11 septiembre 2016

COMPARANDO POSTURAS DE ESCALA Y ARRASTRE (Publicado 21.07.2016)

A veces es conveniente saber la ideología política de la persona que tienes en frente, para así depurar la conversación, y en este caso retirar con una espumadera de acero la podredumbre que pueda tener en el interior de su estómago. Lo digo porque un “fulastrón meapilas”, al parecer ha cogido una hoja parroquial, la ha leído, comentado y publicado, la historia de una familia asesinada cruelmente al comienzo de la guerra civil en un pueblo malagueño; y con su característica ignorancia muy subjetivo, creyó que iba a quedar como el “Guerrero del Antifaz”. Yo, que solo soy un humilde juntaletras, le hubiera aconsejado que antes de escribir ese “y tú más”, tecleara en Internet el nombre de Cañete la Real, y hubiese comprobado que en ese pueblecito, han sido localizados 11 cadáveres en una fosa común: “Tenían entre 18 y 55 años; eran obreros y campesinos de Cañete la Real; y al igual que en otros puntos de la provincia, sufrieron la represión y fueron fusilados en el periodo que va desde septiembre de 1936 a octubre de 1937, cuando las tropas nacionales tomaron este pueblo de la comarca del Guadalteba”. También si tiene ocasión, por ejemplo, que se lea el Consejo de Guerra que los golpistas le hicieron al General Romerales; como al que fuera Alcalde de la ciudad, Antonio Díez, ambos fusilados por los golpistas. Algunos, como este mindundis, creen que para qué retirar los signos franquistas, si aunque lo hicieran él sigue ahí, vivito y coleando en sus mentes trasnochadas, y casposas.
Pero como la cosa va de la Memoria Histórica yo, que he estudiado en el “colegio de balde” de Ataque Seco, también en el antiguo Instituto de G. Cabrelles, y dos veranos, -porque no había para más-, en la Academia Saavedra, con D. Felipe, les ruego la siguiente reflexión: que en Munich, en la calle Rosenheimer, lugar donde estuvo la famosa cervecería “Bürgerbräukeller, que Hitler el 8.11.1923, dió su famoso discurso nazi, -el famoso Putch-, su estatua estuviera en un lugar preferente en esa famosa calle, como Franco está a la entrada del Puerto. Y también que en casi todas las ciudades de Alemania, en sus calles figurasen los nombres de Gobbeles, Josef Mengele, Reinhard Heydrich, Adolf Eichmann, María Mandel, y tantos otros criminales de guerra. Sería cruel y absurdo, ¿verdad?, pues ahora piensen, si después de 40 años de dictadura, y otros 40 que hace que murió, que suman 80, mas la “Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante (sic) la guerra civil y la dictadura”; no va siendo hora ya que vayan cumpliendo esa Ley.
No sabe usted, querido lector, lo que me alegra que las palabras: “Ojana” y “Ojaneta”, sigan usándose en estas páginas. La verdad es que me emociona que gente de otros lares, afincados en mi ciudad, vayan conociendo palabras, frases y modismos de nuestra Andalucía, de la que Melilla ha heredado su idiosincrasia. Tengo que decir que hace tiempo ya escribí un “Tratado sobre la Ojana”, que algunos amigos me piden que la vuelva a publicar; pero eso ya depende del tiempo, y del valor de las notas, como en solfeo.
Por otra parte fíjense con atención, que la postura que adopta la persona que escala, es la misma que cuando se arrastra uno por el suelo. Estos son los malos, muy malos panegiristas, que no cesan de usar “loas cortesanas”, a los que calientan las poltronas, del Palacio de la Ciudad. Quizás sea debido a que por sus absurdos escritos, que no los entiende “ni Dios”, ni comprende nadie, no pueda soportar el desdén que le hacen. O también como buen saurópsido, o camaleón, que con su larga lengua, atrapa todo bichito que se mueve, hasta la mosca que un momento antes de cazarla, ha estado comiendo encima de una mierda.
