practicando el arte que D. Julio nos enseñó, la música en toda su dimensión. También solía contarnos cuentos cuando se sentaba a conversar con algún amigo de la cercana tienda de “Los Niños”, a la puerta del local donde ensayábamos. Recuerdo que solía contar uno del pueblo cordobés de Jauja. Nos decía que Jauja el pueblo donde nació José Mª el Tempranilloo; lo de Tempranillo era por lo temprano en edad que se inició en el bandolerismo. Éste pueblo tiene un mito que se debe a una mentira exagerada de Lope de Rueda, según el cual este lugar feliz, tenía las calles empedradas con piñones, un arroyo de leche y otro de miel, y la gente ataba los perros con longanizas y vivían sin pegar golpe; de ahí viene la famosa frase de que todo lo bueno y regalado tiene el nombre de ese pueblo cordobés. Claro que en honor a la verdad, es que existen dos arroyos cercanos, uno de limo lechoso y el otro turbio y apestoso. Este último, dicen, se debe al alpechín de las moliendas de las aceitunas en las almazaras cercanas. Aunque sé de antemano que no me van a hacer ni caso yo, con mi modesta opinión propondría, al Presidente Imbroda, que rotularan una calle con su nombre, aunque sea una placita, o un pasaje escondido en la más humilde barriada de nuestra ciudad. Sí, ya sé que eso es soñar con un imposible, porque si aún no han retirado el vergonzoso letrero de Napoleón de una de nuestras calles, cómo van a colocar a D. Julio Moreno en su lugar; si solo este altruista enseñante lo conocimos varias generaciones de niños melillenses de los cincuenta; deleitándonos con su sapiencia y conciertos, formándonos como músicos, porque éramos eso: solo unos niños que teníamos la ilusión por la música. Pero claro, si hubiese sido un empresario que ganó sus buenas pesetas con el transporte, o un seudo-licenciado-comentarista con alaracas, por supuesto que ya tendría su merecida calle. En fin si algún político municipal encargado de estos temas tiene a bien proponerlo en los plenos para que se aprobase, más de un melillense agradecido sonreiría con nostalgia recordando aquélla banda infantil que ensayaba en el Mantelete, y nos deleitaba en el templete del Parque Hernández, allá por los 40-50 y 60 del siglo pasado.

PRIMER CENTENARIO DE LA GOTA DE LECHE, ¿EFEMERIDES SILENCIADA?

El 22.01.1915, hace ahora un siglo, en la reunión fundacional de la Asociación General de Caridad participó, entre otras entidades, la Conferencia de San Vicente de Paúl, representada por D. Manuel Pérez Roldán. También se anunciaba la llegada de las Madres de Desamparados y de San José de la Montaña, para hacerse cargo de los Asilos de la Gota de Leche. No fue posible hasta el 02.01.1918.
El 8.01.1918, las Reverendas Madres que han de encargarse del establecimiento llegan a Melilla en el primer correo, a bordo del “Vicente Puchol”, para hacerse cargo de los servicios de la Gota de Leche y Comedor Popular. Se desplazaron desde Valencia siete religiosas, quedando como Madre Superiora Sor Esperanza. El 20.02.1918, se inauguro la primera Capilla de Gota de Leche, dedicada a San José de la Montaña; y dos días más tarde se anunciaba la inauguración de la Gota de Leche. El 25.02.1918, se hizo una solemne inauguración, en la que los locales, e instalaciones, fueron bendecidos por el Vicario Eclesiástico D. Miguel Acosta Algarra, en presencia de autoridades, invitados, y comunidad de Madres de Desamparados, presidida por Sor Esperanza. Hay que decir que La Gota de Leche nació por iniciativa del Ateneo de Sanidad Militar, para utilizarla principalmente como medio de lucha contra la tuberculosis infantil. El 12.04.1918, el Nuncio de Su Santidad, Monseñor Regonessi, visitó la Gota de Leche, siendo recibido por Sor Esperanza. El 17.05.1918, en los talleres del Sr. Romero se construyó el artístico Sagrario para la Gota de Leche, representando la fachada gótica de la actual capilla. El 22.05.1918, D. Manuel González, Obispo de Málaga, celebró la Santa Misa en dicha Capilla. Después, se instaló el Sagrario donado por el Sr. Romero, conforme tenían formulado las Madres de Desamparados. El 30.05.1918. Desde la ciudad de Valencia se desplazó a Melilla, la Madre Clara, Vicaria General de las Religiosas de los Desamparados, que tenían a su cargo la Gota de Leche y el Comedor Popular, acompañada por la Madre San José y Madre Pureza, a fin de cubrir las vacantes existentes en la comunidad, permaneciendo en Melilla durante ocho días. En 1919, en la Capilla de San José de la Montaña se celebraron