31 enero 2006

Una de reivindicaciones

UNA DE REIVINDICACIONES

El malogrado Luís Carandel en “Memoria del 98”, en la página “La Estafeta Romántica” comenta una anécdota ocurrida en las Cortes en el que el diputado catalán Francisco Suñer y Capdevila dijo sobre Dios, la Virgen María y Jesucristo:  “Guerra a Dios, a la tisis y a los reyes”.  Castelar en su discurso tampoco se quedaba atrás con su oratoria, sacadas de un libro suyo, diciendo entre otras cosas: “¡Grande es Dios en el Sinaí; el trueno le precede, el rayo le acompaña, (….), pero hay un Dios más grande que no el majestuoso del Sinaí, sino el más humilde Dios del Calvario,  …”. Se quedarían los dos tan campantes. Y uno de ellos era nada más y nada menos que el gaditano don Emilio Castelar, Presidente de la 1ª República (1873-1874), licenciado en Derecho y en Filosofía, gran orador, -hablas más que Castelar en el Congreso, me decía mi madre-, casi ná.   Bueno, pues lo que soltó el General don Francisco Serrano Domínguez, Conde de San Antonio y Duque de la Torre, que a la sazón era Presidente del Gobierno en 1869, no tenía desperdicio alguno: “En nombre de 18 millones de españoles que aún no han perdido la fe ni la vergüenza”, y dirigiéndose a los bancos republicanos exclamó: “ Respetad, señores diputados, el sagrado hogar doméstico y la vida privada de María Santísima”. Más o menos como el “Manda huevos” de Trillo, pero en plan fino.  Era también porque se escuchó en la Cámara que la Virgen había parido otros hijos y por lo tanto Jesús tenía hermanos.
Todo esto era lo que en el siglo XIX se podía escuchar en las Cortes,- hoy es peor, ya lo sé-, y puede que arranque alguna que otra sonrisa al que lo lea; porque la verdad es que tiene tela lo del “hogar doméstico y la vida privada de la Virgen”.  Con la sonrisa “cuajada” en los labios me quedé cuando leía en este periódico de 20 de enero que la asociación “Melilla Acción Solidaria” se ha dirigido a Imbroda para que realice las gestiones oportunas que hagan posible la declaración de “Victimas del Franquismo” a aquéllos que poseían Tarjeta de Estadística antes de 1987, ya que ésta tarjeta, dicen: “fue un documento ilegal que paralizó muchos sueños e iniciativas”.  Anda, ¡eh!, que les parece la comparación, nada menos que víctimas del franquismo, así, tal como suena, y seguramente ni se han bebido un trago de agua, por el disgusto de la tardanza que el gobierno de entonces en concederle los papeles legales para residir en Melilla. Yo digo que si Imbroda solicita a Zapatero que interceda para que esa asociación sea declarada como “víctima del franquismo”, yo me apunto también, aunque resida en Málaga, pero como soy melillense hasta las trancas, y también paisanos, le rogaría que interceda por mí, por favor, y también, como no, por las generaciones del “silencio político”, ya que la Guerra Civil, como todas las guerras civiles, aparte de ilegal, cruel, sangrienta y muy cabrona, fue la que paralizó la tira de sueños y un taco de iniciativas para esas generaciones.  Como muestra valga este botón: que la matrícula de ingreso en el antiguo Instituto de la calle de García Cabrelles costaba lo que a un modesto funcionario municipal le pagaban por aquéllos “gloriosos años” de alpargatas y cartillas de racionamiento. Así que si la dictadura de Franco fue dura, también fue duradera. De todos los sinónimos que tiene la palabra víctima, los de mi generación nos quedamos con damnificados, perjudicados, dañados y jodidos, -ésta es mía-.  Muertos, heridos, pasivos, difuntos, accidentados, lesionados mártires, inmolados y sacrificados se las dejo para los que nos precedieron, que fueron los que lo padecieron en sus carnes, y fueron las verdaderas víctimas. Y como tenemos un idioma que no nos lo merecemos digo, ya que como victimario, egoísta y beneficiario son también sus antónimos, que estos señores escojan el que más les cuadre a sus peticiones, porque de sinónimos me parece que lo tienen muy crudos.      
Yo, de ellos, en vez de solicitar al Presidente Imbroda lo de víctimas del franquismo, -mi amigo Juan dice que eso es una utópica chuminá- le pediría lo mismo que ha hecho Evo Morales, el del jersey a rayas y flamante Presidente de Bolivia, con su gabinete: que solicite a Zapatero se rebaje su sueldo y el de los ministros, y también el suyo y el de sus consejeros al 50%, y que el ahorro lo destine a un fondo especial para la Enseñanza y la Historia, que tanta falta hace.  ¿Verdad que no sería tan utópica la propuesta?. Hace años un amigo, muy socarrón él, me comentaba que llegaría un día en que un vecino fronterizo querría instalar un cafetín en la planta baja del Ayuntamiento.  
Espero que hayan sonreído.  Les deseo suerte y que sean felices.

