31 octubre 2006

Un día de los santos

UN DIA DE LOS SANTOS


Cada 1º de noviembre, en España, se celebra el día de Todos los Santos. Los Ayuntamientos blanquean las fachadas y patios interiores, limpian los paseos con la ayuda de los familiares, llenándolos de flores frescas en jarrones de cristal y de lata, pegándolos algunos con silicona porque mucha gente se los lleva sin ningún miramiento. Las tumbas se friegan varios días antes para que el día señalado reluzca como Dios manda. Vienen personas de todas partes para visitar a sus deudos, y quienes no se pueden desplazar, algunos, envían dinero para que se le compre un ramo de flores y lo coloque a los pies de la lápida: “Adjunto te envío 500 pesetas para que le pongas unas flores a la tumba de mama”. Así era como solían enviar los giros en mis tiempos.
En Melilla, hace como medio siglo, mi primo Juan (el de mi tía Virginia) y yo, como vivíamos cerca de La Purísima nos gustaba acudir al Cementerio por la murallita del patio de La Legión, que era más accesible para los niños, y también porque el señor Frasquito, no dejaba a los niños entrar al mismo, como no fuéramos acompañados de una persona mayor. Una vez los dos primos Juanes acudimos al cementerio para ver cómo estaba la tumba de nuestro abuelo, padre de nuestras madres, y verla tan tristona en comparación con la de sus vecinos nos dio un poco de pena. Nuestras madres aún no habían acudido, como cada año, a enjalbegar la tumba, y nosotros sin pensárnoslo dos veces nos lanzamos a fregarla con cubos prestados: “Qué niños más apañaos”, decían muchas mujeres junto a la fuente cercana. Nosotros les quitábamos algún que otro ramo a los vecinos más lejanos: un jarro de china desportillado, otro de cristal, en fin que la tumba parecía que mi abuelo en vez de haber muerto a mediados de los 40 lo habían enterrado ese mismo día. Si les digo que encontramos una corona en la que en su lazo negro y con letras bordadas en oro se podía leer: “Tu esposa, hijos y nietos, no te olvidan”. Ya está: su esposa era mi abuela, sus hijos eran nuestras madres y nuestros tíos, y sus nietos, que éramos una decena, pues ya estábamos todos.
Claro que al día siguiente la que me parió hablando con su hermana Virginia le preguntó si ella había estado en el cementerio arreglando la tumba de papa: “Y fíjate Virginia, hasta le han colocado una corona y todo”. La hermana no tenía idea de lo que le decía, pero mi primo y yo que estábamos cerca de ellas, sí que se nos encendieron las luces de alarma. Las dos dirigieron sus miradas hacia nosotros, sin saber si reír o largarnos un guantazo a cada uno. Lo que si que recuerdo es el comentario de mi madre: “¡Ay!, qué fatiga, ya me da vergüenza ir al Cementerio por culpa de estos dos andarríos”. Es una anécdota que siempre recuerdo con un sentimiento de cariño cada año por estas fechas.
Y para terminar me agradaría que alguien me dijera si la Patrona de los Abogados sigue siendo Santa Teresa de Jesús, o Maria Teresa de Jesús, (Mari Tere para los amigos), porque según he leído alguien quiere cambiar el nombre “religioso estático” de ese órgano. Y eso, con todos mis respetos, no me gustaría nada porque un 15 de octubre, día de Santa Teresita de Jesús, fue cuando mi madre me trajo a la vida y como segundo nombre me pusieron el de Jesús, nombre que llevo con todo el orgullo.

