28 febrero 2015
Leo en este periódico
que un partido, que no se ha presentado a las Elecciones Europeas,
que se denomina “localista”, propone que en Melilla se implante
un Campus de la Universidad de Granada, para ofertar Titulaciones,
como las relaciones del Mundo Árabe, o del Mogreb. Dice que Melilla
está en una situación privilegiada que comunica África con Europa,
para que así pudiera acoger foros internacionales, congresos, y
jornadas (imagino que serían todas académicas). De esa manera la
ciudad podría contar con universitarios europeos, como de países de
África, y por supuesto de nuestro vecino. Hasta ahí yo creo que
todo es muy loable, muy digno de alabanza, por lo didáctico, y sobre
todo por lo cultural, y dando vía libre al acercamiento a las
distintas culturas que llegaran a visitarnos. Pero claro, que habría
que tener en cuenta que si en Melilla existen en la actualidad
algunos “quintacolumnistas”, léase: moros marroquíes, que no
paran de dar el coñazo con la “entrega”, que no “devolución”,
de la ciudad a Marruecos; y al otro lado de la frontera otros tantos
de sus cofrades, que yo bauticé como “airgamboys”, que dijeron
que estaban dispuestos a invadirnos por las bravas, (creo que dijeron
que solo les bastaban 500 para hacerlo). También acuérdense de los
cabrones que se llevaron el brazo de Estopiñán, con nocturnidad,
cortado con una motosierra, y una grúa; y también los que tiran
piedras, insultan y agreden a nuestros policías, que prestan sus
servicios en la frontera. Otros, con elucubraciones gilipollescas,
que se iban a llevar los Leones del Congreso, porque éstos están
fabricados con el acero de los cañones incautados a los moros en la
Guerra de África (1859-1860). También hay que decir que los
hipotéticos estudiantes, sobre todo los que provinieran de nuestro
vecino, que se matriculasen en ese “Campus”, no serían tan
salvajes, y tan soplapollas, como sus compatriotas “lanza piedras”,
faltaría más. Otro “pero” que habría que exponer: Qué
opinarían estos estudiantes sobre que el chelja sea una lengua
cooficial, junto al castellano, en las instituciones de la ciudad.
Porque si lo llegasen a apoyar, yo voto porque se vayan a estudiar al
Llano Amarillo, a Zeluán, o a Segangan, por ejemplo, ya que en esos
lugares, debe haber la tira de terrenos para edificar, y materia
prima en cacúmenes, para inculcar cualquier Cultura, con mayúsculas.
¡Ah!, y no se olviden de los inmigrantes que saltan la valla; que
eso es harina de otro costal, un problemón que España, Marruecos, y
la Unión Europea, tendrían que resolver antes de construir ese
Campus Universitario en la ciudad. Yo creo que estos señores del
partido “localista”, hacen estas peticiones muy musicalizadas
para que los lectores, u oyentes, las lean, o escuchen, como una gran
sinfonía, cuando lo que verdaderamente es una partitura abstracta,
que lo mismo un oboe toca en do mayor y al compás de tres por
cuatro, que la flauta travesera, con la misma tesitura lo hace en fa
mayor, y en compasillo; y los bombardinos, trombones, helicones y
tubas, acompañan en plan marcha militar, en dos por cuatro; o sea,
una música mala, mala de aburrirse, sin pie ni cabeza.
En Málaga, respecto a la
palabra “Trinidad”, existen varias denominaciones; están las
calles Trinidad, Barrera de la Trinidad, y la Calzada de la Trinidad;
junto al antiguo Cuartel y el Convento, ambos con el mismo nombre de
la Trinidad. Todas estas ubicaciones se hallan en el populoso Barrio
de la Trinidad, barrio que antiguamente era denominado “De los
Panaderos”, por la cantidad de panaderías que se hallaban en el
mismo. Así que, parafraseando a Gregorio Sánchez, “Chiquito de
la Calzada”, nacido en la Calzada de la Trinidad, junto al Cuartel
y al Convento, y como he titulado el escrito: ¡Cuidadín, cuidadín!,
señores políticos.
Es mi opinión.
UNAS CAMISETAS DEL ATLÉTICO DE MADRID
El martes 27 de mayo,
recibí un correo de Juanjo Florensa, con tres escritos suyos en
sendos diarios de Melilla. En los tres refiere que el sábado 24,
día del partido Real Madrid-Atlético de Madrid, unas amigas suyas
lo llamaron muy indignadas, desde Madrid, porque habían observado,
en una tienda de ropa, unas camisetas de éste equipo, en cuyo
pectoral se lee: “La historia se escribe latido a latido”, y en
la espalda: “Campeones de Liga 2013-2104”, con un mapa de la
Península, y las Islas Baleares y Canarias, con el escudo del
Atlético de Madrid como fondo, pero sin los dos “puntitos”, que
hacen referencia a nuestras dos ciudades hermanas: Ceuta y Melilla.
Dices bien Florensa, que según la alusión que hacen en la
propaganda, la historia se escribe latido a latido, que al parecer
esta gente ha obviado, o no tiene ni puta idea, que nuestra ciudad
está incorporada a la Corona de España desde 1497, haciendo que su
omisión, a tu entender, que yo comparto, es un desprecio a los
“colchoneros” de Ceuta y Melilla. Aunque creo que el desaire se
lo hacen a toda España.
Yo, como muy bien sabes,
todo lo que se refiere a nuestra ciudad, aunque parezca algo poético,
lo siento en la fibra más sensible de mi ser, por eso me adhiero a
tus comentarios, y lamento el disgusto de tus amigas que rechazaron
comprar esa camiseta. También, como no estudié para diplomático,
sino en el Colegio de Ataque Seco; pero tengo que decir, por si sirve
de algo, que una vez anduve por la Av. Juan XXIII de Madrid, donde se
halla la Escuela Diplomática, que algo es algo, Institución que
pertenece al Ministerio de AAEE, cuyo titular es familia de nuestro
General Margallo. Yo voy a expresarme en Román Paladino, pero no en
plan barriobajero, sino en el de Ataque Seco, barrio modestito en
aquéllos tiempos.
Tú Juanjo, te preguntas
quién tendrá la responsabilidad, de ese error tan antiespañol,
viéndose afectada la propia marca “Nike”, multinacional de EEUU,
que equipa a ese club. Bueno, pues yo descarto la culpabilidad de
esta empresa, porque creo que haría el trabajo que le dijeron que
llevara a cabo; a quienes culpo es a los imbéciles que la diseñaron,
que a lo mejor están nadando en la ignorancia, presumiendo de saber,
y como todo gilipollas habrán pensado que saben algo de geografía,
y de historia de su país, y por ende de nuestra ciudad, y no saben
una mierda. Sobre los colchoneros de Melilla, yo les aconsejo que
envíen algunas cartas a su club, en plan protesta, y a ser posible
diciéndoles que tienen un mosqueo de cojones, y que rehagan esas
camisetas. De momento yo, como con cabrearme solo va a dar lugar a
que la tensión me suba unos grados más, y hacerle una réplica a
estos mierdas, no conduce a nada, desde estas líneas, les digo alto
y claro: ¡Analfabetos, incompetentes, necios, papanatas, ignorantes
supinos y crasos, -de las dos clases-; y también Bucéfalos, como se
llamaba el caballo de Alejandro Magno, que más o menos anda
incorporado a la gran “familia” de los gilipollas. Y si hay
alguien que desea adornar, con algún otro sinónimo este escrito,
pues que se meta en el DRAE y lo diga muy alto. Todo el que me
conoce sabe que mi deseo es que todos mis artículos sobre la
españolidad de Melilla, y sus Héroes, caigan sobre los lacerados
corazones de esos compatriotas como bálsamo lenitivo.
Juanjo: espero que mi
opinión al respecto haya sido de tu agrado. Y parafraseando a
Groucho Marx, con sus famosos principios: Esta es mi opinión, y si
no interesan, tengo otras más voluminosas.
Recibe un cordial saludo.
DATOS SOBRE LA PARROQUIA DE SAN AGUSTÍN (y II)
Siguiendo con el anterior
artículo, y mismo tema, cronológicamente tenemos:
Año 1912.- Parroquia y
capillas existentes en la ciudad de Melilla: Parroquia de Ntra. Sra.
de la Concepción (Melilla la Vieja), Capilla del Cementerio
Municipal, Capilla del Colegio de las Hermanas Franciscanas del Buen
Consejo, ( no confundir con las actuales), y Capilla del Colegio de
los Hermanos de La Salle en C/ Gral. O´Donnell nº 28.
05.10.1912.-Nueva capilla en el Barrio “Del Real”. 27.02.1913.-
La imagen de San Agustín es expuesta en un escaparate de un negocio
del barrio Del Real; lo que años después se descubriría que la
imagen en cuestión era la de San Nicolás de Bari. 09.03.1913.- Se
anuncia la inauguración de una Capilla dedicada a San Agustín de
Tagaste, por iniciativa del Sr. Vicario Eclesiástico, y Párroco de
la Iglesia del Pueblo, D. Miguel Acosta Algarra. Tras la celebración
de la Santa Misa, se procedió a la Erección de las Estaciones del
Vía Crucis, por el Sacerdote Fray Ildefonso de Cuenca, Guardián del
Convento de Capuchinos. La imagen del Santo fue donada por el Sr.
Espinosa, ( la que resultó ser San Nicolás). 15.03.1913.- Se
produjo la inauguración oficial de la Capilla de San Agustín. Año
1917.- Inicio de las procesiones en los barrios Del Real e Hipódromo,
en honor de Ntra. Sra. del Carmen. Era Coadjutor de la parroquia de
Ntra. Sra. de la Concepción (El Pueblo), el sacerdote diocesano D.
Francisco Belmonte. Año 1918.- A partir de este año la nueva y
única parroquia de Melilla llevará por título: Nuestra Señora de
la Concepción y Sagrado Corazón; usándose indistintamente las dos
iglesias y las capillas de los barrios. 11.04.1918.- Celebración del
Viernes de Dolores en la Capilla de San Agustín. 12.04.1918.- Se
pretende construir una nueva iglesia en el barrio Del Real sobre una
superficie de 400 metros cuadrados, según proyecto del Ingeniero de
la Junta de Arbitrios D. Ramón Abenia, en terrenos del Parque de
Obras (entre el refugio y el cine del Real).
13.04.1919.- El Sacerdote
Diocesano Manuel Martí Pinazo es nombrado encargado de la Capilla de
San Agustín. 13.04.1919.- El Gral. Presidente de la Junta de
Arbitrios de Melilla (antecedente del Ayuntamiento), cedió el local,
Escuela de Niñas, situado en la calle 18 de Julio (actual Calle de
La Legión), para la celebración de los cultos de Semana Santa,
dadas las escasas dimensiones de la capilla. 12.04.1919.- Bendición
del altar e imagen de Ntra. Sra. del Carmen, por el Vicario
Eclesiástico Sr. Casasola, asistido por el coadjutor de la Parroquia
del Sagrado Corazón, Sr. Guerrero, y del Capellán Castrense Sr.
Pérez Corrales. La ceremonia se desarrolló a las 11 horas de la
mañana del domingo día 12. La imagen fue costeada por la Compañía
de Mar de Melilla, siendo la iniciativa de la suscripción popular
del Sr. D. Cándido Lobera Girela, Director de “El Telegrama del
Rif”. 24.10.1919.- Los vecinos de los barrios Del Real e Hipódromo
solicitan una IGLESIA para sus barrios. Año 1920.- Se traslada la
capilla de San Agustín a su actual ubicación, un barracón de
Intendencia, cedido en un principio por el Ejército. Era Vicario
Eclesiástico, y Párroco de “Ntra. Sra. de la Concepción y
Sagrado Corazón de Jesús”, D. José Casasola. 04.01.1921.- Real
Orden Circular, del Rey Alfonso XIII, disponiendo que en los
Hospitales Militares de los Territorios de España en Marruecos
(Protectorado Español), se establezca el servicio de Hijas de la
Caridad de San Vicente de Paúl. 15.07.1921.- Bendición de las
campanas de la nueva capilla de San Agustín, situada en la calle
Ceuta. Fueron costeadas por suscripción popular de los vecinos de
los barrios Del Real e Hipódromo, y bendecidas por el Vicario
Eclesiástico, Sr. Casasola, auxiliado por el Coadjutor Padre Flores.