Reagan decía que los gobiernos, en este caso el de nuestro bien amado “Tancredo Rajoy”, son como el aparato digestivo de un bebé: mucho apetito en un extremo, ingiriendo la leche materna, y ninguna responsabilidad en el otro extremo. O sea, que si el bebé, en este caso el País, se jiña “patas-abajo”: “¡ah!, a mí no me miren, la culpa es de Zapatero, que nos ha dejado la economía hecha unos zorros”; diría el muy zorro. Claro que habría que recordar cómo está dejando la alcancía de las pensiones, el futuro “Marqués de Sanxenxo”; título si es que el Rey lo nombra con ese ilustre marquesado. Yo no soy economista, pero créanme que suelo leer todo lo que cae en mis manos, y pienso que la economía de un país es más o menos así: si se mueve, impuestos; si se sigue moviendo, regulación; y si se para, subvención que te crió, a los bancos y dueños del jurdó, claro; a los “pringaos” y “jubiletas”, que los jodan.
Y ahora, como buen rojo, y a pesar de ser las nueve de la noche, en vez de una retreta, que es la hora, voy a escuchar la “Diana de Caballería”, que es una “Marcha al Paso”. Así que a este “meapilas” le digo: “Anda pichita, déjame tranquilo, vive lo mejor que puedas con tu descafeinada existencia y cuídate, porque no sé si sabrás que el que come bien, y pee fuerte, siempre le enseña los cojones a la muerte...¡¡demócrata de ojaneta!!”.


SOBRE EL BARCO “EL MELILLERO” (Publicado 24.08.2016)

Hace un rato he recibido una llamada, muy imperiosa, de un “melillero”, (lo entrecomillo para que no se mosquee), residente en la ciudad, muy ofendido el hombre, porque aquí en Málaga al barco que hace la línea con Melilla, le llaman “el Melillero”. Créanme que al principio, cuando descolgué el teléfono, no “caía” quién podía ser, hasta que explicándome su genealogía y trayectoria familiar, se me encendió la luz y fue cuando al fin pude saber quién era. Lo primero que le escuché era que se sentía muy molesto porque aquí en Málaga, a ese barco le llaman: “Melillero”. También me dijo que mis artículos les agradan, cosa que le agradecí de corazón. Pero también, con un tinte de osadía me pidió, en vez de hacerlo él, que como “desagravio”, escribiera algo al respecto. Verás paisano, quiero decirte que antes de criticar, y molestarte, por algo tan absurdo, debieras levantar la “visera” de nuestra ciudad que tienes en la “chorla”, para que puedas observar, que fuera de ese “abanico” de nuestros bien amados 12 kms. que se compone el perímetro de Melilla, existen miles de ellos, dentro de nuestra piel de toro, junto con las Canarias, las Baleares y nuestras islas y peñones cercanos, anécdotas jocosas, muy cachondas, absurdas algunas, y gilipollescas otras, que debemos pechar con ellas, nos gusten o nos desagraden. O sea, que nos tenemos que joder, porque así somos los españolitos de a pinrel.
Y sobre el barco “El Melillero”, apelativo que te molesta tanto, quiero que tengas muy en cuenta que aquí en Málaga, hablando en Román Paladino, nos lo dicen a casi todos los que hemos nacido en Melilla. Pero te puedo asegurar, que para nada es peyorativo, porque si lo fuera, te aseguro que este que te escribe, ofrecería una respuesta adecuada a su peyoración, ergo “malafollá”. Y te lo digo porque desde que tengo los datos, y partidas de nacimientos de mis antepasados, bisabuelos, abuelos, mi padre, (mi madre y esposa, ambas melillenses), mis hijos y mis nietos, todos ellos fueron, y son malagueños, portando el amor hacia la ciudad donde nos parieron nuestros mayores. Así que permanece tranquilo, que la palabra “melillero”, aquí en Málaga, hermana mayor de Melilla, es un orgullo que debiéramos llevarlo a gala; al menos yo lo llevo así, ¡eh!, y con la honra y el respeto de los que me trajeron a la vida. Claro que si a algún “melillita”, como tú, no le agrada, con todo el respeto y el recuerdo de haber nacido, y criado, en el mismo barrio, debo decirte que mientras permanezcas con la “visera” de los 12 kms. encajada hasta las orejas y tapándote los zacais, lo siento pero te tienes que joder. Ahora, te aseguro, que apenas te la levantes un poquito cambiarás de opinión. Créeme si te digo que todo es cuestión de “visera”.