Algo sobre condones

ALGO SOBRE CONDONES

“La Junta (de Andalucía) distribuye en Málaga una partida de condones defectuosos”. Esta noticia la daba un diario gratuito, “20 Minutos”, que se distribuye en muchos puntos del Centro y barrios de la ciudad de Málaga. Dice que las prostitutas han alertado de que los preservativos se rompen al usarlos. Estas gomas profilácticas están fabricadas en China y las reparte la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía en los ambulatorios. Dice también que la Administración niega los hechos, mientras el distribuidor insiste en que son seguros, ya que han pasado los controles de calidad de “CE”. Yo, particularmente, me inclino por lo que dice la Administración y la insistencia del distribuidor, de que son seguros.
La calidad de los condones pasa por varios controles; como el volumen de estallamiento, que es la que mide la capacidad de aire antes de estallar; la presión de estallamiento, que es medir la resistencia a la presión sobre la superficie del preservativo; la inspección visual de defectos, es ver a través de una luz si tiene burbujas o pliegues; también comprueban la suspensión de agua, llenándolo de agua por si tiene algún poro, como hacen los niños con los globos llenos de agua para tirárselos luego a cualquier incauto que pase debajo de su balcón. También comprueban la solidez del color y de los distintos olores, como de fresa o vainilla. Y ya por último los meten en un horno de envejecimiento, que es un dispositivo que reproduce en pocos días el desgaste originado por años de almacenaje, como los artesanos que fabrican muebles aparentemente antiguos, que dan el pego divinamente. También, a lo mejor, pudo ser que estuviesen pasados de fecha; y como todos los productos caducados tienen su vida estas gomitas también pueden dar algunos sustos a sus usuarios y acompañantes.
El condón siempre ha servido para preservar de las enfermedades venéreas, como antes se conocía, cuyo origen era debido a Venus, la diosa del Amor. Como curiosidad, este profiláctico tiene muchas denominaciones en distintos países, por ejemplo, en Argentina y Uruguay le llaman: “forro”, que obviamente es lo que es, un forro. En Perú es un “poncho” o un “jebe”. Lo de poncho ya sabemos que cubre casi todo el cuerpo, y jebe por decir algún sinónimo de látex. En los EEUU le llaman “rubbers”, que como sabrán quiere decir: goma en plural; y en el Reino Unido le dicen “johnny”, que en castellano quiere decir: juanito, o “love glove”: guante del amor. Se imaginan ustedes a un señor maduro que llega a una farmacia y le dice al mancebo: “Oye chaval, dame un juanito para echar un kiki”. Y para rizar el rizo que el dependiente de la botica encima se llame Juanito.
Vale reírse, pero ¡ojo! con las enfermedades de la diosa Venus, porque como pendona que era se llevaba rodas las papeletas, y las repartía como le salía de ……, eso que están pensando.

250 años de Correos

250 AÑOS DE CORREOS

Cuando yo comencé a prestar mis servicios en Correos, hace ya unos cuarenta y tres años, algunos sabíamos que el 8 de octubre de 1756 los carteros empezaron a recorrer las calles de Madrid. El Asesor de la Renta de Correos, Pedro Rodríguez Campomanes, dio el rango de cuerpo oficial a un oficio de cinco siglos. El germen de Correos, nuestro Correos de toda la vida, lo formaron una docena de hombres repartiendo misivas aquél 8 de octubre de 1756. Desde entonces entre los españoles creció una red a distancia; como saber el paradero de familiares, comunicarte con cartas epistolares con amigos, y lo que para algunos es un poco molesto: saber lo que tenías que endiñarle Hacienda. En los 250 años que han pasado, los sellos, las caras de quienes aparecían en ellos, y los valores faciales, algunos “chiflatélicos” buscaban con ahínco estampillas de lo más raras, como uno de Franco con la sonrisa en su rostro, sello que jamás he visto. Las cartas empezaron a circular en coches de caballos, para luego repartirlas en una cartera de cuero de vaca, a la que muchos le llamábamos “suavizalomos”, por lo pesada que llegaba a ser. Después circularon por ferrocarril, en bicicleta, en los automóviles, para cruzar los océanos en las bodegas de los barcos y aviones. Los uniformes los hemos tenido de todas las formas, pero el gris para el verano y el azul marino para el invierno siempre han primado; los dos con sus respectivas gorras de plato. El de verano era una chaqueta con mangas largas y pantalón, que parecíamos soldados de Filipinas. Esta chaqueta “veraniega” debíamos llevarla abrochada hasta el cuello, pero lo más cutre era que nos endiñaban unas sandalias abiertas que debíamos calzarlas con calcetines. El de invierno era otra cosa, ya que con el frío algunos nos la abrochábamos hasta el último botón; el pantalón tenía una raya a todo lo largo que parecíamos porteros de un hotel. Pero lo más bueno, si a eso se le puede llamar bueno, es que si te caían unas gotas de lluvia en el traje, la camisa había que tirarla, por el destiñe que soltaba. La figura del cartero como todos saben ha cambiado: desde la bicicleta con el cartelito en rojo “Correos” en el cuadro (los de telégrafos era en azul), pasando por las Rieju, Motobic, y ya en la actualidad las benditas vespas. Y los uniformes actuales con sus pantalones cortos en verano, sus chalecos con un sinfín de bolsillos, las camisas amarillas, con el anagrama de la cornamusa y la corona; de verdad que el cambio en pocos años ha sido para bien.
Deseo que este humilde escrito sirva de homenaje de todo el personal de Correos, y muy particularmente a los de las generaciones anteriores. Aquí en Melilla tenemos un funcionario que es biznieto, nieto, sobrino nieto, primo e hijo de carteros, o sea, la saga de una familia de hace un siglo.

