22 septiembre 2015
Pues sí señor: Que me
alegré muy muy mucho, por la nueva lápida que le han colocado a la
calle Explorador Badía. Se ve a la Consejera, sonriente como
siempre, con algunos vecinos orgullosos, con toda la razón, de saber
que una esquina de su calle va a seguir, esta vez adornada, con una
nueva placa, como se merece aquél catalán, (paisano de Gasol, de
Pujol, de Prím, y del Más....capullo), Domingo
Francisco Jorge Badía y Leblich, que fue militar y espía; pero más
conocido como Alí Bey, o Alí Bey el-Abbassi.
Haciendo
una pequeña sinopsis de su vida, hay que decir que en el año 1803,
por encargo, y financiado por Manuel Godoy, “El Choricero”,
emprendió un largo viaje por territorios musulmanes, haciéndolo
camuflado como príncipe sirio musulmán, descendiente de los
Abbasíes.
Sus viajes lo llevaron a Marruecos, Argelia, Libia, Egipto, Siria,
Turquía y Grecia. Visitando lugares en los que nunca antes había
estado un occidental; incluso la isla griega de Patmos,
donde mi tocayo, San Juan escribió el Apocalipsis.
Este viaje lo hizo como espía: Sí señor, muy espía y a la chita
callando, a sueldo de Godoy, con el fin de ganarse la confianza de
Muley Solimán y convencerle de que aceptase a España como protector
contra sus enemigos y, de no lograrlo, contactar con los enemigos y
empujarlos a una guerra civil para que luego España los invadiese.
O sea que el tío era un lince, y un liante de cojones, pero eso sí:
Siempre en favor de España. Por eso en Melilla tiene una calle con
el nombre de Explorador Badía, y aquí en Málaga como Alí Bey.
Por
el manifiesto silencio hacia mis reivindicaciones, creo que va a
llegar el día que, tanto la Consejera, Mohatar, o el Director,
Bellver, les dará la idea por cambiar la placa de la calle Napoleón
por otra más floreada y pinturera, y a pié de calle, en
declaraciones a la prensa dirán algo así, como: “Esta nueva placa
se descubre merecidamente al Glorioso General, más joven de Europa
de su tiempo, héroe de la Batalla de Austerlitz, en 1805, su gran
obra maestra; en Jena en 1806, y en Friedland en 1807. General
invasor de nuestra Patria, que causo la muerte, solo en la Batalla de
Talavera, de 7000
de los suyos, más de 5000 ingleses, y 1200 españoles. Pero
lamentablemente sus campañas en Rusia y en nuestro país fueron sus
grandes fracasos, saliendo por los Pirineos haciendo ¡Fú!, como los
gatos al pisarles el rabo”. Lo de ¡Fú!, es cosa mía.
Por
otra parte hay que decir que la calle Explorador Badía, no se
encuentra en El Rastro, sino en el Barrio del Carmen. Al menos eso es
lo que figura en el Callejero de la Asociación de Estudios
Melillenses (AEM); y también lo que cree cualquier melillense que
peine canas, desde que viste pantalones por la rodilla; como este
que les escribe.
Item
más: A mi compañero Salido, le sugiero que revise el Nomenclator de
España, y comprobará, que aparte de Majadahonda, que imagino le
“colocaron” el nombre por estar situado en un lugar hondo en
medio del campo, refugio de los pastores y de su ganado por las
noches, durante las épocas del pastoreo. Cosa distinta a una buena
“Majá”, que es una mierda como el sombrero de “Yon Vaine” en
“Río Bravo”. Pero si quiere, yo le recomiendo que se relea la
“Geografía Postal Nacional”, que estudiamos antes de nuestra
incorporación en Correos, donde figuran los nombres: Follanza, en La
Coruña; Los Folletines, en Granada; Cucazorras, en Málaga; El Cuco
en Albacete; La Polla, en Ávila; San Figdoso, en León; La Tortilla,
en Jaén. Y ahora, si es capaz, que le busque el verdadero gentilicio
a cada uno de ellos, pero sobre todo a los de Follanza, y a los de La
Polla. A mí me da vergüenza.
20 septiembre 2015
LA CAJA DE MÚSICA
La
camarógrafa, hungara Petra Lászlo, dice
que la patada de tacón, que primero le dió a una niña, y la
zancadilla que le puso a Osama Abdul Mohsen, llevando a su hijo
pequeño en brazos, y en la otra un bulto de ropa y comida, dice que
se rompió el cordón policial, y uno de los inmigrantes corrió
hacia ella se asustó y claro, la pobrecita, tenía que protegerse.
La cadena donde trabajaba, apenas la despidió, le envió una carta
de supuesta disculpa a otro hijo de Osama, y el muchacho, desde
Turquía, les respondió: "En primer lugar, lo que hizo no fue
en defensa propia. Y mi padre no se dirigía hacia ella. Él sólo
corre con el niño sujetándolo con una mano y con la otra sus
pertenencias. En segundo lugar que pateó
y golpeó a más de una persona. ¿Qué era lo aterrador para ella?".