solemnes cultos a San José, oficiando el Presbítero D. Teófilo García, asistido por el Capellán Castrense D. José Soriano. En la ceremonia destacaron los cánticos de Madre Justa. (Madre de Desamparados). El 25.03.1920, durante las primeras horas de esa madrugada, se perpetró un robo sacrílego en la Capillita. Los ladrones, que entraron por una ventana, se llevaron un cáliz, una patena, un copón y una bandeja de plata. Acudieron a la capilla, para abrir diligencias, el juez y el jefe de la policía; así como el director de la entidad benéfica. Era Regente de las Madres de Desamparados y San José de la Montaña, la Madre Amada. (Telegrama del Rif, 26.03.1920). El 6.01.1923, se organiza la Rifa de la Caridad en la Asociación General de Caridad. En 1924, salen de Melilla, las Madres de Desamparados y de San José de la Montaña, que tenían a su cargo la Gota de Leche desde el año 1918. El 12.10.1924, las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, se hacen cargo de la Gota de Leche. El 4.02.1928, en la Gota de Leche, fue bendecida la Capilla de Ntra. Sra. de las Victorias. Ocupaba el cargo de Superiora de las Hijas de la Caridad, Sor Victoria Granja. El 05.02.1928, se dió el nombre de “Paquita”, a la campana de la Capilla de la Gota de Leche, en honor de Dª Francisca Peré, esposa de D. Cándido Lobera. El 12.12.1928, se descubre una placa en la Asociación General de Caridad, en homenaje a Sor Victoria Granja. El13.10.1929, es entronizada la Imagen del Sagrado Corazón de Jesús, en la Asociación General de Caridad. (Ver T. del Rif). El 25.11.1930, de la Capilla de la Gota de Leche, salió en procesión la imagen de Ntra. Sra. de la Medalla Milagrosa. El 12.05.1957, se instaló una imagen de la Medalla Milagrosa, en el patio central de la Gota de Leche, cuya leyenda dice: “Soy la guardiana de esta Casa”. Fue bendecida por el Padre Velasco, Coadjutor de la Parroquia de Santa María Micaela. El 11.09.1991, el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Ramón Buxarrais Ventura, Obispo de Málaga, renuncia al ejercicio del ministerio episcopal y decide vivir en Melilla como Capellán del Centro Asistencial, confiado a las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Nació en Santa Perpetua de Moguda, (Barcelona), el 12.12.1929. Quiso ser llamado, a partir de esta fecha, como “Padre Ramón”. 15.05.1997, D. Ramón Buxarrais, recibe la Medalla de Oro de la Ciudad de Málaga y el título de Hijo Adoptivo. El Padre Ramón, ocupa en la actualidad el cargo de Capellán del Centro Asistencial de Melilla. El 27.11.2011, día de Nuestra Sra. de la Medalla Milagrosa, salen de Melilla las cinco últimas Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, presentes en el Centro Asistencial de Melilla, desde el 12.10.1924. Estaban en posesión de la Medalla de Oro de la Ciudad de Melilla. Sus nombres: Sor Dolores, Sor María José, (última Hermana Sirviente), Sor Ceferina, Sor Antonia, y Sor Elisa. Atrás quedaron 87 años de ininterrumpidos servicios a los mas desfavorecidos de la sociedad melillense; y una imagen que no se repetirá jamás: Las Hijas de la Caridad con sus hábitos, bañando a los niños en la Playa de San Lorenzo. 13.05.2012 El Coro Rociero de Jesús Cautivo y Ntra. Sra. de la Victoria, entregó su Medalla de Oro a las Voluntarias del Centro Asistencial de Melilla, en un acto presidido por el Padre Ramón Buxarrais. El 12.10.2014, LXXXV Aniversario de la Entronización del Sagrado Corazón de Jesús en el actual Centro Asistencial de Melilla. El monumento se sitúa en los jardines del llamado patio de los comedores, delante de la Capilla de Ntra. Sra. de las Victorias. (Se inauguró el 12.10.1929). (Ver T. Rif del 13). El 12.12.2014, D. Ramón Buxarrais Ventura, celebró el LXXXV Aniversario de su nacimiento, con una Eucaristía en el Centro Asistencial. 17.12.2014. D. Ramón Buxarrai, celebró el aniversario de su ordenación sacerdotal en Barcelona el 17.12.1955. El 22.01.2015. Centenario de la Reunión Fundacional de la Gota de Leche. El Centro Asistencial está en posesión de la Medalla de Oro de Melilla. Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl fueron condecoradas con la Medalla de Oro de Melilla. En este establecimiento benéfico fueron acogidos, los damnificados de la Explosión del Polvorín, del año 1927. Perseguido por los golpistas en 1936, también se acogió al Alcalde Socialista, D. Antonio Díez, como los vecinos de la Barriada de Averroes, y otros lugares, víctimas de la rotura del Depósito de Agua de Cabrerizas. Los ancianos y niños huérfanos y desamparados. Se repartieron grandes cantidades de comida a los mas menesterosos de la ciudad. Del mismo modo se entregaron prendas de abrigo a los pobres. En su interior sigue funcionando la Casa Cuna. Uno de los personajes mas destacados en la historia de este centro fue el filántropo, y mecenas, melillense Mohand Moh-Maimón Mohatar, propietario de los Almacenes Generales de Melilla, a quién el Jefe del Estado Español, le entregó un pergamino en el que se le denomina: “Ciudadano Honorable Español”, por toda la ayuda que prestó en los años del “hambre”, a esta Institución Benéfica, y a la ciudadanía de Melilla. Ahora imagínense ustedes que la campana de la Gota de Leche, bautizada con el nombre de “Paquita”, que fuera esposa del alcalde D. Cándido Lobera, repicara al unísono con la de la Castrense, bautizada con el nombre de “Eleuteria”, que fuera la madre del Comandante General D. Manuel Fernández Silvestre, que al inaugurar el templo se refirió a ella. Y a la misma hora que también tañera la de la Iglesia de Alhucemas, que bautizaron con el nombre de “Eulalia”, en honor de la esposa del Alcalde Álvarez Claros. Bueno, pues aquí tienen ustedes nuestra aportación para celebrar el centenario de nuestra Gota de Leche. Ahora dejo en manos de las distintas instituciones oficiales, y no oficiales, o de recreo y algunas sin ánimo de lucro, que quieran darse por aludidas, o también de cualquier ciudadano de a pié, que se reconozca la labor realizada por los actuales empleados y de la Casa. También debo decir que todos los datos históricos descritos, es parte del trabajo que, durante 40 años, ha llevado a cabo, José Luís Blasco, mi “corresponsal” y “álter-ego”, como él me llama, en temas historiógrafos y literarios.



José Luís Blasco y Juan Jesús Aranda  

01 marzo 2015

YO, COMO ESPAÑOL TAMBIÉN QUIERO RECIBIR UNA REPARACIÓN

 He titulado el artículo solicitando una reparación, que no dinero, como la que hace una comunidad rifeña, reunida en Nador, a nuestro país; porque como español, estoy harto de leer peticiones de reparaciones de guerra, por lo que esa comunidad dice de “los crímenes cometidos durante la guerra del Rif por parte de España”. Esta vez es a Felipe VI, recordándole que su padre: “....Quien tuvo el mérito de entrar a España en el camino de la democracia,....Tenga el mérito de ser quien reconozca el proceso de reparación de la deuda histórica de España con el Rif”, porque esta región de Marruecos, “.... Sigue siendo marginada, sin hospitales especializados ni recursos para el beneficio de la población local”. Como escribir sobre lo ocurrido de hace 94 años, serían necesario miles de páginas, me voy a limitar, casi de manera telegráfica sobre rebelde Abdelkrím. Por una reclamación del Francia éste fue encarcelado en el Fuerte de Rostro Gordo, por supuestos manejos con Alemania, durante la 1ª Guerra Mundial, que hacía contra el gobierno galo. Al intentar evadirse del Fuerte se fracturó una pierna, y nuevamente conducido a presidio donde cumplió su condena. Lleno de rencor hacia España, por haberlo encarcelado a instancias de Francia, marchó poco después a su pueblo, poniéndose al frente de la rebelión. Con respecto a no atacar Melilla por parte de este rebelde mucha gente, que se supone, enterada en política internacional, creen que no atacó la ciudad porque sus hordas, estaban cansadas de tanto combatir. Yo estoy de acuerdo con lo del agotamiento y tanta barbarie como llevaron a cabo. Lo que ocurrió, y él lo sabía muy bien, porque era muy listo, es que si hubiese atacado la Plaza, las repercusiones internacionales hubieran sido muy graves: las izquierdas españolas, contrarias a esa guerra y todo el poder de Occidente, lo hubieran destruido políticamente; y quizás, por reparaciones de guerra al invadir Melilla, la frontera, en vez de estar en Beni Enzar, ahora estaría en la Mar Chica, y en Beni Sicar. El 28.03.1924, muy sagaz él, pidió a Francia que nombrara una comisión para ayudar a los rifeños a delimitar las fronteras de las zonas francesa y española. La maniobra era muy sutil por su parte, ya que si Francia aceptaba, tácitamente reconocía al “Estado Rifeño”, cosa que se rechazó de plano. Fue acusado de atacar y saquear el poblado de Beni Serwal, hecho que dio a Francia ocasión para ocupar la zona norte del río Werga. En febrero de 1925, ataca al Raisuni y envalentonado lo hace contra unas posiciones francesas de Uazán y Uarga. España y Francia, obran en común contra