Dª Eleuteria Silvestre, madre del Comandante General, madrina de
bendición, no pudo asistir por enfermedad. 16.07.1921.- Fue
procesionada la imagen de la Virgen del Carmen, por los barrios Del
Real e Hipódromo. La procesión fue presidida por el coadjutor Padre
Flores, y acompañada por los hermanos de La Salle. Agosto de 1921.-
Tras el Desastre de Annual, y el derrumbamiento de la Comandancia
General de Melilla, el Rey Alfonso XIII, mando 52 Hijas de la Caridad
para atender a los heridos en las antiguas posiciones militares de
Marruecos, así como los que eran trasladados a la ciudad. Las
Hermanas de San Vicente, llegaron con el Ejército hasta el propio
campo de batalla. 1921.- Llegan Sacerdotes de la Congregación de la
Misión para la atención de los heridos y de las propias Hijas de
Caridad. Septiembre de 1925.- Las Hijas de la Caridad acompañan al
Ejército, en calidad de enfermeras, participando en el llamado
“Desembarco de Añhucemas”. Fueron condecoradas por el Ejército.
08.07.1938.- Ampliación de la capilla de San Agustín. En un
principio fue la mitad del edificio, y posteriormente la totalidad
de la nave. 10.10.1938.- La Capilla de San Agustín queda erigida en
COADJUTORÍA FILIAL DE LA ÚNICA PARROQUIA DE MELILLA, en la persona
del Rvdo. Padre Rafael Marcos Gutiérrez; siendo Vicario Eclesiástico
de Melilla D. Sebastian Carrasco Jiménez. 08.12.1938.- El día de la
Inmaculada Concepción, el Padre Marcos procede a tomar posesión de
la coadjutoría filial. 25.12.1939.- El Obispo de Málaga procede al
desdoblamiento de la única parroquia de Melilla. 29.12.1939.- El
Obispo de Málaga crea el Arciprestazgo de Melilla y Plazas Menores,
erigiendo cinco nuevas parroquias: Sagrado Corazón de Jesús,
Purísima Concepción, Ntra. Sra. de la Medalla Milagrosa, San
Agustín, y Santa María Micaela del Santísimo Sacramento.
Esto que han leído en
los dos artículos, referentes a la Parroquia de San Agustín, son el
verdadero trabajo de campo y documental, que durante más de cuarenta
años ha llevado a cabo José Luís Blasco López. Y ahora si alguien
quiere hacer una tesis sobre el mismo le ruego, como es preceptivo,
que cite la fuente, y si no que la haga sobre la fornicación del
Mono Narigudo, (Nasalis Larvatus), que se halla en peligro de
extinción.
DATOS SOBRE LA PARROQUIA DE SAN AGUSTÍN (I)
Hace unos días veía una
fotografía de la Iglesia de San Agustín, en una página de este
periódico, y me dije: ¡Andá!, pero si es la Iglesia donde me casé,
hace la tira de años: y la verdad es que me alegré un montón, qué
quieren que les diga. Lo que ya no me gustó tanto es lo que leí a
continuación sobre su historia, donde el autor de ese artículo
juntaba las “churras con las merinas”; haciendo un batiburrillo
de nombres y fechas, dando la impresión de haber oído unas campanas
sin saber en qué espadaña estaban colgadas. Tengo que decir que
debido a mis rígidos hábitos mentales, que suelo practicar muy a
menudo, me permiten descubrir demagogia en muchos de los artículos
de opinión que suelo leer. Entonces llamé a mi amigo José Luís
Blasco, que como saben es experto en temas eclesiásticos, gran
historiógrafo, archivero y bibliotecario, rogándole que me enviase
todos los datos que han sido publicados sobre ese templo; aunque yo
tengo la gran mayoría de ellos, pensé que siempre es bueno
contrastarlos, para que los lectores, no se llamen a absurdos
malentendidos; y como siempre, muy solícito, casi a vuelta de
correo, aquí tienen ustedes esos datos fidedignos. Dice este
articulista, historiador?, y muy cierto es, que algunos datos sobre
esa Parroquia los podemos encontrar en el Callejero de la Asociación
de Estudios Melillenses: “Historia de Melilla a Través de sus
Calles”, que esa asociación publicó en 1997. Claro que lo que él
no sabe, es que esos datos los aportó José Luís Blasco López,
cuando desempeñaba la Presidencia de la Asociación de Estudios
Melillenses, datos que copió literalmente de la obra de Enrique Moya
y Casal, titulado: “Melilla Piadosa y Tradicional”, publicado en
Melilla, en 1954. Haciendo un breve repaso de la historia de esa
parroquia, hay que decir que hace 102 años de la 1ª Capilla de San
Agustín, situada en General Villalba, frente al Mercado; y erigida
por el Vicario Eclesiástico D. Miguel Acosta Algarra, en 1912. Hace
94 años de la 2ª Capilla, situada en calle Ceuta, (barracón de
Intendencia), erigida por el Vicario Eclesiástico D. José Casasola,
en el año 1920. Hace 93 años de la llegada de los Padres Paúles,
en calidad de Capellanes de las Hijas de la Caridad en los Hospitales
de Guerra, con motivo del Desastre de Annual, en 1921. Hace 76 años
del retorno de los Padres Paúles a Melilla, al Barrio Del Real, en
1938. A este barrio se le denominó en honor del General D. Pedro Del
Real y Sánchez Paulete. A mi me gusta nombrarlo con la contracción
de la preposición “Del”; aunque otros prefieran omitirla y
decir: Barrio Real, y va que chuta. Hace 76 años de la Coadjutoría
Filial de la Parroquia de Ntra. Sra. de la Concepción y Sagrado
Corazón de Jesús, en la persona del Padre Paúl, Rafael Marcos
Gutiérrez. (08.12.1938).-Hace 75 años de la Erección Canónica de
la Parroquia de San Agustín, (29.12.1939). Hace 75 años de la
Erección Canónica de las Parroquias: Sagrado Corazón de Jesús,
Purísima Concepción, Ntra. Sra. de la Medalla Milagrosa; San
Agustín, y Santa María Micaela del Santísimo Sacramento. La única
de Melilla se desdobló en cinco parroquias, además de crearse el
Arciprestazgo de Melilla y Plazas Menores. Yo observo que casi todos
los artículos de este “preclaro” escritor, nada más aparecen en
las páginas de este periódico, ya llevan una perdigonada en una de
sus alas, lo que comúnmente se llama: “tocado del ala”; nacen
moribundos sin la congruencia necesaria para que sean creíbles.
También les noto alguna paradoja pamplinosa, contradicciones
arbitrarias, mezcladas con antojos y caprichos, en un galimatias de
frases felices, pero absurdas. Año 1912.- Parroquia y capillas
existentes en la ciudad de Melilla: Parroquia de Ntra. Sra. de la
Concepción, (Melilla la Vieja), Capilla del Cementerio Municipal,
Capilla del Colegio de las Hermanas Franciscanas del Buen Consejo,
(no confundir con las actuales), y Capilla del Colegio de los
Hermanos de La Salle en C/ Gral. O´Donnell nº 28. 05.10.1912.-
Nueva capilla en el Barrio Del Real. 27.02.1913.- La imagen de San
Agustín es expuesta en un escaparate de un negocio del mismo barrio;
lo que años después se descubriría que la imagen en cuestión era
la de San Nicolás de Bari. 09.03.1913.- Se anuncia la inauguración
de una Capilla dedicada a San Agustín de Tagaste, por iniciativa del
Sr. Vicario Eclesiástico, y Párroco de la Iglesia del Pueblo, D.
Miguel Acosta Algarra. Tras la celebración de la Santa Misa, se
procedió a la Erección de las Estaciones del Vía Crucis, por el
Sacerdote Fray Ildefonso de Cuenca, Guardián del Convento de
Capuchinos. La imagen del Santo fue donada por el Sr. Espinosa, (la
que resultó ser San Nicolás). Año 1912.- Parroquia y capillas
existentes en la ciudad de Melilla: Parroquia de Ntra. Sra. de la
Concepción (Melilla la Vieja), Capilla del Cementerio Municipal,
Capilla del Colegio de las Hermanas Franciscanas del Buen Consejo,
(no confundir con las actuales), y Capilla del Colegio de los
Hermanos de La Salle en C/ O´Donnell nº 28. 28.09.1930.- Procesión
de San Agustín. 02.12.1930.- Novena a la Inmaculada, predicando los
sacerdotes capuchinos, Padre Marcelo de Chauchina y Padre José de
Castro. 15.12.1936.- D. Pablo Estefanía Ortega, misionero de San
Vicente de Paúl, sacerdote en la Parroquia de las Islas Chafarinas.
Año 1938.- Los Padres Paúles se establecen en un piso de la calle
Valladolid, cerca de la capilla de San Agustín, encargándose de su
culto.
(Continuará)
NOSTALGIA DE UNA CAMPANA QUE YA NO TAÑE
La última vez que estuve
en Melilla, tuve la impresión de que la campana: -campanilla de
esquilón-, que está en el atrio de la puerta de entrada al
Cementerio, nadie la tocaba; cosa que me chocaba un poco, porque
casualmente pude ver en un entierro, que permanecía silenciosa, y no
como aquéllos clásicos “toques a muerto”, que yo escuchaba
siendo un chaveílla, por los cercanos eucaliptos. Hace unos días,
por curiosidad, me puse a investigar sobre el tema de los nombres de
las campanas de Melilla, y recordé ésta pequeña del Cementerio.
Pregunté a un amigo, y me confirmó lo que yo supuse: que esa
campana ha dejado de tañer. Y claro como yo soy un poco
tiquismiquis, me hago la siguiente reflexión: Si cuando la
trasladaron desde la antigua Ermita de Ntra. Sra. de la Victoria, al
Cementerio de San Carlos, en la Alcazaba, y de este al actual, La
Purísima, junto a los restos que estaban allí enterrados, estamos
hablando del año de 1531. O sea, que dicha campana, si ha tenido
ese recorrido puede tener la friolera de 483 años. Ahora que los
científicos que hay en Melilla, tomen buena nota y que consulten a
la Asociación de Campaneros de Valencia, y les proporcionen los
datos que figura en la misma; ya que con subirse a una escalerita, y
lean lo que está grabado, es suficiente para saber el nombre del
fabricante, fecha de fabricación, y también el nombre de la misma;
porque no sé si sabrán ustedes que en nuestra ciudad hay censadas
más de cincuenta campanas, junto a las de las Islas y Peñones.