También en otra carta dirigida a la camarógrafa, entre otras cosa
le pregunta:
"¿Por
qué este odio, Petra? Cuando vi lo que hiciste estábamos,
profundamente conmocionados. Fue una cosa tan terrible que no se
puede describir con palabras. Lo que sé es que no pudimos dormir
durante toda la noche. Mi padre sólo corría con mi hermano en
brazos. Te voy a contar quién es. Quiénes somos. Él se llama Osama
Abdul Mohsen. Tiene cuatro hijos. ¿Qué quiere que le cuente de
nuestras vidas? No somos ricos ni pobres. Somos una familia de clase
media que ha huido de Siria por la guerra. Nos fuimos tan rápido que
apenas tengo fotos, porque salimos de allí desplazados y no cogimos
todas nuestras cosas. Una parte estamos hoy en Turquía. Antes
estábamos juntos todos. Hasta que mi padre, angustiado por nuestra
situación económica, cogió a Zaid para buscar un mejor futuro. Y
partieron. Él siempre nos dice: aún no sabemos nuestro destino. Yo
quisiera terminar en España, pero eso lo decidirá papá. Y yo le
obedeceré... Él ha puesto en riesgo su honor por el bien de su
familia... Cuando él decidió huir a Europa pensábamos que los
principios de los Derechos Humanos no permiten que nadie ataque a un
padre que sólo sostiene a su hijo. Esperemos que este tipo de ataque
racista no se permita más. Nosotros sólo queremos la paz. Y por eso
decidimos arriesgar nuestras vidas... Al ver caer a mi padre y mi
hermano, sentí un dolor muy profundo. ¿Por qué ese odio, Petra?".
He
transcrito integramente la carta porque creo que es necesario que la
gente sepa de la maldad de personas que hacen daño a inocentes, que
solo necesitan una pequeña ayuda de los países del egoista y mal
llamado Primer Mundo.
El
polaco, Janusz Korwin Mikke, dijo en el Parlamento Europeo: "Esta
es una política ridícula que provoca que Europa termine inundada de
basura humana. Digámoslo claro: basura humana que no quiere
trabajar. América construyó su poder porque acogió a inmigrantes
que querían trabajar y no les entregó limosnas,.....Estamos
arruinando Europa y esta política es la causa de la caída de
Europa". Este mamón lo dijo vestido con traje de chaqueta y
pajarita. Ante esto, la Vicepresidenta del Parlamento, Sylvie
Guillaume, le retiró la palabra; ¡qué menos!. A pesar del rechazo
que provocó en la Cámara, el muy cabrón, pareció sentirse
orgulloso de sus palabras, dado que más tarde subió un vídeo de su
intervención en su perfil en Twitter. En el pasado, también realizó
declaraciones polémicas, al afirmar que Hitler no supo del
Holocausto, o que la diferencia entre el consentimiento sexual y la
violación era muy sutil.
También el gobierno húngaro ha aprobado una ley que declara delito
cruzar la frontera a partir del 15.09.2015, con penas de hasta tres
años de cárcel. "Ya hemos visto el horror, esto no nos
detendrá en nuestro camino hacia la Europa libre", comenta un
grupo de refugiados en la estación de Budapest.
Viendo
y leyendo parte de las tragedias de estos refugiados, que huyen de la
guerra, hace algunos años vi la película: “La Caja de Música”.
La historia de un inmigrante húngaro, afincado en EEUU, desde el
final de la II Guerra Mundial, acusado de ser un criminal de guerra,
nazi. Su hija, una abogada de prestigio, convencida de su inocencia,
decide ocuparse de su defensa. Al final, es ella misma la que
denuncia a su padre tras averiguar que fue un asesino, que perteneció
al “Partido de la Cruz Flechada, Movimiento-Hungarista”. Un
partido político húngaro de carácter fascista, pro-nazi y
antisemita; liderado por Ferenc Szálasi, que gobernó Hungría los
meses finales de la II G.M.. Durante aquél corto periodo, miles de
personas, entre los que se encontraban cientos de judíos, fueron
ejecutados de forma extrajudicial, y otras 80.000 fueron deportados a
Auschwitz.
Yo
creo que, dicho todo esto, el Parlamento de Europa, con Maroto (PP),
ex-Alcalde de Vitoria, invtado de excepción, a la cabeza, debiera
reunirse entre las vías de la Estación de Budapest; y como hemos
visto lo que hace la policía hungara hacia estas personas, donde hay
ancianos y niños, y bebés, lanzándoles bocadillos como a los
animales, a ellos, a esos politicastros de mierda, que no llegan a un
acuerdo, habría que lanzarles una buena porción de cagajones, y en
mayor medida al polaco de la pajarita, y también a nuestro Maroto. Y
a Dinamarca, Eslovaquia, Polonia, Rumania, y Hungría, y demás
países que están teniendo un comportamiento rácano "pilatesco",
-de Pilatos-, que la UE siga entregándoles más jurdó. Total si lo
pagamos nosotros, incluso el pastón que cobran ellos por
representarnos.
P/D
Tengo que decir que el señor Osama, el que cayó zancadilleado por
la camarógrafa sinvergüenza, se encuentra en España. Getafe es el
pueblo que lo ha acogido, junto a su familia.