Cabo Noval

CABO NOVAL

El día 16 de noviembre de 1887, hace ahora ciento diecinueve años, nació en la calle de Santa Susana de Oviedo don Luís Noval Terrós. Este hombre era un joven ebanista cuando lo llamaron a quintas en el reemplazo de 1908. LLamado a filas el 5 de febrero de 1909 se incorporó a la 3ª compañía del 2º batallón del Regimiento del Príncipe nº 3 de la capital asturiana. Al mando del Coronel Julio Moló Sanz marcha con dirección a Melilla el día 12, y el 13 embarca en Málaga en el “Ciudad de Cádiz”, llegando a Melilla el 14, y de inmediato es destinado al campamento de Cabrerizas Altas. El 20 de ese mismo mes y a las órdenes del General de División Fernando Álvarez de Sotomayor, que formaba una columna de reserva del General Antonio Tovar, participa en la batalla de Taxdirt, y el 22 concurrió a la toma del Zoco de Beni Sicar. En la madrugada del 27 al 28, encargado de recorrer los servicios de vigilancia, los centinelas encomendados a su vigilancia, fueron impetuosamente atacados por numerosos enemigos, que obligaron al cabo Noval a retirarse hacia las posiciones en unión de los suyos. Un grupo de enemigos que lo llevaban amenazado gritaban a los de la posición: “Somos españoles, no disparéis”; en esto el Cabo Noval a voz en grito protagonizó la misma gesta que el Comandante Benítez con el heliógrafo desde Igueriben comunicando a Annual el 17 de julio de 1921: “(…) Los de Igueriben mueren, pero no se rinden, disparad contra nosotros, pues moros y españoles estaremos juntos en la posición,….”. Al amanecer de aquélla madrugada se descubrió el cadáver degollado del Cabo Noval con el fusil bien agarrado a sus manos y los de sus captores junto a él, muertos éstos por disparos desde la posición.
Por este hecho de armas y según informado el Consejo Supremo de Guerra y Marina, el Cabo Noval recibió la Cruz de 2ª Clase de la Orden Militar de San Fernando, con la pensión anual de 400 pesetas, el 19 de febrero de 1910.
El Sargento Joaquín Álvarez Lorenzo, el Cabo Saturnino Camarero, y los Soldados Honorato Martín Montes y Manuel Patiño, contaron cada uno de ellos lo ocurrido. Las secciones que mandaban el Teniente Evaristo Álvarez Expósito, en el ángulo izquierdo, y la de Isidro Armendáriz en el derecho, fueron las que descubrieron la trampa en que los rifeños querían meterlos, que gracias al Cabo Noval no lo pudieron llevar a cabo.
Yo creo que el libro de nuestra Historia lo debemos tener presente y abrir sus páginas, aunque sean “hechos de sangre”, siendo estos con más motivo, para que jamás se nos olvide, y también para que mucha gente sepa, comprenda y entienda porqué muchos nombres de calles están rotuladas con esos nombres de héroes, como nuestro Cabo Noval en el Barrio del Tesorillo.
Reciban un cordial saludo.