él, y terminan en los acuerdos de Julio de ese año, determinando las fronteras, vigilancias marítimas y terrestres, y lo más importante, la cooperación militar entre las dos naciones. El 13.04.1925, 4.000 rifeños rompen el frente francés y llegan a 30 kilómetros de Fez. El 19.05.1925, prepara un frente de ataque que abarca 200 kms.; y un mes más tarde, representantes de España y Francia, se reúnen en Madrid bajo la presidencia de Gómez Jordana y Louis Malby, para decidir un plan conjunto de acción de los dos países. También en ésta ocasión Francia salió ganando, como siempre, al ocupar los dos tercios de Beni Serwal. El 1.05.1926. Mohamed Meknassi, secretario de Abdelkrím, revela el escondite de éste a los franceses. El 18.05.1926, España y Francia le dan un ultimátum para que libere a todos los prisioneros en una semana, y sin condiciones. El 23.05.1926, el rebelde huye hacia Snada, y se refugia en casa de Hamido El Wazzani, enviando sendas cartas al Alto Comisario, Sanjurjo, y a su homólogo francés, Steeg, pidiendo el cese de hostilidades y la reapertura de negociaciones en Ouxda. No se fiaba ni de su sombra, y temía caer en manos de España o que sus mismos hombres lo mataran junto a su familia. El 26.05.1926, el Coronel francés Corap, se encarga de recibir la rendición de Abdelkrím, aceptando las condiciones que exigía éste de respetar las vidas de él y su familia. El 27.05.1926, en Targuist, Abdelkrím se entrega al General francés Ibos. Más tarde el General Boichut lo recibió cortésmente, pero con una ridícula y adulterada solemnidad: “.....Como sólo Francia sabe dar la bienvenida a un enemigo conquistado que ha dado pruebas de cualidades militares”. El 30 de ese mismo mes firmaba en Taza la rendición oficial. El 4.06.1926 es deportado a la Isla Reunión; y se cree que fueron al exilio junto a él, 27 personas, entre ellas un ex-regular, Buhut, y El-Yaqubi; su madre, sus dos esposas: Thaimut y Fátima con sus tres hijos y su hija; un pariente, El-Heriro y su hermano, Mohamed Hamed. En Sant Denis, capital de La Reunión, le donaron una finca, y una renta anual de 100.000 francos, junto a los 250.000 dólares, que se cree llevaba escondidos en el equipaje. Francia, al no entregarlo a España, infringía el art.1º del Tratado 13.07.1925, por el cual ambas potencias debían tratar conjuntamente estas cuestiones. El 13.07.1926, último acuerdo Hispano-Francés en el que quedaban anulados todos los tratados, excepto el de las fronteras. El 9.10.1926, se da oficialmente por terminada la Campaña de Marruecos, y el 8.07.1927, se rinde El Jelipe, último rebelde del Rif. En 1928, finalizadas las operaciones militares, se aprobó en España un plan de obras públicas exclusivo para el Protectorado, dotado con ochenta millones de pesetas, de las de aquélla época. Las Oficinas de Intervención del Protectorado, a pesar de sus reducidos medios materiales, supusieron un gran impulso para la dinamización de la economía en el medio rural marroquí. La construcción y acondicionamiento de zocos, pozos, fuentes, puentes, granjas modelo, y ambulatorios, que eran pequeñas obras, pero con gran utilidad e impacto para las kábilas. Junto a estas obras, la repoblación forestal, la distribución de semillas y la actuación de médicos y veterinarios contribuyeron, en gran medida, a la definitiva pacificación del territorio, y a una rápida metamorfosis del campo marroquí. Durante las operaciones militares, en 1923 y de nuevo en 1925, el Gobierno de Primo de Rivera, aprobó sendos presupuestos extraordinarios para obras de infraestructuras, parte de las cuales se ejecutarían en Marruecos. A principios de los años cuarenta, el Gobierno aprobó varios presupuestos extraordinarios para reactivar la economía en el conjunto de España; fondos de los mismos se asignaron a obras en Marruecos. Los gestores españoles del Protectorado aprobaron un gran plan de obras públicas a financiar por varios presupuestos extraordinarios, basados en empréstitos con emisión de obligaciones. Este plan de obras públicas, independiente de sus ventajas a medio y largo plazo, estimuló el mercado de trabajo y dinamizó la economía de la zona. En el número extraordinario de la “Gaceta de África” de 1935, el delegado de Hacienda de la Alta Comisaría, Arturo Pita do Rego, hacía una comparación entre los ciento veintinueve impuestos existentes en España, con los tan solo cuarenta y tres vigentes en el Protectorado, que además tenían unas cuotas mucho más benévolas que las de la metrópoli.