13 septiembre 2015
EL GENERAL CASTAÑOS Y NAPOLEÓN
Cuando nos referimos al
General Castaños, sabemos que era D.
Francisco
Javier Castaños Aragorri Urioste y Olavide,
Duque de Bailén,
nacido
en Madrid,
el 22.04.1758, y
fallecido
en la misma ciudad el 24.09.1852.
Fue un militar, y político, que sobresalió durante las Guerras
Revolucionarias Francesas, y la Guerra
de la Independencia Española.
A
los 10 años de edad, Castaños, recibió el grado de Capitán
de
Infantería, que Carlos III le concedió, en atención a los méritos
de su padre. Pasó a estudiar, como oficial de corta edad, al
Seminario de Nobles, formación que completaría después en la
Academia de Barcelona.
A
los 16 años, es destinado al Regimiento
Saboya,
en Cádiz;
comenzando así su larga vida militar. A los 24 años asciende a
Sargento Mayor (Comandante); a los 26 a Tte. Coronel,
y
a los 31 a Coronel
Graduado.
Al
ascender a coronel, le fue confiado el mando del regimiento “África”,
con el que en 1793,
prestó
sus servicios durante la llamada Guerra de la Convención, que Carlos
IV
declaró
a la Francia
Republicana,
luchando en los Pirineos Occidentales, bajo las órdenes del General
Ventura
Caro,
Jefe del Ejército de Navarra. En 1794
fue
ascendido a Brigadier,
siendo poco después herido gravemente en la cabeza en la defensa de
San Marcial, en Guipúzcoa. Restablecido, fue nombrado Mariscal de
Campo,
en
1795.
En
1802
fue
ascendido a Teniente General, por la defensa del Puerto del Ferrol
contra
los ingleses;
Lo
que le valió, por cierto, ser nombrado Alcalde Honorario de
Portugalete. Así mismo, fue nombrado para el mando de la Comandancia
del Campo de Gibraltar,
cuya sede traslada desde San Roque hasta Algeciras.
En
1808,
comenzada la Guerra de la Independencia recibe, de la Junta
Suprema de Sevilla,
presidida por Francisco
Saavedra,
el encargo de formar un Ejército en Andalucía,
siendo nombrado Capitán
General.
Tras la victoria en la Batalla de Bailén,
e
instaurada la Junta
Central Suprema y Gubernativa del Reino,
es designado para el mando del Ejército del Centro.
El
23.11.1808,
participó
en la Batalla
de Tudela,
que perdió a causa de falta de medios. Tras el desastre de la
Batalla
de Somosierra,
se produjo un motín, donde murió asesinado el 7.01.1809 el General
Benito
de San Juan,
del que milagrosamente escapó Castaños.
Estuvo
enterrado en Panteón de Hombres Ilustres de Madrid, hasta1963,
año en el que sus restos mortales fueron trasladados solemnemente a
Bailén, y depositados en la Iglesia Parroquial de la Encarnación,
con su mausoleo original. El general Castaños descansa en esta
ciudad junto a la Virgen de Zocueca, patrona de Bailén, de la que
era muy devoto y a la que donó sus condecoraciones militares en
1823.
Vista
la breve, y relevante, sinopsis de este ilustre General, con muy bien
ganada calle en nuestra ciudad, como en cualquier pueblo del país
que la hubiera, hago la siguiente pregunta a la señora Mohatar,
Consejera de Cultura, y al señor Bellver, Director de la “Misma
Cosa”, cargos que, según está “el Patio” de la crisis, y
“Montogoo”, y sus buenos salarios que perciben mensualmente, y
que por eso deben llevarlos con sus cargas, como es contestar a este
humilde escribidor, por ejemplo: ¿Cuando van a acometer la retirada
de los letreros de Napoleón, la del Viento, la Espalda al ídem, y
la Paralela al Sol?. Estas últimas a cualquiera que haga trabajar su
caletre un poquito, se preguntará, si el Viento tiene espalda, o
que nos informe en qué hora el sol está en paralelo a dicha calle.
Y a pesar de los “melillitas patrioteros”, por supuesto, que
retiren también la estatua del dictador, y las de todos los nombres
del partido que lideró J. A. Primo de Rivera, incluso la de éste,
-antigua Conde del Serrallo-, perpendicular a Isabel la Católica y
Abdelkader, -antigua ésta, de Málaga y Arturo Reyes-. ¿Para cuando
será, señores políticos?; ¿para cuándo dejaremos de oír, en la
Península, que nuestra ciudad es la única que no respeta la Ley de
la Memoria Histórica?. ¿Hasta cuando?.
Lo
repito: No me importaría que estas reivindicaciones fuesen como las
que solicitaba el traslado de la Losa de Monte Arruit al Panteón de
Héroes, que ya está instalada allí.
Bueno,
¡esta es otra!: Creo que también debieran retirar la dichosa
plaquita de la fachada de la casa donde residió Franco, porque la
autoridad que ordenó su colocación estuvo “sembrao”; más bien
por su poca gracia, creyendo que ahí acabarían las
reivindicaciones.