REPLICA A UN HISTORIADOR DE OJANA
Todo buen escritor sabe
que para hacer una réplica se debe contar con argumentos a favor, o
en contra, de otra argumentación que se proponga hacer. En general,
en la defensa de un trabajo escrito hay que defender, ante el lector,
el resultado de una investigación determinada. En la mayoría de los
casos, conformada por especialistas sobre el tema a discutir, siendo
el principal propósito, demostrar un conocimiento amplio sobre el
tema, así como argumentos sólidos y bien fundamentados y, por
supuesto, citando siempre la fuente (sic). La réplica o defensa de
un trabajo escrito es el resumen de los principales puntos de la
labor que se ha hecho; sin embargo, no se trata de leer un simple
resumen, a la ligera, sino de adecuar la información presentada por
escrito a un formato oral; es decir, la réplica sería un nuevo
trabajo escrito pensado para presentarlo ante un público, como son
los lectores de este periódico. Por ello, es fundamental considerar
los aspectos formales de la exposición, así como de su enunciación:
modular el tono de voz, en este caso dejar que el ingenio brille en
la ortografía, y que no se parezca a una fea cacografía. En un
medio, en plan de colaboración, como el que nos prestan en estas
páginas, la réplica, o defensa del trabajo escrito, es un género
muy utilizado como método de evaluación, porque permite examinar el
conocimiento, y el dominio que tiene el colaborador sobre el tema en
particular. Por ello el replicante tiene la ineludible obligación de
presentar sus argumentos de la mejor manera que pueda, y sepa, si es
que sabe. Estas cualidades, que al parecer carece nuestro
historiador de ojana, es la que debe utilizar en todas las áreas, de
su cortito conocimiento. Es muy importante recordar que la réplica
que siempre hace este “insigne, ilustre y preclaro escritor”, la
hace de manera escrita, por lo que debe mantener la atención de
nuestros lectores. Por ello, si me permite aconsejarle, que su
trabajo debe estar estructurado de manera que facilite la comprensión
para que pueda ser atractiva.Creo que también debiera tener en
cuenta varias cosas: como es estudiar y conocer en profundidad cada
detalle de su trabajo, sin “copia y pega”, y repito algo muy
importante, que cite las fuentes donde ha extraído sus
informaciones; para que así pueda llevar a cabo, con fluidez y
seguridad, su arduo trabajo. Otros pueden hacerle las siguientes
recomendaciones: Modular el tono de su escrito, sin divagaciones,
proyectar seguridad, cordialidad, respeto y flexibilidad; y sobre
todo dejar aparte la figura de “pavo real”: “Porque yo soy
historiador”. Pues muy bien, y yo licenciado en las Ágoras
Públicas....., y qué cojones importa eso. Si echas en falta “esos
predicadores que se lanzan a los cuatro vientos proclamando lo bien
que escriben -sin tener abuela-, sobre los que copian los datos
históricos de una ciudad como Melilla, y reclamas una buena política
en defensa del patrimonio cultural de la ciudad, y con absurda
magnificencia preguntas a los lectores si alguien sabe, o quiere
saber, si la Plaza de España es centenaria. Y al final dices que te
criticarán, concediendo al “criticón”, una pequeña porción de
protagonismo, y como guinda del pastelito nos dice, que somos unos
pobres ignorantes. Verás, “so mascabrevas”: Cuando se escribe en
un medio como este, no debes hacer esa absurda pregunta; si tú crees
que hay personas que ignoran los años que hace de la inauguración
de esa emblemática Plaza, pues escríbelo tú, porque ya que
perteneces a una asociación que estudia las cosas de nuestra
Historia, podrás informarte en “Cuadernos de Historia de Melilla”,
(A. E. M., 1988, páginas 119 a 122). Y sobre esos “predicadores
que se lanzan al vuelo....”, tú bien sabes que este que escribe
lleva más de una década “dan-do-por-cu-lo”, como vulgar mosca
cojonera, o mangangá, sobre los temas: Losa Funeraria de Monte
Arruit, que ya está en el sitio que le corresponde, la retirada del
nombre de Napoleón, en nuestras calles, que no me hacen ni puto
caso, la de la calle Pedro Segura, que nadie sabe a ciencia cierta
quién fue, mi perenne petición para que denominen al Cementerio:
“Cementerio Nacional de Héroes”, que tú quisiste subirte al
carro, y alguien te dijo que no-nes, y que empujaras en la batea; las
réplicas que suelo hacer a cierto colectivo que, sin ningún
derecho, reclaman que el chelja sea cooficial en la ciudad que tú
estás disfrutando. Y para que veas que mi madre me proporcionó una
buena leche, que aún mantengo dulce, como la miel de mejorana, te
voy a regalar una cosita para que la copies y la tengas siempre junto
al teclado de tu ordenador, y es: Una frase insignificante, trabajada
delicadamente, y bien torneada por nuestro DRAE, y engastada en uno
de tus artículos con humildad, respeto y modestia, la convertirás
en una alhaja literaria; que es lo que todo escritor desea. Esto no
es de “copia y pega”, es de mi propiedad.
YO TAMBIÉN QUIERO QUE MOHAMED VI PIDA PERDÓN A FELIPE VI (y 8ª)
Como
ahora hay gente que desea que España pida perdón por los errores
que cometió hace siglos, es mi ardiente deseo, como creo que muchos
de ustedes también lo quieren, proponer a ambos monarcas, Felipe VI
y Mohamed VI, que fijen una fecha, para visitar las tumbas y
Panteones de La Purísima, en Melilla, (España); y en la cima del
Monte Abarrán, cerca de Dar Buimeyán, en el Rif, (Marruecos),
coloquen una gran lápida, y un pebetero encendido las 24 horas del
día, en la que se pueda leer en árabe clásico y castellano, (en
chelja, que lo pongan cuando inventen su grafía), que en esos campos
hubo una guerra atroz, y que esperamos que jamás vuelva a suceder.
Así de sencillo. Por el gas del pebetero, no debieran echar cuenta,
porque estoy seguro que las bombonas las pagaría España, como
siempre ha hecho con nuestros vecinos; porque si nos remontamos a
aquéllos años cuando se decía, que en el Rif, quien desfila
primero es el Banco de España, a continuación la Policía y
Regulares, y finalmente, los españoles. Quizás sea una ilusión,
pero bueno, y qué; ¿es que no podría ser así?, y no querer
obligar a nuestro monarca a que le pida perdón al vecino.
Ante
todo lo expuesto, durante estos artículos, yo me hago la siguiente
reflexión, por supuesto muy humilde: En el hipotético caso de que
España haya cometido todo lo malo que se le acusa: ¿no ha pagado ya
lo suficiente, al acoger a cientos de rifeños, durante siglos, en su
mayoría en la segunda mitad del pasado siglo, (años 80), en nuestra
ciudad; de los que muchos de sus hijos, nacidos en Melilla, España,
son tan españoles como un servidor?. ¿Es que vamos a olvidar a
todos nuestros Héroes y Mártires que están enterrados en nuestro
Cementerio?, que dieron sus preciadas vidas para que en la actualidad
podamos disfrutar, todos juntos, en una ciudad española, con la
cultura occidental, y con un régimen democrático, distanciado a
años luz de nuestros vecinos. ¿Vamos a olvidar a los enfermos
rifeños (marroquíes) que son curados, y a las mujeres de la misma
nacionalidad, que paren en nuestro hospital?. ¿Vamos a olvidar el
art. 5º H del Estatuto de la Ciudad?. ¿Vamos a olvidar las
agresiones que sufren nuestros policías en la frontera, como el de
hace pocos días, en el que uno de nuestros agentes sufrió una
puñalada en una mano por un cabrón indeseable?. ¿Vamos a olvidar a
los “airgamboys” mierdosos, que lanzan piedras a nuestras Fuerzas
de Seguridad, en Beni Enzar?. ¿Todo eso, lo vamos a olvidar, y
pelillos a la mar?; y encima, que nuestro Rey le pida perdón a
Mohamed VI. Bueno, pues va a ser que no, al menos por mi parte,
porque yo no olvido nada de eso. Así que repito: O Mohamed VI pide
perdón a Felipe VI, por las masacres que llevó a cabo su rebelde
Abdelkrím, o que ambos, con toda su parafernalia y séquito, se
“encajen” en el Panteón de Héroes de la Purísima, y luego
marchen a todo lo alto del pelado e inhóspito Monte Abarrán, y en
ambos lugares griten al unísono: “¡¡SE ACABÓ!!”. Ya sé,
hombre, ya sé que es una utopía pero, joder, estaría cojonudo.
Johannes
Kepler, un alemán del siglo XVI, astrónomo, físico y matemático,
dijo: “La verdad es hija del tiempo, y no siento ninguna vergüenza
en ser su partera”. Pues yo, como un humilde “junta-palabras”,
tampoco siento bochorno alguno en sacar a la luz todo lo que mi
Patria, mi País, ha hecho de bueno, durante siglos, por nuestros
vecinos.
YO TAMBIÉN QUIERO QUE MOHAMED VI PIDA PERDÓN A FELIPE VI (7ª)
or
otra parte yo creo que, en toda España, no hay un lugar donde exista
esta inmensa memoria de nombres y fechas escritas con lágrimas y
sangre, de tanto heroísmo como en nuestro Cementerio de La Purísima.
La
frase que dice: “El pueblo que honra a sus héroes, y a sus
mártires, se honra a sí mismo”, yo, como españolito corriente y
moliente, siempre la he tomado como lema, pero con tanta humildad y
pudor, que a veces creí que cometía una indiscreción cuando les
obligaba a todos ellos a “manifestarse”, con nombres y apellidos,
en estas páginas, por medio de las “Cartas desde la Purísima”.
Y también lo que, desde hace más de una década, vengo reclamando a
las autoridades, para que denominen a nuestro Camposanto: “Cementerio
Nacional de Héroes, La Purísima Concepción”.
Y
ahora viene la pregunta del millón, que muchos españoles de raza y
de corazón, nos hacemos: ¿A quién deben reclamar los
descendientes, hijos y nietos, de nuestros Héroes y Mártires?,
porque estoy seguro que haberlos aún háylos por ahí, que fueron
capturados, asesinados y masacrados cobardemente, después de su
rendición en las distintas posiciones como Monte Arruit, Drius,
Tarfesit, Igueriben, Zeluán, Annual, y tantos blocaos, repartidos
por esas agrestes e inhóspitas tierras, desconocidas para aquéllos
soldaditos españoles: ¿Se la pedimos a los descendientes del
rebelde, reformador y presidente de esa seudo-incipiente-república
rifeña?, ¿Se la pedimos a Mohamed VI ?, o mejor, si les parece,
quitamos al “Soldado de las Campañas”, con su salacot, y su
mirada al Gurugú, que lleva haciendo guardia, en la Plaza de España,
desde la II República, y en su lugar colocamos a Sidi Mohamed, aquél
Emperador del famoso Sitio, que duró cien días (1774-1775); y ya
que estamos en el ajo, pues bajamos a Estopiñán, con su gonfalón
de los Medina Sidonia al viento, en El Pueblo, y colocamos a ese
señor, de mirada incierta, y vestido con su chilaba parda. Estoy
seguro que del Cementerio de La Purísima saldrían lágrimas de
dolor y de pena, rodando Castelar abajo, ya que sus muertes en
defensa de la españolidad de Melilla hubieran sido baldías, por la
felona acción de los que permitieron esos hechos, como de los
asesinos harqueños de Abdelkrím.
Así
que yo, ante eso, también quiero, y solicito de S. M. Mohamed, que
pida perdón a mi Rey Felipe, por las muertes de españoles,
acaecidas, durante los más de cinco siglos que mi ciudad es España,
y muy en particular los que sucumbieron en la llamada Guerra del
“Desastre de Annual”.
Y
ahora, mis queridos lectores, si me lo permiten, solicitando vuestra
benevolencia por el largo artículo que, por su extensión, he
fraccionado en ocho trozos, debo decir que en nuestro Cementerio de
La Purísima, hay enterrados miles de españoles, en el que la gran
mayoría son militares, Héroes y Mártires, de los que buena parte
de ellos lo están en fosas comunes. Y digo Héroes porque dieron
sus vidas por nuestra Patria, y Mártires porque miles de ellos, una
vez que se rindieron, desarmados, enfermos y depauperados, en sus
posiciones, fueron vilmente masacrados; y que solamente los
recordamos, en obligados cumplimientos y conmemoraciones, varios días
al año; en los que en esas fechas, los componentes de un partido
local, que cobran de lo que pagamos todos, con nuestros impuestos,
jamás han acudido a rendirle el merecido homenaje; y yo digo: y para
qué, porque si no sienten en sus almas ese calor de gloria patria,
como los demás componentes políticos, y de tanta gente de a pié,
que hay en la Ciudad, pues que se queden en sus casas, que ninguna
falta hacen.