Y si, como me has dicho, estás de acuerdo con mis sempiternas peticiones de que retiren a Napoleón de la Falda de Camellos, y en su lugar coloquen el nombre de nuestro maestro de música, D. Julio Moreno, pásate a mi vera y conviértete en otra “mosca cojonera”, dirigiéndote a la Consejera de la “Cosa Culta”, que cobra al mes una pasta (casi 4000 eurillos de nada, dicen) por su empleo, o más bien a su Jefe, que cobra más, y haber si entre ambos, se vienen a razones, porque como habrás comprobado a mí, no me hacen ni puto caso. A lo mejor como saben que soy un rojo, sin afiliación a partido alguno, que voy por libre: no sé. Si hablas con ellos, les dices que se lean el nº 9 de los “Episodios Nacionales” de Galdós: “Juan Marín, El Empecinado”. Tú recomiéndaselo, no te cuesta nada, son solo 240 páginas, y es fantástico, como los 45 restantes. Yo me los estoy volviendo a leer por tercera o cuarta vez, y si te digo que cada vez me sorprendo más, cómo es posible que nuestras autoridades en Melilla mantengan a ese general en una calle de nuestra ciudad, cercana a otros dos héroes del 2 de mayo, como son Daoíz y Velarde, con plaza en el Tesorillo.
Hale paisano, recibe un cordial saludo, y sonríe un poco, porque con la “caló” que hace, a nuestra edad es mejor permanecer tranquilitos y sin mosqueos. Y hártate de agua, mucha agua, aunque sea del Bombillo, que es buenísima para la hidratación, y mea uno a boquete lleno, como el burro de Valero, de calle Castellón.
P/D Te recuerdo que mi nombre no es Juan José, sino Juan Jesús, porque como nací un 15 de octubre, día de Santa Teresita de Jesús, y a mi madre le gustaba tanto, que aquí me tienes. ¡Ah!, y no se te olvide el recado para la Consejera y su Jefe. Claro, eso solo si tienes tiempo, ya que de ganas me consta que estas llenito, ¿no así?. Venga, ánimo.


PARA EL QUE DICE QUE LA FRONTERA ESTÁ EN MÁLAGA (Publicado 14.04.2016)

He leído la réplica, que un colaborador de este diario, le hace a un ciudadano cuando éste dice que “la frontera empieza en Málaga, y no debieran poner tantas trabas para traer un borrego de Marruecos”. La réplica le ha salido bordada, pero si me lo permite, yo tengo un gran bastidor donde las autoridades de nuestro país, durante siglos, han dejado magníficas “obras de arte bordadas”, como las Actas entre España y Marruecos, que son la envidia de muchas otras naciones. Para no extenderme mucho, aunque ya lo he publicado en otra ocasión, sucintamente le voy a decir lo que se puede leer en el Acta de demarcación de los nuevos límites de la Plaza de Melilla, y su campo neutral, que firmaron en español y árabe, (que no chelja): La primera en Tánger a 21.06.1862, y la segunda en el Campamento de Draá-Es-Seyet (frente a Melilla) a 14.11.1863:
“A fin de llevar a efecto la cesión del territorio fronterizo a Melilla, estipulado en el Convenio de 24,08.1859, según el art. nº 5 del Tratado de Paz de Tetuán de 26.04.1860, y por el art. 4º del Tratado de Madrid de 30.10.1861, S. M. la Reina de España y S. M. el Rey de Marruecos, han nombrado sus comisionados al efecto: S.M.C. a D. José López de la Cámara, Comandante del Cuerpo de Ingenieros, y a D. Francisco de la Paz Quevedo, Comandante de Infantería y Capitán del Cuerpo de Ingenieros. Y S. M. Marroquí, a Si-Ahmed, Capitán de Ingenieros, S-Abdel-lab, hijo de Mukadem el Arbi Fennisch el Salé, Capitán de Artillería. Si Al-lel, hijo de Hache Bil-Lah el de Mogador, y el Hache Muhammed, Zuibar el de Salé. Los cuales debidamente autorizados, han procedido a hacer el trazado de los límites, así en lo relativo al territorio jurisdiccional de Melilla, como la extensión del campo neutral, en la forma siguiente:
La línea del nuevo territorio español fronterizo a Melilla (España), límite de la jurisdicción española, parte de un punto de la playa arenosa al sur de la Plaza, y distante de ella 2.900 metros contados en dicho rumbos, desde el Torreón de Santa Bárbara (actual Casino Militar).