José Luis Blasco

JOSÉ LUÍS LÓPEZ BLASCO A DEFENSOR DEL PATRIMONIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE MELILLA
Por su dilatada trayectoria de defensa y promoción de la cultura local, a mi buen amigo, José Luís Blasco López desean nombrarlo Defensor del Patrimonio Histórico Artístico de Melilla. ¡Olé sus cojones!. Esto es lo que leo en este periódico. (Lo de jalear su escroto no, porque es mío) Muchos amigos nos esperábamos algo así de él lo que yo, particularmente, me alegro una “jartá de bien”. José Luís, por si alguien lo ignora dada su extensa vida como investigador y estudioso en temas religiosos de Melilla, Islas y Peñones, es uno de los principales estudiosos del tema. Yo, entre las cientos de colaboraciones que ha hecho en temas de toda índole histórica, siempre me detengo en unas páginas de colaboración que hizo en 1988 para la Asociación de Estudios Melillenses, cuando era su etapa como Presidente de dicha Asociación, siendo uno de sus trabajos que me gusta releer en un cuadernito que editó la AEM en aquél año. La historia de la Iglesia de la Concepción en Melilla, “Fundación Real de su Majestad el Rey, Don Felipe IV”.
José Luís cuenta con unos archivos históricos que mucha gente de pluma volátil y de chabacana sutileza sentiría envidia y lo desearía para sí. Una parte de estos archivos los tiene en un “disco duro” encerrado en su memoria de elefante, porque memoria posee a espuertas. Los cientos de libros, revistas y publicaciones que ha colaborado y que posee, egoístamente hablando, me sirven cada vez que descuelgo el teléfono para que me proporcione información sobre cualquier tema histórico de nuestra ciudad, ya sea militar o religioso. Él siempre está dispuesto a darme lo que le solicito, como por ejemplo: la Historia de Las Cofradías de Melilla, que éste mismo periódico las publicó por etapas entre el 28 de febrero de 1993 hasta el 28 de marzo del mismo año.
Desde éstas humildes líneas te deseo, José Luís Blasco López, hombre bueno, que hagas lo que creas más conveniente para tu persona. Para tus amigos, aceptes o declines como solo tú sabes hacer con cortesía, los que te necesitamos sabemos que siempre estás ahí con tu amistad.
Recibe un abrazo, extensivo al anciano que siempre tienes a tu lado, tu señor padre, desde esta otra orilla de nuestra hermana mayor, Málaga.