Tengo
que decir que cuando escribo sobre el Cementerio, de sus Héroes y de
sus Mártires, siempre ejerce en mi corazón una influencia sedante.
Pero cuando leo a alguien que, por su crasa ignorancia, porque se
hace el lipendi, (que no es supina), ha escrito algo, que a mí me
parece peyorativo o despreciativo, siento que la adrenalina se me
dispara, dando lugar a estas reflexiones que hago. Quizás suene a
algo cursi, si les digo que cada vez que subo a nuestro Cementerio, y
fijo mi mirada en La Matrona España (El Ángel), con la Corona de
Laurel en la mano derecha, y en la izquierda, la Palma del Martirio,
que les ofrece a todos los que descansan bajo sus pies, ese aroma de
Gloria que embalsama el aire, siempre se me aparece como una pequeña
recompensa a mis pensamientos de sensibilidad, como el sonido de un
violín ocioso, interpretado por una mano profana en ese bello arte
como es la música.
(Continuará)
YO TAMBIÉN QUIERO QUE MOHAMED VI PIDA PERDÓN A FELIPE VI (6ª)
En
Febrero de 1925. Abdelkrím ataca al Raysuni y envalentonado, lo hace
contra unas posiciones francesas de Uazán y Uarga. España y
Francia, para obrar en común contra Abdelkrím, se reúnen en
Madrid, y terminan en los acuerdos de Julio de ese año, en los que
se determinan las fronteras, vigilancias marítimas y terrestres, y
lo más importante, la cooperación militar entre las dos naciones.
13
de Abril de 1925. Cuatro mil moros rompen el frente francés y llegan
hasta 30 kms. de Fez.
19
de Mayo de 1925. Abdelkrím prepara un frente de ataque que abarca
200 kilómetros.
26
de Mayo de 1926. El coronel francés Corap es el encargado de recibir
la rendición de Abdelkrím, aceptando las condiciones que exigía
éste de respetar las vidas de él y su familia. Hamido El Wazzni fue
el que intervino para que se llevara a buen término la rendición.
27
de Mayo de 1926. En Targuist, Abdelkrím se entrega al General
francés Ibos. Mas tarde el General Boichut lo recibió cortésmente,
“como sólo Francia sabe dar la bienvenida a un enemigo conquistado
que ha dado pruebas de cualidades militares”(sic). El 30 de ese
mismo mes firmaba en Taza la rendición oficial.
Junio
de 1925. Representantes de España y Francia se reúnen en Madrid
bajo la presidencia de Gómez Jordana y Louis Malby para decidir un
plan conjunto de acción de los dos países. También en ésta
ocasión Francia salió ganando, como siempre, al ocupar los dos
tercios de Beni Serwal.
4
de Junio de 1926. Abdelkrím es deportado, junto con parientes y
varios de sus líderes, a la isla de la Reunión. Se cree que fueron
al exilio junto a él, 27 personas, entre ellas figuraban un ex
regular llamado Buhut, el tensamen El-Yaqubi, la madre del líder,
sus dos esposas Thaimut y Fátima con sus tres hijos y su hija, un
pariente llamado El-Heriro, y su propio hermano Mohamed Hamed. En
Sant Denis, capital de La Reunión, le donaron una finca y una renta
anual de 100.000 francos al año, junto a los 250.000 dólares que se
cree llevaba escondido en el equipaje. Se ha escrito mucho sobre la
ayuda que tuvo por parte de varios países occidentales, influyendo
éstos en muchas decisiones militares llevadas a cabo por Abdelkrím.
Francia, al no entregar Abdelkrím a España, infringía el artículo
1º del Tratado de 13 de Julio de 1925, por el cual ambas potencias
debían tratar conjuntamente estas cuestiones.
13
de Julio de 1926. Último Acuerdo Hispano-Francés en el que quedaban
anulados todos los tratados, excepto el de 25 de Julio de 1925 sobre
las fronteras.
10
de Julio de 1927. El General D. José Sanjurjo y Sacanell, Jefe del
Ejército de Operaciones, desde su Cuartel General en Bab Taza
anuncia el final de la Guerra de Pacificación en Marruecos. Un mes
antes, los días 16, 26 y 29, se ocuparon Draá el Assef, Yebel
Yessana, Yebel Taria, y, de mas importancia, el célebre Yebel Alam,
-La Meca de Occidente-. Entre otras cosas, el General Sanjurjo dijo:
“Todas las fatigas y todos los peligros tienen su recompensa con la
satisfacción que ha de produciros el saber que en quince meses de
campaña, al derrotar la rebeldía, habéis ocupado y dominado
treinta y nueve kábilas completas y las fracciones que quedaban por
ocupar de otras doce; habéis cogido al enemigo cuarenta y dos mil
fusiles, ciento treinta cañones, doscientas treinta y seis
ametralladoras, ocho morteros, cinco fusiles ametralladores y
abundante material de guerra y municiones, y habéis pacificado y
organizado un país hasta hoy indomable, anárquico y rebelde a toda
organización y mando”.
18
de Noviembre de 1927. Muere el Sultán Muley Jussef. El Consejo de
Ulemas designa sucesor a su hijo mas joven, Muley Hamada. Siendo éste
tan joven para las tareas de gobierno es asistido por el Gran Visir
El Mokri.
(Continuará)
YO TAMBIÉN QUIERO QUE MOHAMED VI PIDA PERDÓN A FELIPE VI (5ª)
El
23 de agosto de 1921, la Directiva del Colegio de Nuestra Señora del
Carmen, dirigido por los Hermanos de las Escuelas Cristianas, -La
Salle-, avisó a los padres de los alumnos que el curso 1921-1922,
tanto para la 1ª Enseñanza, como para las clases de Bachillerato,
comenzarían el 1º de septiembre en el local del Patronato de Acción
Social, C/ Actor Tallaví nº 18. Así que, si los vecinos de ese
inmueble leyeran estas líneas, deben saber que su domicilio, hace
noventa y tres años, sirvió de escuela en el curso 1921-1922. Y si
me apuran, creo que en esa casa aún existe una hornacina donde
estuvo expuesta la imagen de la Virgen, y en la actualidad hay un
retablo cerámico de la Virgen con el Niño. También, después de
varias décadas, la Organización de la Cruz Roja, agradeció a los
Hermanos de las Escuelas Cristianas, la entrega de su Casa, y sus
instalaciones como Hospital de Sangre, para que albergaran a los
heridos de guerra.
24
de Octubre de 1921. Las columnas de Sanjurjo, Berenguer y Cabanellas
habían recuperado Monte Arruit. Los soldados, horrorizados, se
encontraron con la macabra situación de ver desperdigados por toda
la posición unos tres mil muertos insepultos, entre ellos había
hombres, y mujeres violadas y empaladas, junto a niños. Este
descubrimiento tan atroz y salvaje, llenó de estupor e indignación
a toda España, demandando más responsabilidades por la magnitud del
desastre que junto al de Annual, se había cobrado cerca de 20.000
muertos.
El
25.10.1921, es enterrado el Capellán del Alcántara 14, D. José
Campoy Irigoyen, muerto gloriosamente en Monte Arruit.
En
noviembre de 1921, los Capuchinos de Melilla, Fray Emiliano María de
Revilla, Capuchino de Castilla, en Melilla, los Hermanos de las
Escuelas Cristianas, los soldados presbíteros, que eran los miembros
de Ordenes Religiosas haciendo el Servicio Militar en Melilla, y los
sacerdotes castrenses, se hicieron cargo del traslado y entierro de
64 cadáveres de soldados en descomposición, almacenados en el
depósito del Cementerio. El Sacerdote, Capellán y Administrador del
Cementerio, Francisco Ontiveros, se lo pidió al Presidente de la
Junta Arbitrios de Melilla. (Periódico “La Constancia”, San
Sebastián, sábado 19/11/1921). Y creo que no recibieron medalla
alguna por ese hecho; a pesar de que nadie se atrevió, ni tuvieron
la gallardía, de darles sepultura como a cualquier cristiano que
ofrece su vida por nuestra Patria.
El
10 de noviembre de 1921, D. Francisco Matellán del Valle, 2º
Capellán, cayó muerto gloriosamente en Zeluán.
El 1 de Febrero de
1923, casi 19 meses han sido necesarios para que los prisioneros de
Abdelkrím puedan volver a sus casas. Horacio Echevarrieta, amigo
personal del rebelde por sus relaciones en la compañía minera
Setolazar, fue el encargado de llevar a cabo el trueque de
prisioneros, con el consabido regateo por parte rifeña. La demanda
de éstos era de 4.000.000 de pesetas y la liberación de 300
prisioneros rifeños. Echevarrieta se presentó solamente con 30
rifeños a los que sumó 7 que estaban en Ceuta. En principio se
logró el rescate de 142 españoles a cambio de 1.000.000 de pesetas.
Más tarde se entregaron 7 rifeños y 2.000.000. Una vez que las dos
partes estaban de acuerdo, Abdelkrím reclamó entonces 200.000
pesetas, por gastos causados por los prisioneros durante su
cautiverio; esta cantidad tuvo que ser pedida a Melilla con toda
urgencia. La insatisfacción y la mala fe eran, en esta última
exigencia, claramente una burla hacia España. Prometiendo la
liberación de nuevos rifeños, los prisioneros españoles pudieron
embarcar en el “Antonio López”. Ese mismo día Abdelkrím se
proclamó Emir “Príncipe” del Rif en todas las mezquitas y
zocos. Sobre esta acción por parte de Abdelkrím existe un
comentario de aquéllos años años que dice: “No
es posible haya negociadores mas a propósito que los moros para
alargar las conferencias, para evitar lo que no les acomoda, para
mostrarse convencidos y luego volver a la cuestión y para repetir
sin cansarse sus argumentos, por más que se los hayan destruidos”.
También había un proverbio rifeño que decía: “El resto de las
kábilas danzan al son del tambor de los Waryaghli (Beni Urriaguel)”.
Yo
creo que estaba claro, lo poco caballeroso, y la mala fe de este
individuo, ¿no?.
15
de Julio de 1923. Diego Saavedra, Secretario de Estado para asuntos
del Marruecos Español envía una carta a Mohamed Azerkán, encargado
de Asuntos Exteriores de Abdelkrím, en la que decía que no habría
ninguna negociación para la instauración de un Estado Rifeño, y
mencionaba el Tratado de 1912. Las negociaciones se limitarían,
única y exclusivamente, al comercio, industria y agricultura entre
las kábilas rifeñas, proporcionando asistencia material y moral por
parte del Majzén y la potencia protectora. El 24
de Julio de 1923, Mohamed Azerkán contesta a Saavedra diciendo que
se ve obligado a informarle que sus condiciones son rechazadas, ya
que la Carta del Secretario de Estado español le ha parecido un
ultimátum. Dice que el Estado del Rif nunca ha reconocido el
Protectorado impuesto por las potencias extranjeras, y hace
referencia al Tratado de Versalles, donde se dice que todo pueblo
debe tener las doctrinas humanas y legales de ley universal. Al
final, y con el carácter guerrero de los beniurriagueles, dice que
morirá hasta el último hombre en defensa de la instauración del
Rif.
(Continuará)
YO TAMBIÉN QUIERO QUE MOHAMED VI PIDA PERDÓN A FELIPE VI (4ª)
1º
Se volverán a colocar postes en los puntos que señalaron los
Ingenieros españoles y marroquíes en el Acta Internacional que
levantaron el año pasado de 1862 en cumplimiento del Artículo 2º
del Convenio de 1859, confirmado por el Artículo 5º del Tratado de
Paz de Tetuán. Los que arranquen o destruyan estos postes serán
severamente castigados y el poste destruido será repuesto por el
Bajá del Rif con asistencia del Gobernador de Melilla, o de un
Delegado suyo.