12 septiembre 2015
ESCUCHANDO “EL SITIO DE ZARAGOZA”, JUNTO A AGUSTINA DE ARAGÓN Y NAPOLEÓN
La calle Agustina de
Aragón, en nuestra ciudad, se encuentra entre las de Tetuán y Juan
Sebastián Elcano. Su nombre verdadero era: Agustina
Raimunda María Saragossa Domènech, nacida y bautizada el 4.03.1786,
en Barcelona.
O sea que era nuestra heroina, y además era: ¡¡Catalana, y
Española!!, ¡toma ya!. Y por ende también una gran patriota, como
el General Prím y el niño, Isidro Lluça Casanovas, más conocido
como “El Tambor del Bruch”, por las batallas ganadas a los
franceses en los días 6 y 14 de junio de 1808.
Algunos
historiadores fijan el nacimiento de Agustina, en Barcelona, porque
según el
párroco de Sta. Mª del Mar, Mosén Ramón Albert, dice que el
6.03.1786 bautizó a Agustina Raymunda María, que era hija legítima
de Pedro Juan Saragossa, y de Raimunda Doménech.
Otros lo fijan en Reus o en Fulleda; y Melilla, según Espasa Calpe,
como la ciudad del fallecimiento, pero José García Cosío, Cronista
Oficial de Ceuta, autor del libro, “Ceuta, historia, presente y
futuro”, editado en 1977 dice: “…...
Que
Doña Agustina Zaragoza y Doménech, nacida en Fulleda (Lérida) y no
en Barcelona como aparece en su partida de defunción; llegó a Ceuta
en el mes de Mayo de 1853, acompañando a su hija Carlota, casada con
el Capitán de la Admón. Militar Francisco Atienza Morillo, a la
sazón destinado a la guarnición de dicha ciudad. Habitaron primero
en la casa nº 10 de la calle Muralla, y posteriormente en la casa nº
37 de la calle Real, denominada entonces “La Casa Grande”, que se
encontraba enclavada en el mismo sitio en que ocupa la edificación
nº 2 de la calle que lleva su nombre y en cuya fachada principal hay
una lápida en su honor. Dª
Agustina, cuando fue a residir a Ceuta contaba sesenta y siete años
de edad, teniendo una firmeza y carácter extraordinarios. Tuvo una
actuación personal con motivo de una sublevación ocurrida en el
Penal del Hacho, causando tal impresión en los presos, que al
momento depusieron su actitud. Falleció en dicha Plaza de Ceuta,
-según fotocopia de su partida de defunción-, el día 29.05.1857,
de una afección pulmonar, a la edad de 71 años, siendo enterrada en
el cementerio de Santa Catalina, nicho nº 1 del departamento de San
Cayetano. La
Corporación del Ayuntamiento de Zaragoza, acordó solicitar el
traslado de sus restos, comunicando dicha decisión al municipio
ceutí el 12.06.1864. El 2.06.1870 fueron exhumados dichos restos,
siendo recibidos en la ciudad de Los Sitios, el 14 del mismo mes y
año, y trasladados posteriormente al Monumento que perpetua las
Hazañas de 1808”.
En
“Zaragoza” -Episodios Nacionales-, dice Galdós: “Zaragoza no
se rinde. La reducirán a cenizas; de sus heroicas casas no quedará
ladrillo sobre ladrillo; caerán sus cien templos; su suelo se abrirá
vomitando llamas, y lanzados al aire sus cimientos caerán las tejas
al fondo de los pozos; pero entre los escombros y entre los
muertos habrá siempre una lengua viva para decir que Zaragoza no se
rinde”. Esta última frase la podíamos leer en el reverso del
billete de 1000 ptas. de Pérez Galdós.
Las
crónicas del Sitio, que los franceses pusieron a Zaragoza, cuentan
que los zaragozanos no sabían rendirse, sus carnes se cubrían de
gloria, y más que vencedores, los franchutes, serían sepultureros
de aquéllos heroicos maños.
Dicho
esto, mi persistente pregunta de mangangá, o mosca cojonera, es:
¿Creen ustedes que nuestra Agustina, nuestra heroína, merece estar
en la misma ciudad que el invasor, cuyo ejército que acaudillaba,
causó tantas muertes entre españoles?. Bueno pues como dice Galdós,
este que les escribe, siempre tendrá su “lengua viva”, en este
caso el teclado de mi ordenador, para decirle a la Consejera de
Cultura, -que según he leído, “tiene un presupuesto de algo más
de un millón de euros” (Melilla Hoy 6.09.2015)-, y al Director de
lo “Mismo”, que no voy a rendirme. Porque creo, que si algunos
miles de esos euros los emplea para “descabalgar” indignos
letreros, que no merecen figurar en nuestras calles, no se notaría
apenas.
Mientras
he escrito este artículo, en vez de oir a mis amigos Mozart o
Mendelsshon, -por cierto: Se cuenta
que Wagner, era un antisemita visceral, hasta el extremo de que se
ponía guantes cuando le tocaba dirigir una obra de Félix
Mendelssohn, porque “le asqueaba dirigir música compuesta por un
judío”. Menuda alhaja era el sajón.