                              Juan J. Aranda
                              Málaga enero de 2006

23 enero 2006

De luces y sombras

LUCES Y SOMBRAS

En “Los melillenses nos dicen”, de 18 de enero, leo que una lectora se queja sobre la escasa luminosidad que dan las farolas en las calles de Melilla. La considera insuficiente y pobre. Dice también que esto le ocurrió cuando regresaba de Paris, la “ciudad de la luz”, cayéndosele “el alma a los pies”. A todo lo que dice ésta comunicante yo me apunto y lo corroboro, o sea, que le doy toda la razón, y la lleva cuando dice que no hace falta viajar de la capital de Francia para notar ostensiblemente la escasa luminosidad local. La última vez que he viajado a la ciudad junto a mi esposa con una cámara fotográfica en ristre nos dimos un garbeo, como siempre, por las calles de mi niñez: Castellón de la Plana, Duque de la Torre, (actual Teruel), Sagasta, Murcia, (Callejón de la Morena), Almería, y créanme que el alma no se me cayó a los pies, pero el sentimiento de tristeza sí que se reflejaba en mi rostro. Sentí pena al ver las calles donde correteaba de niño. Si de noche me parecieron tristes y en penumbras, de día las encontré feas y desangeladas. Ya no se aprecia la alegría que había en los patios de vecinos llenos de macetas, donde en algunos existía un pozo de agua “gorda”, pero fresca y sana. Los edificios, casi todos de una sola planta, siempre enjalbegados de cal, los encontré vetustos y ajados. Como en aquéllos años no había aceras, ni apenas coches que molestasen al viandante, cualquiera podía andar por las calzadas, asfaltadas de cuando la República, sin tener que sortearlos. Uno de los pocos vehículos que circulaban por Castelar y Castellón era la regadera del Parque de Bomberos, Leyland, o era Ford?, de mi padre que renqueaba de lo vieja que era. El obrador de confitería de la señora Ana en la calle Duque, donde liábamos caramelos cantando: “Vamos niños al Sagrario…” (para que no comiéramos ninguno), lo encontré derribado para nueva construcción. La puerta de la miga (guardería) de doña Nieves se encontraba taponada por un coche, como casi toda la calle. El patio, con su pozo, donde estaba la tienda de la señora Esperanza se encontraba cerrado a cal y canto en espera de otro nuevo derribo y construcción. Al callejón del Aceitero lo han estrechado para meter un edificio con “calzador”. En la de Castellón, hace varios años, me encontré un bloque de viviendas colocado junto a la falda del monte de Ataque Seco. En esta falda quizás existan aún las dos entradas de un refugio, similar al que existe en la escalera del Sagrado Corazón y la calle Roberto Cano, y puede que si algún vecino escarba en los sótanos de ese edificio llegue al pasadizo-refugio y se encuentre la bóveda donde muchos niños del barrio jugábamos en su interior. El callejón de Pepe Matías, donde vivía la señora Antonia, que bordaba y planchaba, y donde dicen que cayó una bomba del buque “Jaime I” cuando la guerra del 36, lo encontré intacto, o sea, como hace cincuenta años. De todos estos recuerdos, vivencias de cuando vestía pantalón corto y jugaba al trompo y a piola, el que se refleja con más nitidez es el del “Cañonazo de las 12”, que Juan Díez y Fernando Saruel se refieren en este diario. “¿Qué hora es?”, preguntaban algunos vecinos. La contestación era: “Aún no ha sonado el cañón”; o sea que todavía no eran las doce del medio día. En el sitio donde ese cañón era disparado con estopa y trapos, y las cabras del señor Juan comían y cagaban a su gusto, hoy podemos ver unos edificios que dominan la ciudad y el mar, igual que las cometas que hacíamos volar los chaveas del barrio cada día ventoso, porque viento hace tela marinera en ese cerro. Si esta señora dice que la ciudad está “triste” de luz en sus calles, yo encuentro mi barrio en cada viaje desde hace más de cuarenta años con la misma penumbra, pero sin alegría. Yo la verdad es que ignoro el motivo de esa escasez de luz en mi barrio melillense, pero sí les puedo asegurar que si una persona que reside, por ejemplo, en Málaga, y paga sus impuestos como cada españolito para que el Estado, Comunidad Autónoma, Ayuntamiento o el sunsuncorda, le dé unos servicios como el de la limpieza de las calles, y del alcantarillado por donde corren las aguas pluviales, y las de beber (que también nos cobran), junto a todo lo que expulsamos de nuestros cuerpos; y también como el alumbrado de las calles se encontrara, un suponer, las esquinas de su barrio como lo están las de Castellón y Duque de la Torre, pueden estar seguro que el follón lo tendría servido la empresa encargada del alumbrado, ya que sus teléfonos echarían chispas de las quejas de los vecinos. Tengo entendido que las autoridades de la Ciudad Autónoma tienen un proyecto para adecentar ese barrio y quitarle su cutrez. Pues mire qué bien. Que así sea, y pronto. Amén.
Reciban un saludo.
Juan J. Aranda
Málaga enero de 2006