Dicho primer punto se dirige con rumbo Norte 34º Oeste, en una extensión de 1040 metros, en cuyo extremo cambia dirigiéndose al Norte y 86º Oeste en una extensión de 1.100 metros.
Siguiendo con los rumbos y distancias que a continuación se expresan: Norte 990 metros,´´55º Este 645´´,´´32º Oeste 285´´,´´26º Oeste 480´´,´´67 Este 155´´,´´25º Este 420´´,´´1º Este 140´´,´´70º Este 515´´,´´8º Este 600´´,´´29º Este 930´´,´´60º Este 1.050´´,´´35º Este 515´´,´´63º Este 600´´.
Terminando esta última escarpada costa del Norte de la Plaza en cuyo punto concluye la línea española. La línea extrema del campo neutral, o límite del territorio marroquí, forma otro polígono circunscrito al anterior, cuyos vértices están respectivamente 500 metros más distantes de la Plaza, contados en dirección de las líneas que unen éstas con el saliente del Fuerte de Victoria Grande.
Esta línea se considerará límite del territorio jurisdiccional de S. M. el Sultán de Marruecos, y en ella se establecerá la guardia de Moros de Rey que previene el artículo 5º del Convenio de 24.08. 1859. Y para que conste como ejecución de los Pactos Internacionales, en virtud de los cuales se hizo la cesión, los infrascritos autorizan de común acuerdo la presente Acta de Demarcación, habiendo colocado como señales provisionales diez y siete grandes estacas en los puntos indicados anteriormente. (¿Dónde están, en la actualidad, esas estacas y el campo neutral?).
En fe de lo cual los infrascritos Comisionados firman la presente en cuatro ejemplares en los idiomas español y árabe (repito: no chelja), en Tánger a 26.06.1862 de la Era Cristiana, correspondiente al 28 de la Hadya de 1278 de la Egira. Lo firman: José López de la Cámara, Francisco de la Paz Quevedo, Si Ahmed, Ben el Mukadem, Si Abd-al-lah, Ben Muhammed el Arbi Fennisch el de Salé, Si Allel, Ben el Hache Bil-lah el de Mogador, Hache Muhammed Zuibar el de Salé. Francisco Merry Colom, Ministro Residente de S. M. la Reina de España, y el de S. M. el Rey de Marruecos, S.A.R. el Príncipe Muley Abbas, Plenipotenciario Marroquí; debidamente autorizados por sus Gobiernos respectivos para arreglar, conforme a los Tratados, las cuestiones suscitadas sobre los límites del territorio jurisdiccional de Melilla, han convenido en los puntos siguientes:
1º Se volverán a colocar postes en los puntos que señalaron los Ingenieros españoles y marroquíes en el Acta Internacional que levantaron el año pasado de 1862, en cumplimiento del art. 2º del Convenio de 1859 confirmado por el art. 5º del Tratado de Paz de Tetuán. Los que arranquen o destruyan estos postes serán severamente castigados y el poste destruido será repuesto por el Bajá del Rif con asistencia del Gobernador de Melilla, o de un Delegado suyo.