Desde que lo leí, solo escucho de él: “Tanhauser”, porque tiene
un solo de trombón, muy guay, que a mí, de chavea, no se me daba
mal. Como digo, mientras aporreaba el teclado he estado escuchando
“El Sitio de Zaragoza”, de Cristóbal Oudrid, interpretado por la
Banda de Infantería de Marina; y cuando me dirijo al Director y a la
Consejera, me he imaginado, por un momento, que el pasacalle final,
-más bien marcha militar-, de esa gran obra patriótica ellos, como
políticos del PP, e invitados en la tribuna, muchos melillenses, y
yo en la cola por la izquierda, -siempre por la izquierda-
desfilábamos marcialmente al compás de esa música, interpretada
por la Banda de la Comandancia General de Melilla.
Pero,
¡ojo!, y repito, que solo eran invitados, ¡eh!?.
¿Qué
les parece.
06 septiembre 2015
HÉROES DE 1921, ENTERRADOS EN EL CEMENTERIO “EL CABAÑAL”, DE VALENCIA
En mis conversaciones con
José Luís Blasco, sobre lo divino y lo humano; aunque la mayoría
de las veces es sobre nuestros Héroes y Mártires, me indicó que
había encontrado, en Internet, la información que daba el “Diario
Levante”, de Valencia, el 2.11.2013, refiriéndose a una sepultura
que hay en el Cementerio de El Cabañal. Resulta que esa tumba trata
de cuatro soldados, que dieron sus vidas por la Patria, los que sus
nombres figuran en tantas páginas gloriosas. La noticia dice así:
“Valencia
recordará con una placa a los soldados fallecidos en la guerra del
Rif”. Esta publicación fue debida a que un señor que visitaba el
cementerio El Cabañal, observó la lápida de una tumba, muy
deteriorada: “......Con
el desparpajo de quien se siente con la razón, un hombre abordó
ayer a la concejala Lourdes Bernal en el Cementerio del Cabanyal
mientras la edil y su séquito se dirigían a la tumba de Mariano
Benlliure. Le pidió que el consistorio ´´hiciera algo´´ para
destacar una tumba casi borrada por el tiempo. Se trataba de la
sepultura de cuatro soldados valencianos que murieron en África, en
la guerra del Rif, en la segunda década del siglo XX. La lápida fue
encargada por la Cruz Roja de Valencia, como aún se lee en ella,
´´en recuerdo a los Héroes de África fallecidos en el Hospital de
la Cofradía del Pescador´´. Se trataba de un centro médico
preparado en el Cabañal para recibir a los vapores que venían desde
África, especializados en heridos de guerra. El vecino anónimo
exigió a Bernal “algún distintivo, aunque sea pequeño”, para
recordar a los soldados enterrados, casi anónimamente, en una
sepultura encajonada entre dos mausoleos y rodeada por cuatro
palmeras. La concejala Bernal, tras consultar con el jefe de servicio
de Cementerios, Fernando Garrigós, se comprometió a instalar una
placa informativa y puso a disposición del peticionario al personal
del cementerio para que le ayudaran ´´en todo lo posible´´. En el
cementerio del Cabanyal también se rindió homenaje al médico
Vicente Lluch, fallecido en 1891, que da nombre a la conocida calle
Doctor Lluch”.
Los soldados Ildefonso González, Higinio Fernández, Martín Serrón y Lorenzo Gutiérrez desembarcaron en la costa valenciana después del Desastre de Annual. Lorenzo Gutiérrez Vergara era de Melilla. Después de fallecer en el hospital, fueron enterrados en el Cementerio de El Cabañal, entre los mausoleos de Benlliure y el Doctor Lluch.
Los soldados Ildefonso González, Higinio Fernández, Martín Serrón y Lorenzo Gutiérrez desembarcaron en la costa valenciana después del Desastre de Annual. Lorenzo Gutiérrez Vergara era de Melilla. Después de fallecer en el hospital, fueron enterrados en el Cementerio de El Cabañal, entre los mausoleos de Benlliure y el Doctor Lluch.
Ante
esta noticia, que para mí, al tratarse de nuestros Héroes, era tan
emotiva, como significativa, me puse en contacto con la señorita
Laura, responsable del cementerio de El Cabañal, y muy amablemente
me comentó, lamentándose no poder facilitarme el nombre del
ciudadano que solicitó el adecentamiento de dicha lápida. También
me dijo que de la Capitanía General de Valencia, se comprometieron a
su mantenimiento, e imagino que la hubiesen puesto como “los
chorros del Oro”, igual que las de sus compañeros, en nuestros
Panteones de Melilla. Porque, la verdad, es que no creo que fuese tan
oneroso cambiar la losa de granito, deteriorada por el tiempo, por
una de mármol, donde se puedan observar con claridad, los nombres de
los cuatro Soldados que dieron sus vidas por la Patria desde las
camas de la Lonja del Progreso Pescador del célebre barrio
valenciano de El Cabañal.
Ante
esa noticia tan bella y sublime, yo ruego a los militares,
responsables del Centro de Historia y Cultura Militar de Melilla, de
los magníficos y espléndidos panteones y tumbas de la ciudad, se
pongan en contacto con la Capitanía de Valencia, y ver si fuera
posible adecentar, y dignificar, ese sencillo sepulcro, donde se
hallan unos humildes soldaditos. Porque ellos también fueron, junto
a sus compañeros, que reposan en Melilla, los que dieron sus vidas
por nuestra Patria.