17 enero 2006

Réplica a la provocación y a los insultos


     
RÉPLICA A LA PROVOCACIÓN Y A LOS INSULTOS

La provocación y los insultos que por costumbre tiene Ángel Niu de lanzarnos a todos los que somos de izquierdas, de verdad que ralla en la falta de la más básica intolerancia, y también de principios, como dice él que nosotros carecemos; y como diría el castizo: también de alimentación.  Yo no sé lo que comerá este hombre, ni tampoco si se siente estreñido cada vez que se sienta en el trono del señor “Roca”, ergo retrete, porque terminar de leer cada uno de sus artículos, le dan a uno  ganas de pegarse unos cuantos latigazos, no de vino sino de los de siete colas, en la plazoleta de las espaldas, como  acto de contrición por los pecadillos cometidos durante la semana: -Y ahora como castigo me leo a Niu y los pecados se me borrarán, sirviéndome además de suave laxante-. El insulto que hace este hombre a todo lo que huele a izquierda: “… la izquierda, como de costumbre, acomplejada por sus defectos, por la falta de principios, que dicho sea de paso, nunca han tenido”, no tiene justificación alguna.  Cuando arremete contra el Presidente de Gobierno, el señor Rodríguez Zapatero, que por cierto, se tiene que fastidiar, porque también es el suyo, llamándole el peor presidente de la historia reciente de España, siendo un completo inútil, y que se vaya a Cataluña a presumir de español, que falta hace. Algunos de los lectores de este periódico nos preguntamos si este hombre tiene la potestad de decidir quiénes deben visitar nuestra ciudad y quienes no, y más cuando dice: “… no sabemos a qué demonios viene a la ciudad; ¿a arengar a las tropas?, ¿anunciará inversiones?, ¿nos convertirá en Comunidad Autónoma?”. Dice también que no es compatible reír con Carod y besar aquí la bandera. No es ni menos infame ni más responsable.  El Presidente será bienvenido, y es de esperar que bien despachado. Y como colofón final: A presumir de español, a Cataluña. Que falta hace.  Yo digo, como es lógico, que el señor Zapatero cuando llegue a Melilla será recibido por las autoridades y se le rendirán los honores como Jefe del Ejecutivo que es, y Niu, si es que se encuentra en la ciudad, se tendrá que aguantar con la visita, lo mismo que nos aguantamos todos los españoles cuando el señor Aznar envió las tropas a Irak y que aquél apenas tomó posesión mandó su vuelta para evitar males mayores. Si esta réplica, sin deseos de ofender, sirviera para que este hombre fuera más comedido en sus artículos y dejara, de una vez por todas, las ofensas y las provocaciones a las personas que nos sentimos de izquierdas creo que ganaríamos todos, porque como dice el refrán: “Cállate y callemos, que sendos nos tenemos”.  Que más o menos quiere decir, más bien advertir, al afrentador de su prójimo, cuando éste es reo de iguales culpas.  Yo le aconsejo que intente tragarse el sapo de las Elecciones Generales; pero que lo haga salpimentado con democracia, y lo digiera tranquilamente para que sus artículos nos parezcan más amenos y objetivos. Y para terminar vuelvo a repetir por enésima vez a la gente de izquierdas de la ciudad que ya va siendo hora de que alguien de ellos le replique con los argumentos que poseen, que deben ser muchos, porque como sabrán este periódico, no solo en la ciudad se puede leer sino también en la página que tiene en Internet, teniendo todo el mundo acceso a sus escritos, y dejen sus “vergüenzas políticas”.  Los melillenses de aquende y allende el mar, nos merecemos alguna que otra alegría, y no el continuo coñazo de trastos lanzados a las testas de los contrarios políticos, porque de verdad que sentimos vergüenza ajena. Los sustos a que nos tienen acostumbrados debieran ser espaciados, y los insultos constantes los paren un poco, y en vez de coger carrerilla para lanzar otros aspiren aire oxigenado de democracia en sus pulmones, que bastante falta nos hace a todos, y como está el patio, aún más a los de la diestra mano, que no callan ni un momento, y si no pregunten a Benet que ha comparado al señor Zapatero con Pavía y con Tejero, y eso es meter la patita hasta el corvejón.  ¿Verdad que Melilla no se merece esta clase de representante?.  