2º Habiendo S. M. el Rey de Marruecos resuelto indemnizar a aquéllos de sus súbditos que tienen propiedades dentro del territorio cedido a España, a fin de hacer la entrega de dichas tierras a S. M. la Reina de España, a quien corresponde en pleno dominio y soberanía, se ha convenido en que todos los súbditos de S. M. Marroquí que se hallen en aquél caso, saldrán del territorio español y abandonarán sus propiedades que pasarán a ser propiedad de la Nación Española. Dichos súbditos marroquíes serán expulsados inmediatamente del territorio español.
Las autoridades españolas de Melilla no les consentirán bajo ningún pretexto, que se establezcan de nuevo en ellas, pues esto pudiera ser motivo de disturbios en la frontera. En este punto quedarán las cosas en Melilla en el mismo estado que se hallan en Ceuta.
3º A fin de evitar las cuestiones a que necesariamente daría lugar la entrada de los moros del campo para visitar la mezquita que hay dentro de los límites en el lugar llamado Santiago, dicha mezquita será destruida y arrasadas las higueras y chumberas que la rodean. La destrucción de la mezquita y limpia del terreno circunvecino se hará por las tropas marroquíes o por los habitantes de las tribus.
4º Los súbditos marroquíes no podrán, bajo ningún concepto, entrar armados en territorio español fronterizo a Melilla. El Ministro de España declara que el contraviniese a esta disposición después de haberse puesto en ejecución el presente acuerdo, perderá sus armas, que quedarán en poder de las autoridades españolas.
En fe de lo cual, los infrascritos lo han firmado por duplicado en el Campamento de Dra-es-Seyet a 14.11.1863: Francisco Merry Colom, y El Abbas, a quien Dios guarde.
La demarcación de la línea divisoria trazada por el Acta de 22.06.1862, se llevó a efecto inmediatamente después de firmado el acuerdo de 14.11.1863, colocando los postes o mugas marroquíes en presencia de los Comisionados nombrados con este objeto por los dos países, según aparece publicada en la Gaceta de Madrid de 29 de noviembre del mismo año”.
Y ahora, el que cree que la frontera empieza en Málaga, que tome buena nota de lo que ha leído. Y si desea hacerme alguna réplica, quiero que sepa, como ya digo anteriormente, mi bastidor lo tengo repleto de “obras de arte”, que no me importaría mostrárselo en estas páginas. Y si peyorativamente se refiere al “Delegado de España”, como al “Senador de España” en Melilla, debe saber que ambos tienen la misma función que los que existen en Cataluña, Vascongadas, Galicia, y demás regiones del País. Por la sencilla razón que son España. Y si existe una Orden de Mº de Sanidad, por el bien de la salud de los ciudadanos, en la que los borregos de Marruecos no pueden entrar en Melilla, que sirve para todo el territorio nacional, yo creo que habrá que acatarla, por la sencilla razón de que estamos en ¡¡E-S-P-A-Ñ-A!!. Queridos lectores, no lo puedo remediar, disculpen porque ahora voy a escuchar el Himno de Infantería, que me encanta.


CONTANDO BORREGOS (Publicado 30.08.2016)

Dice un cuento que en un pueblo muy lejano, vivía un niño, que contaba entre seis y siete años de edad, llamado Jeromín, como el del militar, hijo ilegítimo, -más bien bastardo-, del Rey Carlos I. Su humilde casa estaba en las afueras del pueblo, junto a un arroyo de cristalinas aguas, donde vivía con sus padres: Cástulo y Hermelinda, y un hermanito pequeño de apenas cuatro años, al que impusieron Crispín. Cada día iba con su padre al monte, cuidando de los borregos, que la familia poseía como sustento para poder vivir con dignidad. Un día mientras estaba sentado en una gran piedra, vio que a los lejos había un pequeño borreguito blanco muy brillante, de aspecto hermoso y risueño, que no pertenecía a su rebaño. El pequeño, con su curiosidad infantil, sin dudarlo, corrió hacia el borreguito; y cuando logró llegar a su lado, vio un hermoso arco iris, todo lleno de golosinas, que él no podía alcanzar. Entonces Jeromín, se asombró, al escuchar al pequeño animal que le decía: “Amigo Jeromín: te llevaré a un lugar donde hay cientos de borregos de diferentes colores, y si logras contarlos a todos, prometo que te daré muchos dulces para ti y para tu hermanito”. Entonces el niño al llegar a ese lugar, vio que era imposible contarlos a todos, porque los animalitos iban desapareciendo apenas les echaba la vista encima. Y muy descorazonado y abriendo muy despacito los ojos, se encontró medio adormilado, y solo, en la piedra, escuchando la voz de su padre, que muy cariñoso le decía: “Jeromín, hale, para casa, que se terminó la jornada”.