21 octubre 2006

Carata desde la Purísima

CARTA DESDE LA PURÍSIMA
““Queridos melillenses: Soy uno de los que residen en La Purísima desde el 22 de febrero de 1904, procedente del cementerio que había junto al Fuerte de San Carlos. Allí estuve casi desde que lo inauguraron el 3 de abril de 1787, y como es natural no me conocéis. Cuando llegué aquí me encontré con muchos militares y civiles que me recibieron con los brazos abiertos al igual que nosotros hicimos, con todos los honores, a los que iban llegando de 1909, 1912, 1914; los que fueron masacrados en aquéllos barrancos cuando el Desastre en 1921. Algunos, los pobres, tenían aún la metralla en sus cuerpos mutilados. Tengo que deciros que aquí se forma a cada momento una asamblea para comentar lo que ocurre en la ciudad, y desde hace varios años las cosas están muy candentes, y me explico: Como ya sabéis en la Ciudad existe un partido político compuesto en su mayoría por oriundos del Rif, que son descendientes de los que nosotros nos defendimos y rechazamos en aquéllos años tan aciagos cuando Marte se enseñoreó por nuestras murallas y fuertes. Esta carta es para deciros que entre nosotros hay muchas personas que no paran de llorar de pena; qué queréis que os diga. Piensan que para qué luchamos, para qué sirvió ese derroche de sangre si la gente de otro partido, que dicen que son de izquierda, que proclaman la redistribución de las riquezas, no comenta nada cuando esta gente, con el achaque de decir que es un hecho de sangre, no acude a la Ciudadela a rendirle honores a don Pedro de Estopiñán, cuando saben que gracias a él y a todos los que estamos aquí (modestia aparte), ellos pueden estar hoy disfrutando de nuestra españolidad y cobrando unos buenos emolumentos. Tampoco comentan nada en los periódicos cuando quieren los otros imponer el chelja como idioma, comparándolo a nuestro castellano, cosa que muchos de nosotros no hemos llegado a entender. Como siempre están diciendo que les queda no sé cuanto tanto por ciento para ocupar el mando aquí la gente anda muy desconcertada. De verdad que no entendemos nada.
A mi lado tengo a varios militares de alta graduación y fijaros yo, un humilde labrador que aprendí las primeras letras y las cuatros reglas de cuentas del amanuense de un noble del pueblo, reunido con tantas personas importantes. De verdad que me hace mucha ilusión y me llena de orgullo, ya que el trato aquí es de pura camaradería.
Yo espero que ese partido que guarda ese vergonzante silencio se pronuncie en alta voz; que jamás nos echen en el olvido, porque primero deben recordar que somos los que dejamos nuestras vidas por la ciudad, y luego que piensen en las urnas y en los votos. No os podéis imaginar la tristeza que nos embarga cuando pensamos en eso. A los que limpian las parcelas en que descansamos, deben saber que les estamos muy agradecidos, igualmente a las personas anónimas que nos traen flores cada vez que visitan a algún familiar y se detienen en nuestra tumba comunal, a la que llaman Ánimas Benditas, para charlar con nosotros a través de sus oraciones.
Sin más que deciros me despido de vosotros en nombre de esta Asamblea de Héroes que os quiere como verdaderos Hijos de la Patria. Y que tardéis muchos años en estar con nosotros. Como post data os diré que el Soldado Benito López Franco, al que vosotros habéis bautizado como el de , no os podéis imaginar lo apenado que se encuentra cuando se ha enterado que la gente de ese partido se ha abstenido en la votación para que su nombre figure en una de las calles de la ciudad. De la abstención de los otros no ha echado cuenta, obviamente, ya que son oriundos del Rif.””
Se imaginan ustedes, queridos lectores, si en vez de ser el fruto de mi imaginación fuese una realidad. Creo que más de uno tendría que agachar la testa avergonzado.