                                   Juan J. Aranda
                                   Málaga enero 2006

10 enero 2006

FRASES POPULARES XV

FRASES POPULARES XV

     “Anda y que te den morcilla”.  Quién no ha pensado alguna vez pronunciar esa frase, u otra peor, a alguien que suele darle el coñazo.  Esta es una expresión figurada que desprecia la buena voluntad hacia alguien.  Aunque hoy en día parece como muy suave, en tiempos pasados en que la rabia (hidrofobia) en los perros abandonados era muy común.  Para prevenir estas epidemias las autoridades ordenaban dar muerte a los perros callejeros mediante la colocación de morcillas con estricnina, un potente veneno que mucha gente sin escrúpulos en la actualidad usa para matar a zorros y otras raposas.  Así que cuando alguien te dice: “Que ten morcilla”, lo que desea es que te envenenes.   “Ser como el Capitán Araña, que embarca a la gente y él se queda en tierra”.  Se utiliza para calificar a alguien que implica a los demás en un asunto en el que no está dispuesto a participar.  El origen de esta frase, según algunos historiadores, hay que buscarla en la figura del capitán Arana, o Aranha; un personaje del siglo XVIII que recorría toda la Península con la intención de reclutar gente con destino a las colonias de América para luchar contra los insurrectos, sin que él emprendiera ningún viaje.  De estos capitanes en la actualidad los hay a montones, y no militares, por supuesto. “Atar los perros con longanizas”.  Esta expresión se usa con cierta ironía para exagerar que alguien es espléndido aunque no tenga mucho dinero.  El origen se cree que proviene de un simpático suceso ocurrido en el pueblo salmantino de Candelario, concretamente en la fabrica de embutidos de Constantino Rico, conocido como Tío Rico.  Al parecer un día una de las empleadas, cansada de los intentos de un perro hambriento por colarse en la fabrica no tuvo otra cosa que hacer, y sin tener cuerda a la mano, que atarlo a la puerta con una ristra de longanizas.  Claro que alguien que lo observó, corrió la voz y empezaron a decir que el Tío Rico es tan rico que en su casa atan a los perros con longanizas.  “Tchin, Tchin”.  Esta expresión proviene de Cantón, en el sur de China.  En la lengua franca comercial era una mezcla del inglés y el chino, tsing tsing, como expresión de cortesía y bienvenida.  Por los marineros de los primeros años del siglo XX  el saludo se hizo popular en muchos países occidentales.  En Francia se escuchó por primera vez en 1935, y como todo el mundo sabe, tchin, tchin, se emplea hoy en los brindis y significa: a vuestra salud.   “Hacer mutis por el foro”.  Esta expresión se emplea para indicar que alguien se ha marchado de forma discreta sin decir ni pío.  El origen es del mundo de la farándula y de textos teatrales cuando se señala que el actor debe retirarse de escena.  