Quizás
ni José Luís Blasco ni yo mismo, contribuyamos a la Historia del
Pensamiento Universal, pero siempre podremos decir que hemos aportado
con dos pequeños ladrillos para la Historia de nuestra Ciudad y sus
Héroes.
MURAT, SU “PRIMO” EL INFANTE D. ANTONIO, Y NAPOLEÓN
La frase “Hacer el
primo”, como todo el mundo sabe, se entiende como la persona
incauta, que se deja engañar muy fácilmente. El
origen de esta expresión, sin embargo, no es muy conocido. Se cree
que data de los sucesos del 2 de mayo de 1808, que en una carta, el
general francés, Joaquín Murat, con muy mala leche, dirigió al
Infante D. Antonio y a la llamada Junta de Gobierno.
Según
el protocolo de la Casa Real Española, el Rey daba el tratamiento de
“Primo” a los Grandes de España, cuando se dirigía a ellos en
cartas privadas, y en documentos oficiales. Murat, quiso seguir este
protocolo y se dirigió al incauto príncipe, y a la colaboradora
Junta, iniciando su misiva en los siguientes términos: “Señor
primo, señores miembros de la Junta....”. A
continuación seguían una larga serie de amenazas humillantes, y
terminaba su carta despidiéndose: “Mi
primo, señores de la Junta, pido a Dios que os tenga en santa y
digna gracia”.
En aquella situación, la palabra “primo” sonaba a sangrienta
burla, y el pueblo así lo entendió, rechazando los torpes manejos
del gilipollas infante don Antonio, y de la sumisa Junta, que por
puro miedo, no se atrevían a contrariar a los franceses.
Rápidamente, la expresión: “Hacer el primo”, empezó a
utilizarse para designar a aquellos que se dejaban engañar
traicionando al pueblo, y llegó a hacerse tan popular que, en la
actualidad, la seguimos empleando en nuestro lenguaje diario para
expresar, con cierta sorna, la sumisión consentida al engaño o a la
explotación: “Ese ha hecho el primo, con la venta de ....”.
En
“La Corte de Carlos IV”, (Episodios Nacionales, Pérez Galdós),
refiriéndose a ese infante: “… Acostumbraba a matar los ocios de
la vida regia, alternando los oficios de carpintero y encuadernador,
con el cultivo del arte de la zampoña. ... Jamás vi fisonomía tan
bonachona. Tenía costumbre de saludar con tanta solemnidad como
cortesanía a cuantas personas le salían al paso. … Se habría
confundido con cualquier sacristán de parroquia .... Era, entre
todos los individuos de la regia familia, el que me parecía de mejor
carácter. Más tarde conocí cuánto me había equivocado al
juzgarle como el más benévolo de los hombres”. Galdós refería
porque el que se entretenía tocando la zampoña compartió, con la
familia real, el encierro en Valençay;
y de
regreso a España, desempeñó altos cargos oficiales; siendo toda su
vida un firme partidario del absolutismo,
reuniéndose con lo más florido del partido realista furibundo. O
sea que aparte de tener un careto bonachón, de gilipollas meapilas,
en el fondo fue un “entreguista” afrancesado.
Hace
algunos años, cuando yo era una vulgar mosca cojonera, solicitando
reiteradas veces que la “Losa de Monte Arruit”, fuese trasladada
al Panteón de Héroes del Cementerio, aunque otros dicen en un libro
que fue una decisión de la Comandancia General, en una de mis
peticiones decía: “Usted: señor político, a quién los votos le
encomendaron la defensa del bien de los ciudadanos: ¿Qué le aflige,
señor?. ¿Acaso no es feliz, y mucho más libre que este humilde
escribidor?. Usted, en la soledad de su despacho, sin más broza y
bálago que el musgo del silencio de las alfombras, limpio el aire
como el de un quirófano, con el pasado y el futuro: ¿Por qué no
acepta mi petición?. Por favor, traslade esa losa funeraria al
Panteón de Héroes”.
Bueno
pues igual que hacía con esa petición sobre la “Losa de Arruit”,
ahora lo hago con la calle Napoleón: Por favor, Señora Consejera de
Cultura: Retire esa ignominiosa placa de nuestras calles, y de paso
también las del Viento, Espalda al Viento, y la inexplicable:
Paralela al Sol, que ya me dirá en que hora del día, exactamente,
esta vía se encuentra paralela al astro sol. A no ser que el
“Lumbreras” que autorizó ese nombre, se leyera “El Postulado
de las Paralelas de Euclides”, y encontrara algo similar; cosa que
me extraña.
Como
la Historia está llena de nombres
de Héroes y Mártires, que dieron sus vidas por la liberación de
nuestra Patria, sería muy interesante que los que cobran dirigiendo
la “Cosa Culta”, se empleasen en ello, y comenzaran por
actualizar los nombres de las calles.
MARÍA DE MORA, CALIXTO GIL, GRUMETE DEL CHAMBEQUÍN “ANDALUZ” Y NAPOLEÓN
En varias de las 100
“Cartas desde la Purísima”, que este periódico me publicó hace
varios años, donde yo relataba las “vivencias” de los distintos
soldados, uno de Infantería “decía”: “Me llamo Vicente
Falomir Chiva, y soy soldado del Rgto. Infantería Melilla nº 59.