La moraleja de este cuento, creo que es el cansancio de Jeromín, que viendo tantos borregos juntos, y sus ruidosos e interminables balidos, que como saben es cosa natural del género “Ovis Orientalis Aries”, le fue imposible contarlos a todos, y el pobrecito niño, lo que le ocurrió fue que harto de ver tantos borregos: de primavera, recentales, ternascos, lechales, y que también cansadillo que estaba el angelito de corretear por aquellos cerros, se pegó un sueñecito en lo alto de la piedra.
Y para terminar les diré que he leído un pequeño poemilla de borreguitos muy bonito, precioso, que dice: “Brincan en mamá/ Brincan en papá/ Unos blancos y otros morenitos/ Ya conté muy bien/ Desde el uno a cien/ Uno a uno hay tantos borreguitos./ Hay un capitán que me dice “ven”/ Vamos a brincar aquí en el heno/ Quieres ya crecer/ Yo le digo “no”/ Porque sé que ser chiquito es bueno/ Deberían hacer en vez de pelea/ Algún mundo aquí para brincar/ Ahí ya amaneció/ Despertó papá/ Señor capitán váyase acostar/ lalalalala, lalalalala.../ Deberían hacer en vez de pelear/ Algún mundo aquí para brincar/ Ahí ya amaneció/ Despertó papá/ Señor capitán vayase acostar”. Creo que con 5 LA repetidas, es suficiente.
No sé ustedes, pero yo pienso que a estas horas, que son las 13.30 PM, un platito de dos o tres costillitas de lechales, un “peaso” de pan cateto del Puerto de la Torre, y regados con un riojita de “Reserva”: ¡vamos!, que estarían para pegarle dos lametones a los dedos índices y pulgares, o mejor a los diez: ¡qué más da!, una vez puestos. ¿Usted qué dice?. Pues eso, que estaría estupendo.
Como anécdota curiosa, para los estudiosos de la Heráldica Española, y para los curiosones, como este que les escribe, si se fijan en el Escudo de Carlos I, en la Puerta de Santiago, en nuestra ciudad vemos a un borrego, asido por las garras del Águila Bicéfala al pié y fuera del escudo; exactamente en el mismo lugar que nuestro Dragón figura en el de Melilla; que yo les invito a leer la bonita y curiosa historia de nuestro escudo, que es el de la Casa de Medina Sidonia, concedido por Real Decreto de Alfonso XIII, a nuestra ciudad, el 11.03.1913.