2º
Habiendo S. M. el rey de Marruecos resuelto indemnizar a aquéllos de
sus súbditos que tiene propiedades dentro del territorio cedido a
España, a fin de hacer la entrega de dichas tierras a S. M. la Reina
de España, a quien corresponde en pleno dominio y soberanía, se ha
convenido en que todos los súbditos de S. M. Marroquí que se hallen
en aquél caso saldrán del territorio español y abandonarán sus
propiedades que pasarán a ser propiedad de la Nación Española.
Dichos súbditos marroquíes
serán expulsados inmediatamente del territorio español.
Las
autoridades españolas de Melilla no les consentirán bajo ningún
pretexto, que se establezcan de nuevo en ellas, pues esto pudiera ser
motivo de disturbios en la frontera. En este punto quedarán las
cosas en Melilla en el mismo estado que se hallan en Ceuta.
3º
A fin de evitar las cuestiones a que necesariamente daría lugar la
entrada de los moros del campo para visitar la mezquita que hay
dentro de los límites en el lugar llamado Santiago, dicha mezquita
será destruida y arrasadas las higueras y chumberas que la rodean.
La destrucción de la mezquita y limpia de del terreno circunvecino
se hará por las tropas marroquíes o por los habitantes de las
tribus.
4º
Los súbditos marroquíes no podrán, bajo ningún concepto, entrar
armados en territorio español fronterizo a Melilla. El Ministro de
España declara que el contraviniese a esta disposición después de
haberse puesto en ejecución el presente acuerdo, perderá sus armas,
que quedarán en poder de las autoridades españolas. En fe de lo
cual, los infrascritos lo han firmado por duplicado en el Campamento
de Dra-es-Seyet a 14 de noviembre de 1863. Firmado, Francisco Merry
Colom. Firmado, El Abbas, a quien Dios guarde”.
La
demarcación de la línea divisoria trazada por el Acta de 22 de
junio de 1862, se llevó a efecto inmediatamente después de firmado
el acuerdo de 14 de noviembre de 1863, colocando los postes o mugas
marroquíes a presencia de los Comisionados nombrados con este objeto
por los dos países, según aparece publicada en la Gaceta de Madrid
de 29 de noviembre del mismo año”.
Dicho
esto, y prosiguiendo con el tema principal de estos artículos, como
son los “Perdones entre los Reyes”, en
Monte Arruit se erigió un monumento a la memoria de muchos de los
caídos en la rendición. Existen varias fotografías de color sepia,
donde se puede leer: “A
la memoria del comandante D. Wenceslao Sahún Navarro; Teniente de
Intendencia D. Ricardo Iglesias González; soldado de Ingenieros D.
Jesús Díaz Collado; cabo Cesáreo Iglesias; soldados Claudio de
Rosas, José Bernabé y Gregorio Escudero. Los paisanos D. Manuel
López Vega, D. José Pérez Alonso y D. Juan Moreno Aragonés. Que
defendiendo este edificio desde el 24 de Julio hasta el 2 de Agosto
de 1921, sitiados por los rifeños dieron sus vidas por la Patria. La
Brigada Disciplinaria a sus heroicos compañeros. Año de 1922”.
(Continuará)
YO TAMBIÉN QUIERO QUE MOHAMED VI PIDA PERDÓN A FELIPE VI (3ª)
Por cierto, y para
aclarar todo lo que respecta a la frontera, y la franja de “Tierra
de nadie”, que debe existir en toda la línea fronteriza, y que
Marruecos se ha apropiado, por el careto, con la absurda anuencia de
nuestros Gobiernos; al menos el que le toque, debiera obligar a
nuestro vecino a trasladarse al lugar que le corresponde, según el
Acta
de Demarcación de los Nuevos Límites de la Plaza de Melilla, y su
Campo Neutral. Acuerdo relativo a su conservación, que firmaron en
español y árabe. La primera en Tánger 21 de Junio de 1862, y el
segundo en el Campamento de Draá-Es-Seyet (frente de Melilla) a 14
de Noviembre de 1863. A fin de llevar a efecto la cesión del
territorio fronterizo a Melilla, estipulado en el Convenio de 24 de
Agosto de 1859, confirmado por el art. 5º del Tratado de Paz
celebrado en Tetuán a 26 de Abril de 1860 y por el art. 4º del
Tratado de Madrid de 30 de Octubre de 1861, S. M. la Reina de España
y S. M. el Rey de Marruecos han nombrado sus comisionados al efecto:
“Su
Majestad Católica a D. José López de la Cámara, Caballero de la
Real y distinguida Orden de Carlos III y dos veces de la Real y
Militar de San Fernando; Teniente Coronel Graduado de Infantería,
Comandante del cuerpo de Ingenieros; y a Don Francisco de Paz y
Quevedo, Caballero de la Real y Militar Orden de San Fernando,
Comandante de Infantería y Capitán del cuerpo de Ingenieros. Y S.
M. Marroquí a Si-Ahmed, hijo de Mukadem, Capitán de Ingenieros,
S-Abdel-lab, hijo de Mukadem el Arbi Fennisch el Salé. Capitán de
Artillería. Si Al-lel, hijo de Hache Bil-Lah el de Mogador, y el
Hache Muhammed, Zuibar el de Salé.
Los
cuales debidamente autorizados, han procedido a hacer el trazado de
los límites, así en lo relativo al territorio jurisdiccional de
Melilla, como la extensión del campo neutral, en la forma siguiente:
La línea del nuevo territorio español fronterizo a Melilla, límite
de la jurisdicción española, parte de un punto de la playa arenosa
al sur de la Plaza, y distante de ella 2.900 metros contados en dicho
rumbos, desde el Torreón de Santa Bárbara (Plaza de España).
Dicho
primer punto
se dirige con rumbo Norte 34º Oeste, en una extensión de
1040 metros, en cuyo extremo cambia dirigiéndose al Norte y 86º
Oeste en una extensión de 1.100 metros.
Norte
990 metros, 55º Este 645 ´´, 32º Oeste 285 ´´, 26º Oeste 480
´´, 67º Este 155 ´´, 25º Este 420 ´´, 1º Este 140 ´´, 70º
Este 515 ´´, 8º Este 600 ´´, 29º Este 930 ´´, 60º Este 1.050
´´, 35º Este 515 ´´ y 63º Este 600 ´´. Terminando esta última
escarpada costa del Norte de la Plaza en cuyo punto concluye la línea
española. La línea extrema del campo neutral, o límite del
territorio marroquí forma otro polígono circunscrito al anterior,
cuyos vértices están respectivamente 500 metros más distantes de
la Plaza, contados en dirección de las líneas que unen éstas con
el saliente del Fuerte de Victoria Grande. Esta línea se considerará
límite del territorio jurisdiccional de S. M. el Sultán de
Marruecos, y en ella se establecerá la guardia de Moros de Rey que
previene el artículo 5º del Convenio de 24 de Agosto de 1859. Y
para que conste como ejecución de los Pactos internacionales, en
virtud de los cuales se hizo la cesión, los infrascritos autorizan
de común acuerdo la presente Acta de Demarcación, habiendo colocado
como señales provisionales diez y siete grandes estacas en los
puntos indicados anteriormente.
En
fe de lo cual los infrascritos Comisionados firman la presente en
cuatro ejemplares en los idiomas español y árabe, en Tánger a 26
de junio de 1862 de la Era Cristiana, correspondiente al 28 de la
Hadya de 1278 de la Egira. José López y de la Cámara, Francisco J.
de la Paz y Quevedo, Si Ahmed, Ben el Mukadem, Si Abd-al-lah, Ben
Muhammed el Arbi Fenniisch el de Salé, Si Allel, Ben el Hache
Bil-lah el de Mogador, Hache Muhammed Zuibar el de Salé.
Los
infrascritos. Francisco Merry Colom, Ministro Residente de S. M. la
Reina de España, y cerca de S. M. el Rey de Marruecos, S.A.R. el
Príncipe Muley El Abbas, Plenipotenciario Marroquí debidamente
autorizados por sus Gobiernos respectivos para arreglar, conforme a
los Tratados, las cuestiones suscitadas sobre los límites del
territorio jurisdiccional de Melilla, han convenido en los puntos
siguientes:
(Continuará)
YO TAMBIÉN QUIERO QUE MOHAMED VI PIDA PERDÓN A FELIPE VI (2ª)
Hay
que decir, que las kábilas que comprendían cada una de las dos
comarcas de esa región eran las siguientes: Senhaya de Srar, Zerkat,
Beni Hanus, Beni Bu Nesar, Beni Bechír, Bení Bu Chibet, Tagsut,
Beni Ahmed. El Rif, propiamente dicho: Beni Ammarl, Beni Bu Frah,
Beni Iter Bení G'Mil, Mestasa, Bení Seddat, Beni Urriaguel, Bocoya,
Ketama, Targuist, Beni Mesdui, Tensaman y Beni Tuzín. También
debemos saber, que una década más tarde, el
“gobierno” de la “República
Confederada de las Tribus del Rif”, liderada
por el rebelde Abdelkrím, estaba compuesto por: Abdelkrím El
Jatabi, Jefe del Estado o Príncipe del Rif, Sidna -Nuestro Señor-;
Mulay Abdeselam el Khatabi, 40 años, ministro de finanzas, y tío
paterno de Abdelkrím; Ahmed Budra, 38 años, ministro de la guerra,
con misión de suministrar recursos militares y reclutar gente para
la lucha; Mohamed Azerkan, 36 años, asuntos exteriores, marido de la
hermana favorita de Abdelkrím. Era apodado ”El Punto” por
mendigar en su niñez un punto -colilla-, a los soldados españoles.
Abdelkrím jamás se fió de su cuñado. Mohamed Hamar de Tensaman,
60 años, ministro de justicia, ejerciendo pésimamente su
ministerio. A Shaik el Jazid, 45 años, ministro de interior, se le
confió el mantenimiento de la unidad tribal; Mohamed Buhibar, 30
años, experto en política española y francesa; Mohamed Wuld Hadja
Cheddi, 25 años, segundo de Azerkan para exteriores y favorito de
Abdelkrím; Mohamed Muhamadi, 30 años, casado con otra de las
hermanas de Abdelkrím, era primer Secretario; ”Severa” de
Bocoya, ministro de marina y jefe de la flota de pequeños botes del
Rif. Según parece, puso minas en el desembarco de Alhucemas en favor
de España y Francia, muriendo poco después en extrañas
circunstancias. Hassan Ben Adel-Aziz, argelino, periodista y 2º
Secretario, entendía de política europea, amigo de Azerkan y
Bujibar. Nunca llegó a ganarse la confianza de Abdelkrím. La
bandera
de esa “República”, es roja con un rombo blanco en el centro,
dentro del cual hay una media luna de color verde, y una estrella de
seis puntas del mismo color. Se cree que esa estrella la tomó
Abdelkrím como referencia de una que poseía de su estancia en
Melilla.
El
10 de Agosto de 1921. Monte Arruit se rinde después de una heroica
defensa de 13 días. Algunos testigos presenciales, que se salvaron,
comentaron que, cuando los españoles iban saliendo por la puerta de
la posición, los moros los acribillaban a balazos, y a puñaladas,
formándose tal confusión por el terror de verse indefensos ante
tamaña traición y cobardía. Existen fotos que ilustran aquélla
felonía, después del desastre en todas las posiciones que se
rindieron, y que a continuación fueron masacradas. El 18
de Agosto de 1921, todos los que quedaron del Desastre y retirada de
Annual, llegaron a Monte Arruit. Entre ellos estaba el General
Navarro, D. Felipe Navarro, Barón de Casa Davalillos, que era 2º
jefe de la Comandancia General y Alcalde de Melilla, no lo pusieron
en libertad junto a sus compañeros de cautiverio, hasta el 27 de de
Enero de de 1923.