Nací en un pueblecito de Castellón, llamado, Borriol, y les escribo
desde el Panteón de Margallo, junto a Francisco Calabuig. Ambos
solemos hablar con María de Mora, una señora que murió en la
mañana del día 7.01.1775, al intentar
ayudar a un soldado, junto a las murallas de la Batería Real.
También vemos a menudo un
niño que siempre anda correteando por los alrededores de estas
tumbas. Nos dice que ese niño, con apenas 14 años lo mataron el
13.03.1775, de un disparo traicionero, en el Torreón de San Juan,
dos meses después que a ella. Nos comenta que el chavalillo, se
llamaba Calixto Gil, grumete del chambequín de la Plaza, “Andaluz”,
el barco que trajo al Mariscal Sherlok para ponerse al mando de la
defensa de la ciudad.
Otro
Héroe decía: “Soy
Antonio Muñoz León, 2º Tte. del Rgto. Llerena 11, y les estoy
escribiendo desde el Panteón de Margallo. Nací en Sevilla, el
31.06.1890. Los moros me hirieron, en Sidi Musa, el 27.07.1909, y
fallecí en el Hospital de Sangre, de la Florentina. Desde el Panteón
de Aviación, jugando con otros niños muertos, hijos de civiles,
observo a Calixto Gil, el grumete del “Andaluz”, que nos grita
diciéndonos que él también les envía besos, y muy particularmente
a una señora, asidua lectora de estas “cartas”, que se emocionó
al leer su nombre cuando correteaba, jugando, por estos silenciosos
patios. Así que, con todo el cariño, y la sonrisa de Calixto,
recíbanlo, junto a los nuestros”.
Y ahora mi humilde
reflexión: Creo que sería muy benemérito, y plausible, por parte
de las autoridades, tanto civiles, como militares, que se les
rindieran unos sencillos honores a los 90 españoles: 88 soldados y
desterrados, a María de Mora, la que yo “bautizo” como la
“Agustina de Aragón Melillense”, y al niño, el grumete, Calixto
Gil, que cayeron en su defensa, durante aquéllos 100 días. Yo,
mediante estos escritos, como en las “Cartas”, iré nombrando a
algunos de aquéllos defensores, como los que figuran en las
relaciones de caídos en defensa por nuestra ciudad, durante más de
cinco siglos. Esa es mi modesta forma de rendir los honores que
todos ellos se merecen, y estén en las páginas gloriosas de nuestra
Patria.
De momento ahí tienen
dos nombres, muy significativos: el de la señora María de Mora, que
murió, bajo un bombardeo, que nuestros soldados llamaban: “El
Rosario de Mahoma”, cuando prestaba auxilio a un soldado; y el del
niño Calixto Gil. Esas personas, aunque durante más de dos siglos
han sido anónimas, como cientos de Héroes y Mártires, creo que por
sus acciones gloriosas en defensa de la ciudad, se merecen que sus
nombres figuren en nuestras calles, y no de algunos mindundis, que
solo tuvieron la suerte de haber nacido aquí, y otros, ni eso.
Antiguamente, se reunían
los llamados, “Hidalgos e Infanzones”, que era la nobleza sin
titulo, en cuyo sello
constaba el lema: “Pro
libertate patria gens libera state”.
Que quiere decir:
“De
pie la gente libre a favor de la libertad de la patria”.
En
la actualidad, esa gente, son los Consejeros, Directores, Asesores,
los Vices de todos ellos, y demás fauna política que, gracias a sus
orondos culos, tienen sus poltronas calentitas. Y según dicen,
algunos cobran más que el Jefe de todos ellos, que manda huevos,
¡eh!. Y todo ese jurdó, como saben, sale proporcionalmente de la
“Tarta” que “Montogooo”, reparte cada año entre todos
nosotros, inocentes españolitos. Por ejemplo: Si un Consejero cobra
cada mes unos 4.200 eurazos, -menuda paga, ¡eh!-, la carga impuesta
que lleva su cargo, es la “mojarse” y atender las humildes
peticiones, que uno de esos españolitos le hace por medio de estas
páginas: ¡Qué menos!. Sobre lo que cobra el nuevo Director General
de Cultura, créanme que no lo sé, pero pienso que él también debe
tirarse al albero, junto a la Consejera y ambos, al alimón, y aunque
no corten oreja, al menos que peguen unos capotazos culturales, que
buena falta hace en nuestras calles.
Repito lo que decía en
mi anterior escrito: Que los Protectores del Patrimonio, descuelguen
sus metopas con sus honoríficos nombramientos, de ojana, y se reúnan
con éste Director y con la Consejera de lo “Mismo”, y procuren
“descabalgar” a Napoleón de su placa en la Falda de Camellos.
Y si al “Niño del
Calderito”, alguien lo tiene condenado al bello, y amistoso
ostracismo cachondón; yo, desde estas humildes líneas, le animo a
que coja de una vez la pluma, les endiñe un “calderazo” a todos
los envidiosos “mascabrevas”, y nos deleite con su sapiencia en
la Historia de nuestra ciudad.