Antigua escalerilla de la peste

ANTIGUA ESCALERILLA DE LA PESTE
“Acumulación de heces y orina en una escalera que da a Ejército Español”. Eso es lo que se puede leer de un titular en lo que dicen los melillenses el miércoles 4 de octubre. En la fotografía se ve la escalera con su asidero para que los viandantes se agarren y no se caigan. La señora que se queja lo hace porque: “En este lugar se juntan las orinas de los perros y sus heces, así que ya pueden imaginar qué olor desprende esta calle”. Con candidez la buena mujer deja su queja y pide que sean sancionados los propietarios de los animales que dejan sus restos orgánicos por las calles. Y a la persona responsable de mantener limpia Melilla le envía un recadito recordándole que tenga en cuenta el estado lamentable de esta escalera.
Cuando yo andaba con los pantalones por las rodillas recuerdo que esa escalera era llamada: “Escalerilla de la Peste”. El nombre no se lo pusieron por gusto; era el adecuado porque en lo alto de la misma existe el sumidero de una apestosa alcantarilla, maloliente como todas las cloacas, claro; y que supongo estará tapadito, y también imagino recoge las aguas pluviales y residuales de parte de las calles Castellón, Duque de la Torre (Teruel), Almería, Echegaray, y Cánovas, que es al final de esta calle donde está situada esa boca de alcantarilla. En los días de poniente, de levante, con o sin calor, y fiestas de guardar, salía una tufarada que te echaba hacia atrás. Los niños, al salir del Colegio de Ataque Seco (actual España), cargados con nuestras carteras de cuero, nos resbalábamos por los muretes hacia abajo hasta la acera de Ejército Español; claro que no existían las barras asideros que tiene ahora. Estos muretes siempre estaban brillantes de las “chorrauras” de nuestros pantalones, ya que aparte de limpiarlos con nuestros culos, parte de los “calzones” quedaba agarrado al cemento, que luego muchas madres cosían dos parches que parecía que llevabas un libro abierto en el culo. “Mama, el pantalón del libro se lo das al de la ropa vieja, y así te lo cambia por un vaso de duralex”. Los restos orgánicos de los perros (ergo majadas), y alguna que otra meada humana, por desgracia siempre han existido en esa escalera, y yo imagino que será porque es poco transitada, al menos en la época de cuando íbamos al bar Zaragoza a por la Hoja del Gol los domingos, muy poca gente subía o bajaba por ella. Pero como siempre hay personas sin escrúpulos, algún desaprensivo coloca a su mascota en cualquier peldaño para que alivie su vientre, con el consiguiente peligro de que cualquiera resbale y se dé un costalazo y ruede por ella. Los grados de civilización que les faltan a algunos y el falso respeto hacia los demás son las claves. Ahí está el quid de la cuestión: civilización, educación y respeto hacia los demás. Claro que si el responsable de la limpieza, de vez en cuando, solo de vez en cuando, y no todos los días, se diera un garbeo y subiera y bajara esos peldaños, creo que los vecinos se lo agradecerían, porque con solo unos cuantos litros de lejía, algo de zotal y jabón del baratito, y un buen manguerazo de agua, quedaría la escalera haciéndole un buen corte de manga a los que la bautizaron como: “Escalerilla de la Peste”. Así la señora de la queja quedaría algo conforme, y todos tan contentos.

12 octubre 2006

Escalera y caña para pintar

ESCALERA Y CAÑA PARA PINTAR Y PETICIONES VARIAS
Hace un rato he leído en lo que los melillenses dicen, que más bien se quejan, en este periódico del 2 de octubre, y me vino a la memoria lo que nos ocurrió en la COA a mi esposa y a mi. Esta señora se queja de que un hombre entró en el autobús con una escalera de pintor y una caña que sirve para acoplarle la brocha o el rodillo (rulo). Lo nuestro fue que en una de las paradas de la misma línea a que esta señora se refiere se subió por la puerta de atrás una mujer joven con un cochecito de bebé, haciéndolo sin miramiento alguno y me dio tal porrazo en las pinillas que de verdad me hizo daño, y eso que íbamos sentados. Ante mis quejas de que esas no eran las formas de subir a un autobús, no me hizo ni caso, y al volver ella de pagar al chofer-cobrador, me formó tal escándalo que tuve que optar por decirle: “Por favor déjalo ya, y si lo deseas te pido disculpas”, (el mundo al revés). Acto seguido pasó algo inaudito: el chofer, sí señora, el chofer, mientras conducía el autobús comenzó a despotricar,…. ¡mi actitud!; y yo mientras, jodido, y con el leñazo en las pinillas. Aquél mal rato que mi esposa y yo sufrimos ya lo teníamos olvidado, y mire usted por donde ha vuelto como el Ave Fénix cuando hemos leído lo de la escalera y la caña, que no de pescar sino de pintar. Pienso que la gerencia de esa cooperativa debiera poner fin a esas pesadillas que los usuarios sufrimos de vez en cuando por culpa de un señor (conductor), que queriendo servir a unas determinadas personas de cochecitos de bebés y de caña y escalera, lo que hace es la puñeta a los demás.
Y como aún me queda espacio me gustaría decirle al señor que solicita que el MEC, toda la sociedad, sindicatos, asociaciones de padres, y partidos políticos, en fin, todo el mundo mundial, atiendan su petición de que el árabe se enseñe en las escuelas de Melilla como segunda lengua porque, dice: “Sería muy beneficioso para nuestros hijos esta lengua extranjera, que se encuentra a un paso de nuestra ciudad y que visitamos frecuentemente para hacer compras o de visitas turísticas, y por ejemplo así entendernos con ellos”. También cree que ese idioma opcional extranjero en nuestras escuelas nos enriquecerían culturalmente, puesto que son millones de personas que hablan ese idioma, siendo una ventaja que un europeo hablara esa lengua con tanta demanda de trabajo con el idioma. Yo le digo que se ponga a la cola de los de CpM y simpatizantes varios, cuando ellos consigan la utópica demanda de que el chelja sea como él pide para el árabe, comience sus rogatorias. Pero yo le pregunto: ¿De verdad que en el Rif se habla árabe?, o más bien es el rifi (chelja). De todas formas a este ciudadano le deseo que sus demandas se cumplan en bien de la cultura. Como no cuesta ni un céntimo yo, de momento, pido que el hebreo, el yiddish, y el hindi se enseñe en las escuelas de Melilla. El caló, como es nuestro, pues que sea opcional; pero con profesor, ¡eh!, para saber, por ejemplo, que la Virgen María en caló quiere decir Tamara; la maestra: duquedí; adoctrinar: chirijar; apelar: bertelar; jurar: sindicabalar. Lo de Tamara lo digo por si algunos papás han bautizado a alguna de sus hijas con ese nombre que sepan que le han colocado el sinónimo de la Virgen María.