Abdelkrím,
haciendo el “paripé”, envió un pésame a la madre política del
oficial Velázquez, muerto pocos días antes. Este gesto por parte
del caudillo rifeño era debido a la mala prensa que tenía en la
Península, y otras partes del extranjero, por su leyenda negra de
torturas a prisioneros.
En
Monte Arruit se erigió un monumento a la memoria de muchos de los
caídos en la rendición. Existen varias fotografías de color sepia,
donde se puede leer: “A
la memoria del comandante D. Wenceslao Sahún Navarro; Teniente de
Intendencia D. Ricardo Iglesias González; soldado de Ingenieros D.
Jesús Díaz Collado; cabo Cesáreo Iglesias; soldados Claudio de
Rosas, José Bernabé y Gregorio Escudero. Los paisanos D. Manuel
López Vega, D. José Pérez Alonso y D. Juan Moreno Aragonés. Que
defendiendo este edificio desde el 24 de Julio hasta el 2 de Agosto
de 1921, sitiados por los rifeños dieron sus vidas por la Patria. La
Brigada Disciplinaria a sus heroicos compañeros. Año de 1922”.
Con
respecto a no atacar Melilla por parte de Abdelkrím, se ha corrido
mucha tinta y aún hoy mucha gente, que se supone, enterada en
política internacional, dicen que no atacó la ciudad porque sus
tropas estaban cansadas de tanto combatir. Yo estoy de acuerdo con lo
del agotamiento y tanta barbarie como llevaron a cabo contra los
indefensos soldados que se rendían. Lo que ocurrió, y él lo sabía
muy bien, es que, si hubiese atacado la Plaza, las repercusiones
internacionales hubieran sido graves para él; los partidos de
izquierdas españoles, contrarios a esa guerra y todo el poder de
Occidente lo hubieran destruido políticamente; y hoy, por razones de
reparaciones de guerra, quizás hubiéramos tenido la frontera en el
Atalayón, en vez de Beni Enzar.
(Continuará)
YO TAMBIÉN QUIERO QUE MOHAMED VI PIDA PERDÓN A FELIPE VI (1ª)
YO TAMBIÉN QUIERO QUE
MOHAMED VI PIDA PERDÓN A FELIPE VI (1ª)
A MOHAMED ABDELA ZIZ MOHAMED
La verdad, señor Mohamed, que su extensa réplica, llena de suaves
retrancas, cuando me dice que no tiene claro si me “produce
sorpresa o indignación”, el llamarse Mohamed; créame si le digo
que me es indiferente, como si se llamase Hermógenes; o si me pide
perdón por ser bilingüe: “porque también hablo tamazight, chelja
o como usted prefiera llamarlo”; por mí como si habla usted el
tupí del amazonas, o el kiswahili de Uganda. “En un colegio
público los maestros se esforzaron en enseñarme castellano, algo
aprendí”; y en mi familia también se esforzaron en enseñarme
chelja, y algo aprendí”. Pues mi enhorabuena. Claro que la
disyuntiva la tiene cuando en documentos anglosajones le piden cuál
es su lengua materna, y escribe “castellano y tamazight”, porque
puede razonar en los dos idiomas, porque eso enriquece a cualquiera
que sea bilingüe. Y a continuación me hace un aventurado juicio de
valor: “Pero claro que no creo que usted llegue a entender de lo
que le hablo, pues no sabe ni sabrá jamás que es esa sensación”.
Bueno quizás cuando estoy en los brazos de Morfeo, puede que mis
cinco sentidos los tenga en estado de letargo, pero ahora que estoy
tecleando mi contrarréplica, créame que los tengo en perfecto
estado de revista. No sabe si yo soy hijo de inmigrantes, él dice
que no lo es, y muy amablemente me recomienda: “Pero oiga no se
preocupe si usted es hijo o nieto de inmigrantes, no se preocupe en
absoluto, porque todos de una forma o de otra lo somos y es usted
bienvenido”. ¡Hombre!, no sabe usted lo que le agradezco esa
“bienvenida” que me hace a la ciudad que por primera vez vieron
estos zacais, que se los ha de tapiñar la tierra, que es la misma
que mis ancestros le hicieron a los suyos cuando llegaron a mi
ciudad, deseándoles una venturosa estancia. La emoción que me
embarga, hace que una lágrima asome por mis mejillas, y le digo:
Gracias, muchísimas gracias, querido conciudadano. Y sigue
afirmando que de lo que yo ni el “historiador más versado del ala
derecha de este país”, -qué querrá decir con el ala derecha-, le
va a convencer, es que en Melilla no se hablaba tamazight, o alguna
de sus formas primitivas, no antes de la llegada de los castellanos,
sino incluso antes de que llegaran los romanos. También cree que
Melilla debiera proteger ese idioma, afirmando que el tamazight es
un idioma de Melilla, y el que lo considere extranjero también
considera extranjero a la ciudad como tal. Item más: “Extranjero
es el inglés en Melilla, el francés, el catalán (sic) o el gallego
(sic). Esos son idiomas extranjeros en Melilla. Pero el tamazight
no, porque fue el idioma el que invadió la ciudad, que fue fundada
donde ya se hablaba ese idioma”. Así, sin más, y sin beber ni un
buchito de agua. Yo rogaría a los lectores que cuando hayan leído
esa afirmación no lo tomen a choteo, ni a cachondeo, y mucho menos
con regodeo, a ser posible emitan una sonrisa benevolente; porque si
este señor cree que el catalán y el gallego son extranjeros en
Melilla, sus razones tendrá. A su pregunta si me gusta pensar que el
chelja es marroquí, créame como bien me dice, que lo disfruto con
salud y además con felicidad, porque aparte de que lo pienso, lo
reafirmo con total rotundidad: El chelja es del Rif, marroquí, del
lugar de donde vinieron sus ancestros, que sí que fueron
inmigrantes, porque llegaron del extranjero a España, y no los míos
que llegaron de una ciudad española a otra de la misma nacionalidad.
Y sobre lo del catalán y el gallego que dice que son idiomas
extranjeros en Melilla, y por ende en España, pienso que como dice
el refrán: “Ha metido usted la patita hasta el corvejón”, o si
lo prefiere más fino: Se ha columpiado suavemente junto a su supina
ignorancia. Yo creo que los lectores tienen la última palabra, y
ellos sabrán dilucidar si dos lenguas peninsulares españolas son, o
no son, extranjeras en mi ciudad, Melilla, por ende España, que no
de España, -ojo con el matiz de la preposición “de”-, que no es
lo mismo mi anillo, que es mío, porque me costó un huevo, y lo
puedo vender, cambiar o regalar, que mi dedo, que es parte integrante
de mi cuerpo sandunguero; o sea, yo. Y sobre lo que refiere a que
Cándido Lobera manifestó, el “Desacierto de echar por tierra la
Mezquita de Santiago”, debo decirle que en el “Acta de
Demarcación de los nuevos Límites de la Plaza de Melilla y su Campo
Neutral”, firmada, la primera en Tánger, el 21/06/1862, y la
segunda en el Campamento de Draá-Es-Seyet -frente de Melilla-, el
14/11/1863, en su art. 3º dice: “A fin de evitar las cuestiones a
que necesariamente daría lugar la entrada de los moros del campo
para visitar la mezquita que hay dentro de los límites en el lugar
llamado Santiago, dicha mezquita será destruida y arrasadas las
higueras y chumberas que la rodean. La destrucción de la mezquita y
limpia del terreno circunvecino se hará por las tropas marroquíes o
por los habitantes de las tribus”. Así que si Cándido Lobera se
pronunció de esa forma sus razones, debido a las connotaciones de la
época, le obligarían a ello. Otra florecita que me lanza, y que le
agradezco de todo corazón, ya que le parece mentira que gente como
yo, que les deleito con con mi vasta (sic) cultura, con citas en
latín, de las que traduzco, hable del asedio al que un emperador
marroquí sometió a la ciudad en el XVIII. Bueno con respecto a
aquél Asedio (1774-1775), ese Emperador, hay que reconocer, fue un
poco tramposo, ya que solo quería la guerra por tierra, pero nuestro
Carlos III, con gallardía, le dijo que se fuera a hacer gárgaras, y
fíjese lo que ocurrió; pero bueno, eso es otra historia. Y ahora
vienen sus consejos, cuando me dice: “¡Pero hombre de Dios, ya
está bien!; ¿No tiene usted otra cosa sobre la que leer?”, que
hay literatura bélica a montones, y que ha habido guerras hasta
debajo del mar”, -creo que se refiere a la de los submarinos-. Me
recomienda “de corazón”, que lea “Seda” de Alessandro
Baricco, un libro muy amable que me vendría “muy bien para
endulzar un poco ese carácter” -el mío-. Hace varios años leí
ese libro, y me pareció que contenía muchos adjetivos relamidos y
cursis, y con una sutileza sobre los gusanos de seda, que el
protagonista, Hervé Joncour, traía del Japón en el siglo XIX.
Y si veo que no puedo aceptarlo, o no quiero, “por estar en su
salsa, que siga escribiendo sobre sus Héroes de la Purísima, que
vinieron a luchar contra esas hordas salvajes que no hacían más que
darse al saqueo y a la destrucción, y que hablaban alguno de los
idiomas salvajes como el tamazight”. Menos mal que esos escritos,
le molestan menos que mis “ideas sobre un idioma que no conozco, ni
conoceré jamás”, y que no hago ningún favor a la convivencia de
nadie en esta ciudad, y ni al enaltecimiento que tanto promulgo. Y
con un cordial saludo se despide como un conciudadano. Bueno, la
verdad es que por lo menos no me ha invitado a que me tome un vasito
de leche y me acostase, como me dijo una señora de su misma cuerda.
Terminada la exposición
y alguna que otra respuesta, le diré que aunque la sátira consiste
en rebajar al hombre hasta donde se merece, y un poco más yo, la
verdad, lo he encontrado bizcochoso y merengoso, hasta los juicios de
valor que me hace; aunque yo siempre procuro escribir con letras del
tamaño de mi corazón, chispita más o menos, y con pocos
preámbulos. También deseo pedirle, rogarle, y si lo prefiere se lo
suplico, que cuando se refiera a los Héroes, en plan peyorativo,
“estando en mi salsa”, le pido por favor que se ponga en pié,
con las palmas de las manos entre la cadera y los muslos, e incline
la testa con el gesto de humilde y sublime respeto, que les debemos a
todos los que están enterrados en sus tumbas y panteones, en La
Purísima, porque gracias a ellos usted, y la gran mayoría que
alcanzaron la nacionalidad española, en el siglo pasado y
principalmente en los ochenta, están disfrutando de una democracia
en un país libre.
PD Yo también le
recomiendo la lectura de un libro muy esclarecedor, que trata de la
tierra de sus ancestros, de su cultura, usos y costumbres: “Abd El
Krím y la Guerra del Rif”, de David S. Woolman No es tan meloso,
ni tan sedoso, como el del italiano, pero como ya le digo, debiera
ser el libro de cabecera de muchas personas, como usted, y de las que
padecen el síndrome de Estokolmo, o sin él, que haberlas háylas en
mi ciudad, Melilla. Y ahora viene el latinajo: “Vincit omnia
veritas”, que traducido a mi idioma: “La verdad lo conquista
todo”.
Y como el ser agradecido
es de bien nacido, reciba un saludo.
“MELILLENSES” NO NACIDOS EN MELILLA
Como los famosos
“Madrileños”, no nacidos en Madrid, que fueron Felipe II,
llamado “El Prudente”, que lo parieron en Valladolid; Rey que
fue el apogeo de los arquitectos españoles, como Juan de Herrera,
Juanelo Turriano, o Juan Bautista de Toledo, éste arquitecto de una
de las maravillas del mundo, ideado por ese monarca, como es el
Monasterio del Escorial.