Todo lo expuesto es, en síntesis, lo que se desarrolló en aquéllos años, y lo que España aportó a su Protectorado, que era el “Hueso del Yebala” y “La Espina del Rif”, que le sobraron a Inglaterra y a Francia en Algeciras; pero como esa comunidad rifeña dice que Nador es la región del norte de Marruecos que está: “...Marginada, sin hospitales especializados, ni recursos para el beneficio de la población local”, yo les aconsejo, a poder ser, que debieran comprobar si en la famosa “Lista Falciani”, del banco HSBC, hay algún nombre de la familia real de Rabat, con depósitos de “pasta gansa”, y le obliguen a sacarlo, y con ese “jurdó” construyan ese hospital, que tan necesario es para esa comarca. Lo digo, por ejemplo: para que las mujeres marroquíes den a luz a sus vástagos en Marruecos, su país, y no en el Melilla, España, éste un hospital colapsado, en parte por ese motivo, y por las operaciones quirúrgicas de compatriotas suyos; que no estaría nada mal, ¿no creen?.
Por ese motivo yo también reclamo, pido, exijo, quiero y deseo, con toda mi alma, que esta gente reconozca, y pida perdón por ello, que aquél rebelde nacionalista con su beneplácito, con su conformidad y aquiescencia, permitió las matanzas en las distintas posiciones donde se rendían nuestros soldados, ya que una vez éstos habían entregado las armas, cansados, depauperados, hambrientos y enfermos, salían por las puertas de dichas posiciones, las hordas cobardes, asesinas y criminales, sin ninguna piedad ante la indefensión que se veía en nuestros soldados, éstos fueron cruelmente asesinados a puñaladas, empalados, violados, quemados, cazados a tiros y descuartizados en los alrededores de las distintas posiciones. Como ya saben los componentes de esa comunidad, en mi ciudad, Melilla, existe un Cementerio, donde se hallan enterrados la gran mayoría de aquéllos Héroes, que para mí siempre serán además de Héroes: Mártires, porque sufrieron cruel martirio, después de su rendición. Capítulo aparte es el maltrato dado a los prisioneros. Así que si ellos piden “Un impulso de humanismo” y “recibir una reparación” para los descendientes de sus heridos en la hipotética “guerra química” de hace un siglo, yo les exijo a ellos, ya que aún no he leído por su parte ni una sola palabra de petición de perdón a los descendientes y a todos mis Héroes y Mártires, que sí murieron masacrados por las hordas asesinas de aquél rebelde.
También tiene su enjundia, que el Gobierno del PP en España, que ha incumplido todo lo que prometió, recortando la Sanidad, la Dependencia, la Educación, cerrando salas de hospitales, restringiendo becas, y los licenciados, médicos y enfermeros, que nos han costado una “pasta” a todos los españoles, y han tenido que ir a buscarse la vida en otros países, que esta gente reclamen un hospital ¿oncológico? en Nador; claro eso sí, pero que lo pague España. La verdad es que ante tamaña desfachatez y cinismo yo, con el puño derecho cerrado y el dedo corazón enhiesto, les haría en dos movimientos marciales, un gran corte de manga; pero por haber recibido una exquisita educación cristiana, y una sólida formación en un colegio de balde (antiguo Grupo de Ataque Seco), y ser “Licenciado por las Universidades de las Ágoras Públicas”, no lo haré; pero créanme que me quedo con las ganas.



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