Pequeño lapsus


PEQUEÑO LAPSUS DE LA ASOCIACIÓN DE ESTUDIOS MELILLENSES
“Buceando” por Internet veo que la Asociación de Estudios Melillenses tiene su página Web, donde puedes leer los 36 artículos de su Estatuto y todos, a mi parecer, están como en una asociación no lucrativa deben estar. También que a los socios de honor no se les cobre un duro, claro está, si éstos se han hecho merecedores por sus filantrópicos y desinteresados servicios a la AEM que no dudo, ni tampoco cuestiono, que lo sean, como los presidentes y vicepresidentes honorarios perpetuos actuales. En la asamblea que fueron nombrados estos señores se acordó nombrar como miembros correspondientes a cuatro personas, que tampoco voy a cuestionar en nada sus aportaciones de investigación o de estudio de la realidad histórica de Melilla: “ Para el otorgamiento de estos honores y distinciones se han considerado las cualidades excepcionales de servicios prestados a Melilla, los méritos y las circunstancias singulares en ellos, haciéndoles acreedores de pública gratitud y satisfacción de la AEM”. Hasta ahí todo muy bonito, hasta las fotografías de los miembros de la junta directiva, con sus “currículum vitae”. La verdad que lo han bordado, quedándoles todo muy bien; como Juan Palomo: yo me lo guiso y yo me lo como. Claro que yo, como soy un poco tiquismiquis, me puse dale que te pego al ratón y a buscar un nombre por todas las páginas, y créanme que no lo encontré. ¡¡ Han omitido a José Luís Blasco López !!. Algo inconcebible: el que fuera socio desde 1983 y Presidente desde 1989, hasta hace apenas dos años. Por si alguien no lo sabía José Luís cuando se hizo cargo de la Presidencia habían cuatrocientos setenta y dos (472) libros de toda índole histórica, y cuando se marchó dejó en los anaqueles de la biblioteca, dieciocho mil (18.000), que no está mal, ¡eh!. La hemeroteca de El Telegrama del Rif, después el El Telegrama de Melilla, encuadernada. El Boletín Oficial de Melilla encuadernado en oro. Sillas y mesas que alguien en vez de donar dineros en metálicos entregaba mobiliario. También formó parte del consejo de redacción de la revista Trápana, siendo director de la misma en varias ocasiones. Cuando él era Presidente muchas autoridades apoquinaban, y era porque solicitaba lo justo, sacando agua de entre las piedras; porque para que una autoridad te endiñe algo para una cosa altruista que no le reporta ni un mísero voto, lo tienes bastante jodido. Sé que esto que están leyendo a José Luís no le agrada en absoluto. Todas las personas que lo conocen saben, que por su forma de ser, no le van medallas ni honores. Pero como es amigo de sus amigos, (y también de los envidiosos) y aunque él, supuestamente, HAYA RENUNCIADO A TODO RECONOCIMIENTO, (lo pongo en mayúsculas para que resalte) al menos que esta junta directiva, con su presidente a la cabeza, que más bien me parece un portal de Belén donde las figuras no se mueven, no haya reconocido sus méritos durante tantos años cuando se dejaba el pellejo en esas cuestas de El Pueblo cargado de libros y valiosos documentos para enriquecer la Asociación que tanto quería, y lo más importante: por su amor a Melilla; y ahora ustedes, que se la han encontrado como un pincel, no tengan ni la más mínima consideración con él. Claro, como José Luís no quiere nada, pues no se le da nada, y lo condenamos al ostracismo. ¡Venga ya, hombre!. Él no querrá nada, porque su humildad lo hace ser así, pero los melillenses amantes de nuestra Historia que sabemos de su arduo trabajo de investigación ¡SÍ! que hubiéramos deseado que ustedes, sus amigos (¿?) le hubiesen otorgado la más alta condecoración de esa institución, porque se la merece con todos los honores. Y si me apuran creo que el que más. Y en Internet, que todo el mundo puede participar, es donde él debiera estar en “primera fila de platea” junto a esas personas galardonadas; y los del paraíso o gallinero que sirvan de claqué. Eso ante los ojos de todos los melillenses que amamos nuestra ciudad, su Historia y nuestra peculiar idiosincrasia, es algo parecido a una afrenta de lo más bajuno; algo así como un bofetón ignominioso, que son los que más duelen. Desde estas líneas le deseo a José Luís lo mejor y que las siestas le sienten cojonudamente, como a mí.