También tenemos a Diego
Rodríguez de Silva y Velázquez, más conocido como Diego Velázquez,
pintor barroco, considerado uno de los máximos exponentes de la
pintura española, y maestro de la pintura universal, nacido en
Sevilla. Francisco
de Goya y Lucientes, sordo como Beethoven, pintor famoso por las dos
pinturas de sus “Majas”: una vestida y la otra en pelotas,
abarcando su obra la pintura de caballete y mural, el grabado y el
dibujo, pero sobre todos el que más influyó en los españoles, es
el de los fusilamientos del 2 de mayo en Madrid, por las tropas
napoleónicas; (no olviden que Napoleón tiene una calle en Melilla y
aún espero que la responsable municipal me conteste algo al
respecto). En todas estas facetas, Goya, desarrolló un estilo que
inaugura el Romanticismo; nació en Fuendetodos,
(Zaragoza).
También tenemos a Benito María de los Dolores Pérez Galdós,
conocido como D. Benito Pérez Galdós, novelista, dramaturgo,
cronista y político español. Su obra más célebre: “Episodios
Nacionales”, que abarca la Historia de España, y sus entresijos,
desde la “Batalla de Trafalgar” hasta “Cánovas”. Cuentan una
anécdota, atribuida a este insigne escritor, que trata cuando en su
vejez, se encontraba subiendo la escalera de un edificio oficial, se
cruzó con otra novelista, periodista, ensayista y crítica literaria
española, introductora del naturalismo en España, como fue Emilia
Pardo Bazán: ésta, muy cachonda ella, así lo saludó: “Adios
viejo chocho”; y claro que el canario, como tampoco se andaba por
las ramas, le soltó: “Adios chocho viejo”. También se comentaba
que ambos, en su juventud, habían sido “muy amigos”.
Bien,
pues igual que a estos grandes personajes nacionales, yo comparo a
Eduardo Sar Quintas, nacido en La Coruña, y a José Luís Blasco, en
Medina del Campo (Valladolid), que
con orgullo digo, y afirmo, que son dignos “Melillenses de Pro”.
Eduardo, es Cabo 1º de La Legión, y pertenece al Centro de Historia
y Cultura Militar de Melilla; es historiógrafo, autor y coautor de
libros de Historia Militar, Licenciado en Estudio Técnico Superior
de Comercio Internacional; y además colaborador con los Estudios de
Trabajo Social de la UNED, y miembro de la Asociación de Estudios
Melillenses. Y sobre José Luís
Blasco, debo decir, para que muchos melillenses sepan, y otros
recuerden, que lleva 40 años investigando todo el tema religioso que
ha habido en nuestra ciudad, años antes de su Conquista, hasta la
actualidad. Las “Cronologías Religiosas”, que este periódico
está publicando semanalmente, se hallan plagadas de datos, que mucha
gente estudiosa del tema, desconoce. José Luís es Protector del
Patrimonio de la Ciudad de Melilla. Lo que este hombre sabe, que por
humildad y prudencia calla, es digno de admiración. Pero yo,
convertido en un “mangangá”, he conseguido “arrancarle”
datos inéditos, para que este periódico publique artículos, que
por su valor histórico, merecen ser conocidos por los lectores,
amantes de la Historia de nuestra Ciudad. Y yo me pregunto: ¿Cómo
no se han acordado los responsables de las cofradías para que él
fuese el “Pregonero de la Semana Santa”?; si para eso el tío
está más que preparado, y se pinta solo. Claro que: “...... Eso
no me lo pregunte a mí que soy ignorante. Doctores tiene la Santa
Madre Iglesia que os sabrán responder”.
Pues que respondan, ¿no?. También sé que apenas lea esto voy a ser
yo el que reciba su particular “pregón”. Bueno, me importa un
carajote: “A palabras incoherentes, orejas con hipoacusia”. Y
como dijo un buen amigo mío, cordobés: el señor Lucio Anneo
Séneca, que vulgarmente conocemos, como Séneca: “Prefiero
molestar con la verdad que complacer con adulaciones”. Amén.
27 febrero 2015
EL “TONTÓDROMO” DE LA AVENIDA EN LOS 40, 50 y algunos de los 60
Muchos melillenses, que
hoy peinan canas, o que padecen una alopecia rampante en sus
molondras, o también que han cambiado los dientes por algunas
arrugas, recordarán cuando la Avenida, nuestra Avenida, la cerraban
al tráfico, y la mayoría de la juventud se reunía al atardecer
para ver y ser vistos. Hace algunos años leí que en muchas ciudades
y pueblos, a esas alamedas les llamaban: Tontódromos. En nuestra
ciudad, la Avenida como gran Tontódromo, las muchachas solían
pasear discretamente un poquitín maquilladas, y oliendo a colonia
“Maderas de Oriente”, de Myrurgia, -que a mí no me gusta-. El
peinado lo llevaban muy cardado, para parecer más altas, un tanto
antiguo, como se llevaba apenas terminó el “Gran Baile del 36”,
muchas señoronas de pololos y Sección Femenina, tipo “Arriba
España”, solían presumir. Las muchachas, muchas eran dependientas
de perfumerías, y bazares, oficialas y aprendizas de sastrería, se
daban unos bandazos desde la puerta del Banco Español de Crédito
hasta Muebles El Ajuar, y cruzando a la acera de la Ferretería
Cabanillas, saludándose apenas se volvían a ver, hasta el Bar
Canarias, de mi amigo Juan Cañas. A veces algunas actuaban de
carabina de la otra, o en tríos, pero siempre riendo; quizás la más
seria, era la menos agraciada y con “mu-ma-la-fo-llá”. Gozando
de las noches dominicales, los muchachos iban en grupo de cuatro o de
cinco; y los mayores, solteros y de mili cumplida, en pareja,
después de haberse “jincao”, dos o tres cervecitas en “Los
Caracoles”, junto a la “Droguería Vicente Martínez”, y con un
“Philip Morris” entre los dedos. Lo de las cervecitas, si eran
tres: “Esta ronda la pago yo, la otra tú, y la siguiente éste”;
ya que si éramos unos tiesos eso era lo que había, y se acabó. El
vocabulario era más bien bélico, como: conquistar, vencer su
resistencia, se me ha entregado, acosar, se me ha resistido, o me he
rendido a sus encantos. Entonces circulaban varios chistes de años
anteriores, de cuando había más hambre aún, que los viejos,
sotto-voce, solían contar. Dicen que en la II Guerra Mundial,
Hitler contaba que en Alemania habían representado la ópera
“Sigfrido”, de Wagner, con dos mil actores. Mussolini, en
Italia, ha representado “La Huida de Egipto”, con cincuenta mil
actores. Pues eso no es nada, dice el español: “En España
representamos todos los días: “Los Miserables”, con 23 millones
de actores”. Otro era que cuando el General Muñoz Grandes junto a
un general alemán recorría una formación de soldados españoles,
de la División Azul, y el alemán le preguntó extrañado por qué
los soldados tenían las manos en los bolsillos, en lugar de saludar
militarmente, cuando se cruzaban con ellos, según el reglamento: “Es
que tienen que sujetarse los cojones, porque les pesan mucho”, le
contestó Muñoz Grandes. Hace muchos años yo escribía estos
humildes versos hacia la juventud de aquéllos años grises, del
toque de clarín del “Parte”, de “Usted no sabe con quién está
hablando”, de los oportunos regalos de una cestita de huevos, un
pollo de granja, donde su padre y su madre picaban por las chumberas,
o una ristra de chorizos caseros, que allanaban muchas trabas en la
España burocratizada de la póliza por duplicado, el aval, y el
“vuelva usted mañana que el jefe no está”. En aquéllos años
del hambre, por si se torcía la noche, y no encontraban clientes,
las putas caras de Barcelona solían pedir en la barra donde
trabajaban: “Porto Flip”, que era una mezcla de Oporto, yema de
huevo y avellanas, que al menos alimentaba algo.
Los versos son: “La
Avenida tiene un encanto/ que las muchachas lucen./ el paseo es
obligado/ en las tardes de domingo/ los coches no pasan,/ y la
vigilancia militar/ observa quieta, mientras/ ellas se saludan cien
veces/ hasta el toque de retreta”. El toque de retreta era la hora
en que los soldados debían volver a sus cuarteles. Y ahora uno de
mis arrebatos al leer lo que proclaman los arribistas mierdosos: “Es
Melilla africana,/ es de edificios modernistas,/ es coqueta y
castellana,/ es andaluza, es mi tierra orgullosa,/ es española por
naturaleza”.
Y ahora como mangangá,
les digo a los señores políticos: A Napoleón, ¿Cuando lo van a
retirar de nuestro callejero?.
LA CALLE NAPOLEÓN Y SIMILARES
Yo sé que por ser un
mangangá, mosca cojonera, o un coñazo de tío, estos políticos no
me hacen ni puto caso, si acaso les aflora una falsa sonrisita; la
prueba la tenemos en que hace ya varios años que vengo reivindicando
la retirada de Napoleón de una de nuestras calles, para que coloquen
el nombre de mi profesor de música, D. Julio Moreno, que tanto hizo
por varias generaciones de niños melillenses, o sea, por la cultura
de la Ciudad, sin cobrar un céntimo y ellos, o ella: tararí que no
te vi. Si me lo permiten, también deberíamos reflexionar si los
nombres del Viento, Espalda al Viento, La Estrella, y otros nombres,
iguales de absurdos, deben estar en el callejero de una ciudad que ha
sido cuna de hombres y mujeres ilustres. Por mi oficio de Cartero
Urbano, de clasificador de poblaciones nacionales e internacionales,
y de calles en los distintos destinos que he desempeñado, yo siempre
creí, y estaba seguro de ello, que los nombres rotulados en las
mismas, si son de grandes filósofos, poetas, músicos, profesores,
arquitectos, descubridores, militares que glorificaron con sus vidas
la españolidad de esa ciudad estaban, por sus merecimientos, muy
bien colocados en sus esquinas; pero que a un señor, que poseyó una
flota de viejos autobuses, que “resoplaban renqueando” por la
“Cuesta de la Shell”, que cobraba sus viajes con la tarifa
estipulada; o a médicos, que por su trayectoria profesional
ejercieron, con aciertos y desaciertos, su digna profesión de
galenos, haciendo honor al Juramento Hipocrático, que también
percibían sus buenos dineros por sus consultas; también a una
persona que se manifestó, groseramente, haciendo burla y escarnio de
los que son distintos; a los seudo-periodístas, viejas
reminiscencias del pasado, -esto: ¡manda cojones!-, que durante
varias décadas, solo hicieron por la ciudad comentarios en la radio;
y ahora que las autoridades coloquen los nombres de algunos de ellos,
en varias esquinas de nuestras vías urbanas, como si hubiesen sido
grandes, y eminentes próceres, la verdad es que todo me parece una
burla, o cachonda tomadura de pelo, hacia los ciudadanos, que aún
conservamos las conexiones sinápticas en nuestro hipocampo, en
perfectas condiciones.
Ahora que dicen, -hasta
que no lo vea no me lo creeré, claro-, que van a retirar parte del
mamotreto vergonzoso del “León de la Avenida”, yo reclamo,
porque lo deseo, que la glorieta que quedase en ese lugar, llevara el
nombre del General D. Manuel Romerales Quintero, que siendo
Comandante General de la Ciudad, fue fusilado por los fascistas, al
no secundar el Golpe de Estado de julio de 1936; además que la
glorieta es el lugar donde en aquéllos aciagos, y luctuosos años,
se encontraba el Café La Peña, cuyo propietario también fue
fusilado. Yo pienso que, aunque tarde, al menos se haría justicia, y
algo se repararía. O quizás también al Aeropuerto darle el nombre
de aquél glorioso y mártir Comandante General: “Aeropuerto
General Manuel Romerales Quintero”. Un buen amigo me comentaba hace
unos días que al paseo marítimo de Horcas Coloradas, debieran
bautizarlo con el nombre: “Paseo Marítimo del Recuerdo”, y que
colocasen en plaquitas de lozas, varios nombres de personajes
populares que ha habido en la ciudad, nombres que todos conocemos, y
que serían recordados y glorificados a orillas del mar.