RAMON CONTI, SIDI ALÍ EL BEGUI Y NAPOLEÓN
El
14.07.1804, dos barcas repletas de
víveres y medicinas procedentes de la Península con destino a
Melilla, son interceptadas por corsarios ingleses, y llevadas a
Chafarinas. Inmediatamente envían un emisario a la ciudad, pidiendo
un rescate de 9000 duros de plata. Ante esta situación, Ramón
Conti, el Gobernador, con las arcas de la ciudad vacías, habla con
un moro argelino, Sidi Alí El Begui, que fue quien los prestó,
pudiendo así abastecerse toda la población.
El 5.08.1804.
Reinando en España Carlos IV, con el valimiento de Godoy, en
Melilla, como en todas las posesiones de África, se carecía de todo
lo necesario para el sustento diario. No había ni aceite, ni
medicinas, y se estaba a media ración de pan por persona y día.
Ante esta situación el Tte. Coronel, Ramón Conti, Gobernador de la
ciudad, mandó a Narciso Martínez salir con su falucho a pedir
auxilio al primer puerto de España que encontrase.
A primeros de Julio de
1805, llega a Málaga un lanchón procedente de Melilla, con la
solicitud de un envío urgente de víveres, ya que la guarnición de
la Plaza estaba a media ración. Ramón Conti decía que Melilla se
encontraba “en extremado apuro de indigencia, y en los últimos
instantes de su exterminio por carecer de los principales artículos
de primera necesidad para su subsistencia”.
El escrito de Ramón
Conti llegó a manos del Brigadier, Jaime Moreno y La Corte,
Gobernador Político y Militar de Málaga, y éste encomendó al
Veedor y Ministro Principal de la Real Hacienda, para que tomara las
providencias oportunas, ya que incumbía a éste alto funcionario
atender las necesidades de los Presidios Menores, como entonces se
les denominaba a Melilla, Isla de Alhucemas y el Peñón de Vélez de
la Gomera.
El
8.04.1806, el Almirante inglés, Sir Willian Sydney Smith, puso sitio
a Alhucemas, con un navío y varias fragatas, conminando a la
rendición de la Plaza. El temporal que se levantó a continuación
impidió la invasión, aunque Cumplido, su Gobernador, había
rechazado tal rendición. Nos imaginamos la suerte que hubieran
corrido si el temporal no hubiese hecho acto de presencia en aquellos
momentos.
El
29.06.1806, se repite la misma felonía
que el 14.08.1804, con nuestros “amigos” ingleses; esta vez costó
9000 reales y fue el mismo prestamista quien sacó de apuros a la
ciudad.
El
7.08.1808, Napoleón confecciona en
Bayona una Constitución, a su gusto, para España; pero no es
promulgada, ya que es un “Dictak”
y no se consideraba española.
El 16.02.1810, es
descubierta una conspiración para la entrega de la Plaza a los
franceses. Diego de Quijano y Miguel Chamizo, los conspiradores,
fueron condenados a seis meses de rigurosa prisión.
El 25.03.1811,
Ramón Conti envía presos, a Cádiz, a
79 individuos de la guarnición, por ser los promotores de un conato
de motín debido a la noticia de liberar a algunos presidiarios por
el escorbuto y el hambre que había en la Plaza.
Y ahora viene la
siguiente reflexión: Si las autoridades, que mandan en las cosas de
la Cultura en nuestra ciudad; que imagino debieran saber, si no toda,
al menos algunos rasgos de nuestra Historia: Cómo es que Ramón
Conti, no tiene una calle en nuestra ciudad, junto a Sidi Alí El
Begui, y que Napoleón campe con sus respetos, mirando la Estrella,
que tiene al lado, con una mano en el pecho, y con la otra rascándose
un “cojón”, dándole el Viento en el careto, de Espalda al
“Mismo”, desde la falda de Camellos, y además cachondeándose de
las autoridades que le permiten estar ahí.
Nombro al argelino, Sidi
Alí El Begui porque, a pesar de que cobraría sus intereses por el
préstamo; creo que en algo hizo para que la población de Melilla,
en parte, mitigara el hambre; y aunque tarde, estas autoridades, que
tan pródigas son para colocar nombres de mindundis de ojaneta, en
algunas calles, en agradecimiento debieran cambiarlos por el de estas
dos personas que ¡¡SÍ HICIERON!! algo por la ciudad en aquéllos
años tan aciagos para los que residieron en ella. Porque no debemos
olvidar que aquél Gobernador las pasó muy putas, intentando dar de
comer a la población civil, a la del presidio y a la guarnición;
manteniendo el orden establecido, y muy importante, como era la
defensa de las murallas de nuestros belicosos vecinos.
Yo creo que tanto el
nuevo Director de Cultura, como la señora Consejera del Ramo, que
deben cobrar sus magros y buenos sueldos; como los Protectores del
Patrimonio, que no cobran ni un puto duro, pero tampoco dicen “esta
boca es mía” algo debieran hacer al respecto. ¿No creen ustedes?.
Para finalizar debo
señalar que Melilla tiene una veintena de calles con nombres que
fueron Héroes y Mártires, en la Guerra de la Independencia.