Para terminar, como siempre, recuerdo a las autoridades competentes, que la Purísima sea denominado: “Cementerio Nacional de Héroes de España”


NO SE MERECEN SER NUESTROS REPRESENTANTES


Yo tengo conceptuado a los cuatro políticos que en la actualidad representan a la mayoría, en el Congreso, como unos vulgares “ganapanes”, como son Rajoy, Sánchez, Rivera e Iglesias. De Rajoy da la impresión que es como aquél “D. Tancredo”, que ejecutaba el lance taurino, esperando al toro, de pié subido en un pedestal, a la salida de chiqueros, en mitad del albero. El ejecutante iba vestido con ropas de época, o de payaso, y pintado íntegramente de blanco. Su mérito consistía en quedarse quieto, ya que el saber de la tauromaquia es que al quedarse inmóvil, el toro cree que la figura blanca es una estatua y no lo embiste. Yo creo que así es como Rajoy nos ve a todos los españoles, importándole un carajo todo lo que ocurre a su alrededor. Él se queda inmóvil, y solo se mueve para enviar mensajes de “tranquilidad” a imputados, y colocar a señoras en el Senado para que sean aforadas, y también para decir paparruchas, como la declaración que hizo sobre el nombramiento de su ex-ministro Soria, o del actual De Guindos, como si éste se hubiese caído de un guindo. Sobre Rivera, creo que se me ha ido la mano y lo he ensalzado un poco más de lo que se merece, llamándole “La Daga Florentina”, como le decían a Francisco Silvela, gran pugilista de la palabra, del Partido Conservador, Presidente del Consejo de Ministros, durante la Regencia de María Cristina y el reinado de Alfonso XIII. Silvela tenía una lengua que cuando subía a la tribuna de oradores en el Congreso, los de los bancos contrarios, incluso algunos de los suyos, se cagaban “patabajo”. Y Rivera, a pesar de ser de la misma cuerda de Rajoy, pone a éste a caer de un “burro mojino”. Para comprobar su mosqueo, solo tienen que observarle cuando se acaricia la barba y los tic del ojo izquierdo, y alguna que otra vez, también del derecho, cuando lo ponen verde por culpa de los “sinlachones” que tiene en sus filas; pero como ya digo, él se viste de blanco, se sube en un barril “bocabajo” y hace como el del chiste: “Asómate tú, que a mí me da la risa”. Y sobre Sánchez, si habla en el Congreso, es el “Estóico”; y si es a los periodistas, el “Circunspecto”; ya que ambas definiciones, creo que le cuadran. Creo que piensa, que como Rajoy, e Iglesias, le hicieron lo mismo a él en la anterior y cortita legislatura, pues ahora que se jodan, pero mientras, como ocurrió entonces, quien realmente se jode somos los que pagamos nuestros impuestos, para abonarle a él, a Rajoy y a toda la caterva que nos están representando, sus sueldos que ellos mismos se pusieron por la ley, que también ellos votaron. Claro que como el hombre va deshojando la margarita, a ver quién lo quiere más, y mucho, como la trucha al trucho, creo que en vez de una margarita, anda por ahí con la flor de una adelfa, el “Laurel de Flor”, una bella flor que ni las cabras se comen, por lo venenosa que es. Y finalmente tenemos a Iglesias, el que le dicen “El Coleta”, pero que yo le llamo “El Rapero”. Y le digo “El Rapero”, porque camina y habla como un cantante de rap. Su andar encorvado, con camisa de mercadillo arremangado por el cúbito y el radio, es de una absurda indolencia, como si fuera perdonando las miradas cuando hace el paseíllo por los pasillos del Congreso, como el clásico pistolero chulo y malo de una película de “Convoy”, que camina por medio de la calle a punto de desenfundar las pistolas a la primera de cambio. Y no me digan de sus discursos: Siempre “rajando de la casta”, pero el tío hace como escribió Lope de Vega en su “Perro del Hortelano”, que ni come ni tampoco deja comer a nadie; solo “dando por culo el joío perro de los cojones”.
No sé ustedes, pero yo pienso que si todos los españoles nos pusiéramos de acuerdo, y cada vez que esta gente nos llame para votar, fuéramos con un periódico, o un libro en la mano, y en vez de introducir la papeleta en la urna, nos pusiéramos a leer en el mismo colegio electoral, sin hacer ni puto caso a los delegados, con sus fotos colgados en el pecho; entonces creo que las papeletas, se las tendrían que comer, como las cabras hambrientas mastican los papeles.

...Os permito, tolero, admito, que no os importe la República, pero no que no os importe España. El sentido de la Patria no es un mito...”. Esto lo pronunció Manuel Azaña, el mismo día 18.07.1936, nada más enterarse del golpe de estado del traidor Franco y los fascistas. Yo les digo a estos políticos de la “casta”, como a los de “nuevo cuño”: Aplíquense el “parche”, y piensen que es España, nuestra Patria, la que nuestra credibilidad como españoles está en juego ante el tablero internacional, y no vuestros partidos peleones del “Y tú más”.

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