Yo tuve un compañero en
Correos, de la plantilla de Melilla, que ahora reside junto a los
Héroes y Mártires en la Purísima, muy cachondo él, que decía:
“En Melilla, uno se pega un peo, y le cuelgan una medalla en el
pecho, y le entregan una metopa que diría: A la memoria del céfiro
maloliente que Fulanito, soltó en la Avenida, esquina con Arturo
Reyes”. Dicho esto, y que aplaudo, yo me considero “ex cátedra”,
en condiciones de afirmar que todas las cosas agradables de nuestra
vida que dicen que son pecado, o carecen de educación, o engordan,
digo rotundamente que es falso. Por eso, según el Dr. Pancorbo
Morales, contra la mala leche, el desdén, y el menosprecio hacia el
semejante, siempre receta la risa, que tomada en sobredosis, puede
uno “partirse”, “troncharse”, o “mearse”, pero jamás
“morirse”.
17 DE SEPTIEMBRE DE 1497
Quizás
cuando estén leyendo estas líneas ya le habrán quitado el traje de
gala a Estopiñán, se habrán acabado los fastos de la Conquista de
Melilla, y seguramente los de siempre, no habrán acudido a esos
festejos. Y yo digo, que sus razones ancestrales tendrán; pero como
da la puñetera casualidad que cada mes se les ingresan unos
suculentos emolumentos abonados por todos nosotros, opino, creo,
estimo y entiendo que por educación, de la que recibimos en nuestros
hogares, y la formación que nos dan en los colegios, también de
ética y respeto a los ciudadanos que representan, -que algunos
desearán acudir, y no lo hacen por el qué dirán-, y a todos los
que no somos de origen rifeño, marroquí, debieran acudir al Pueblo
y rendirle el homenaje al hombre que hizo posible que ellos estén
hoy en día con sus culos sentados en unas poltronas percibiendo esos
dineros, que pagamos entre todos, y disfrutando de una democracia,
guapa de verdad. Porque ellos saben que esta conmemoración no es
solo para una parte de la ciudadanía, sino para todos los
melillenses, sean o no de origen rifeño, marroquí, porque es un
hecho histórico de España y por ende de Melilla. Mucha gente cree,
y yo también, que algunos desean reescribir, borrando lo que no les
gusta, inventando una nueva Historia de Melilla, comenzando desde la
década de los ochenta del siglo pasado, menospreciando la
emblemática fecha del 17 de septiembre de 1497, incluso los
seudo-intelectuales, que tienen el síndrome de Estokolmo, sin ser de
origen rifeño, que también los hay, con sus buenas catorce opíparas
cosechas al año. Pero debieran entender y meterse en sus cacerolas
de hueso, que la Ciudad de Melilla se conquistó para España, y no
para sus ancestros, hace ahora 517 años, y no desde la década de
los 80, que alguien insiste en que esa década sea una fecha
conmemorativa porque el Gobierno de entonces entregó DNI como
rosquillas. Y respecto a éstos años de los 80, también recordar
cuando un líder carismático (¿?) de esa década, reivindicaba
Ceuta y Melilla para Marruecos. Por otra parte, creo que mucha gente
desearía que fuesen al Emperador de Marruecos, Sidi Mohamed y sus
hijos, Muley Alí y Muley Maimón, quienes se les rindiera los
honores en vez de al Mariscal Cherlok, por los cien días que
bombardearon El Pueblo dejando 117 muertos (El Sitio 1774-1775); o
quizás al rebelde rifeño Abdelkrím, para mofa y escarnio de los
que murieron en esos barrancos de Annual, Monte Arruit, Igueriben, y
tantas posiciones, repartidos por esas tierras rifeñas. Yo creo que
si alguien se siente herido por esas “conmemoraciones de sangre”,
y posee la doble nacionalidad, o tener una letra en el primer dígito
de su DNI, que es estar entre Pinto y Valdemoro, o entre Beni Enzar y
la Hípica, que sea coherente con sus principios y rehúse a la
española; pero si tiene solamente ésta, que haga una profunda
reflexión, más o menos como un curso intensivo sobre la
Constitución y sobre el Estatuto de la Ciudad, pero sobre todo, y
sin patrioterismo chauvinista de ninguna clase, que jure solemnemente
la bandera nacional; mayormente por su significado, ya que es la que
nos representa a todos los españoles, incluso a ellos, y a los 117
que cayeron en aquéllos cien días, y a los que descansan en La
Purísima, masacrados y asesinados después de su rendiciones en esos
campos del Rif. Creo que hay personas que se preguntarían qué
haríamos con esos muertos, ¿los dejamos que corran por el sumidero
de nuestra Historia, y empezar en los años 80 como desean algunos, y
todo lo anterior borrado, y se acabó?: !y un carajo!. Si unas
personas con los derechos que la Constitución les otorga dicen que
esas conmemoraciones son actos de sangre, yo les digo: pues claro,
que fueron actos de sangre, uno de conquista y ciento y la madre de
defensa. Por eso se les debe el máximo respeto por parte de unos
representantes del Parlamento de la Ciudad Autónoma de Melilla, y se
olviden del manido complejo de víctima racial que emplean con toda
persona que no comparte sus opiniones, llamándolos racistas,
fascistas y xenófobos.
POR ENÉSIMA VEZ ESTOPIÑÁN, Y TODAS LAS QUE HAGAN FALTA
Un dirigente de la
oposición dice que el 17 de Septiembre, “....No refleja más que
un acto de conquista y una expresión de cruzada, algo que no conjuga
con la realidad de Melilla”. Para él sería lógico que el Día de
Melilla se celebrase el 13 de marzo, fecha de 1995 en que se aprobó
el Estatuto de la Ciudad, o el 6 de noviembre, día en que en 2007,
los Reyes Juan Carlos y Sofía, nos visitaron. Es respetuoso, eso
sí, pero “....Discrepa profundamente con los nostálgicos de esta
ciudad que viven equivocadamente, y que un año sí y el otro también
creen que hay que hacer una prueba de españolidad mirando 517 años
atrás”. También le entristece enormemente, (le entra morriña al
hombre), que tres autoridades ofrezcan una corona a Estopiñán; y
hace hincapié, diciendo que el 17 de Septiembre se celebra desde
hace 20 años, y al final pregunta: “¿ A quién conquistó
Estopiñán, qué sangre derramó, quiénes fueron los caídos,
quiénes los damnificados, y los héroes?.
Para comenzar yo le
preguntaría, por qué la Comunidad de Madrid tiene su día grande el
2 de Mayo, cuando su Estatuto fue aprobado el 25 de febrero de 1985.
¿No será porque el 2 y el 3 de Mayo de 1808 las tropas de Napoleón,
masacraron al pueblo de Madrid?, que Goya inmortalizó con sus
famosos cuadros de “Los Fusilamientos de la Moncloa”, y “La
Carga de los Mamelucos”; y que nuestra Consejera no le sale de su
papo (peinado antiguo) de retirar el nombre de Napoleón de una de
nuestras calles. Y si cree que debiera ser fiesta la fecha de la
llegada de SSMM, Juan Carlos y Sofía, también debe ser la del 2 de
mayo, que en 1904, días antes de cumplir los 18 años, que Alfonso
XIII, llegó a Melilla, para la inauguración del Puerto; o la del 7
de enero de 1911, que desembarcó en el Yate “Giralda”, para otra
conmemoración; o la de los días 5 y 6 de octubre de 1927, apenas
terminó “la Guerra del 21”, y que cualquier “nostálgico”
melillense preguntaría: ¿A cual de las cuatro fechas elegimos?,
porque ambos eran Reyes de España: uno era el abuelo, y el otro el
nieto. Y si “discrepa profundamente” de los nostálgicos que,
según él, vivimos equivocadamente, yo también discrepo desde una
abismal profundidad de él, y le digo que yo vivo muy acertadamente,
porque creo que desde la década de los 80 del siglo pasado, mucha
gente sí que vive muy equivocadamente, creyendo en la cacareada
interculturalidad de la ciudad, cuando sabe muy bien que la única
cultura que existe en Melilla es la europea, con la idiosincrasia
peninsular, que es la que siempre nos ha caracterizado como españoles
que somos; y si cada 17 de Septiembre echamos la mirada 517 años
atrás, es para recordar una cosa muy sencilla de entender: que
Melilla es España, y no de España. Y si a él le entra tristeza que
las autoridades le ofrezcan una corona a Estopiñán, a mí me da una
gran alegría; y si algún día no lo hicieran yo pensaría que eran
unos felones. Y si dice que solo hace 20 años en que se celebra el
día de la Ciudad cada 17 de septiembre, yo le digo, que más vale
tarde que nunca, porque debió hacerse hace siglos. Y sobre lo que se
refiere a quién conquistó Estopiñán, qué sangre derramó,
quienes fueron los caídos, los damnificados y los héroes, pues le
digo que fueron todos los que participaron en esa conquista y en la
defensa de sus murallas, durante siglos, y le repito: fueron los que
defendieron lo que él, y todos los que piensan como él, en la
actualidad están disfrutando de una ciudad española, con el cariño
y la ambición de “campanario repicante” de las “14 cosechas”
anuales. Sobre la españolidad que dice que muchos melillenses
tenemos, y que solemos hacer esa prueba mirando 517 años atrás, yo
le digo que el patriotismo no es ningún código de preceptos, sino
una disposición del ánimo, y si él no tiene esa disposición, pues
con su pan se lo coma. Manuel Azaña, que aparte de que fue un gran
estadista, también fue filósofo, abogado, escritor, y un gran
orador, dijo: “La Patria es una libertad y una creación de hombres
libres. Es una creación de hombres libres porque no abdican en ella
su conciencia personal, al contrario les sirve de garantía, y solo
en cuanto es tal garantía derraman su sangre para hacerla perdurar”.
¡Ah!, se me olvidaba: este hombre fue Presidente de la II República,
o sea, un republicano, y un rojo hasta las trancas.
Y para terminar debo
decirle a este político, que la muerte de los Héroes, los que
defendieron la españolidad de Melilla, suscita en muchos de nosotros
emociones muy vivas, y a veces hasta con efusión de alguna lágrima
de pena, que nos sirven como agua bautismal española, conservándola
en el vaso que la Patria dispone para que no se derramen sus
esencias, que tanta sangre ha costado, durante siglos, con la
excelsitud del sacrificio de tantos miles de soldados que se hallan
descansando en La Purísima. Así que, por favor, si ustedes no
desean acudir a rendir homenaje a Estopiñán, ni al Levantamiento de
“El Sitio” (1774-1775), pues no vayan, porque la verdad, y
créanme, es que no hace ninguna falta su asistencia; pero eso sí,
dejen de “marear la perdiz” cada año, y vivan felices.
Y ahora si me lo
permiten, lean unos versos que tuve el atrevimiento de escribir
mientras hacía mi servicio militar en Melilla: “En el Cementerio
de Melilla/ generaciones de héroes,/ en sus entrañas tiene./ Ellos
sabían, que morían/ lejos de su Madre Peninsular./ Esa sangre seca
y española/ es la bandera que alzo muy alto,/ para que todos la
vean ondear siempre/ y sepan recordar/ que esos españoles muertos/
viven en mi memoria/ y no tirados en el olvido/ por algunos
“compatriotas”/ que dicen ser/ hermanos nuestros”.