El mutis, que procede del latín mutare: mudar o cambiar de lugar, indica el acto de retirarse.  La segunda frase: por el foro, señala el lugar por donde debe hacerlo; en este caso es por el fondo del escenario.  Como dato curioso, cuando un actor simula retirarse de la escena y vuelve a ella se denomina: medio mutis.  “Meterse en camisa de once varas”.  Hoy en día es decirle a alguien que no se inmiscuya en asuntos que ni le va ni le viene.  Hay quien dice que el origen es de la Edad Media cuando en la ceremonia de adopción  para adoptar a alguien, consistía en que el adoptante metía al adoptado por la manga, muy holgada de una camisa, y lo sacaba por el cuello, dándole después un beso en la frente.  A veces, como suele ocurrir en la actualidad, no salían nada bien, y por lo tanto se recomendaba al que trataba de que lo adoptasen que no se metiera en camisas de once varas; o sea, que no se dejase adoptar por otro.  Como sabrán once es un número indefinido que significa “muchas”, para dar a entender que se trata de una camisa grande y holgada.  “Echarle a uno los perros”.  El origen de esta expresión es taurino.  Antiguamente cuando un toro de lidia se mostraba remiso en embestir o rehuía el capote, sacaban una jauría de perros adiestrados para hostigar al animal con ladridos y mordiscos.  Si la res acosada no reaccionaba, al final era condenada a la puntilla.  De este lance, que el público solía pedir al grito: “¡Perros!, ¡perros!”, proviene la expresión de echar los perros.  También se emplea como sinónimo del acto de acosar y hostigar a alguien  para sacarle de su pasividad.

                                        Juan J. Aranda
                                        Málaga enero 2006

03 enero 2006

El primero

Con este recién creado blog se ha hecho realidad uno de mis más añorados deseos en el ámbito literario, y no es otro que el ver expuestos en internet los escritos, artículos, poemas y pensamientos que he ido pariendo desde hace mucho tiempo. Muchos de éllos ya han sido publicados en distintos diarios y periódico, sobre todo el Melilla Hoy se lleva la palma, también ha sido publicado el libro Breve Cronología de Melilla gracias a la ayuda del gobierno de la Ciudad Autónoma de Melilla.

Pues bien, todos o casi todos los textos están ahora en la red, para que cualquier curioso o amigo los pueda leer, criticar, etc. Como los conocimientos informáticos son escasos hemos optado por crear varios blogs y clasificarlos por años. De esta forma creemos que es más fácil para el internauta navegar a través de éllos. Aunque siempre estamos abiertos a escuchar sugerencias si suponen una mejora para la lectura, y eso sí, seamos capaces de llevarlas a cabo.

Por último comunicarles que los blogs con los textos de otros años se estarán completando durante un tiempecito que espero no sea mucho.


Reciban un saludo

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