03 octubre 2006

¡Olé! El escroto del Templario

¡OLÉ!, EL ESCROTO DEL TEMPLARIO
De verdad, Templario, que eres una caja de sorpresas. Acostumbrado como me tienes a tus artículos acolchados y tiernos, y leer “La ignorancia al poder”. ¡Toma ya!. De verdad te digo que me ha parecido, ¡Cojonudo!. Ahí le has echado gallardía y dices las cosas como son. Lo de que es Alcaldesa Perpetua de Melilla la Virgen de la Victoria, de verdad que eso ha sido un cañonazo en toda la línea de flotación de sus excusas en no acudir a El Pueblo cada 17 de septiembre. Tú les dices que continuamente están insultando y vejando a todos los que acudimos (algunos con nuestros espíritu) año tras año a la conmemoración tan especial como es la incorporación de nuestra Ciudad a la Corona Española. Obviamente no van a ir en busca de alguna farmacia de guardia, porque no les escuece; y mucho menos se van a marchar a esos “lugares idílicos” que hay cerca de aquí, como tú bien dices; solamente les jode. Lo que sí me gustaría saber es, de los cinco Territorios que España tenía en su Protectorado: Yebala, Lucus, Gómara, Rif y Kert, de cuál de ellos son procedentes los dirigentes de CpM. La pregunta es por curiosidad, porque si proceden de los Beni Urriaguel, del Rif, habría que aplicar el proverbio de esos poblados que dice: “El resto de las cabilas danzan al son del tambor de los Waryaghli (Beni Urriaguel)”. Poco más o menos como los Fangs y los Bubis de Guinea Ecuatorial. Los Fangs son los continentales y los más mandones, por no decir belicosos, que son los que han gobernado “democráticamente” desde que España la abandonó en manos del sátrapa y tío del que en la actualidad está en el poder; y los Bubis son los isleños y los más pacíficos dominados por los otros. Pero como tú siempre vas con tu buena fe y te paras ahí, debieras haber seguido y pedirles una explicación a los socialistas locales: cómo es posible que no leamos una sola línea de reprobación por parte de ese partido de izquierda, donde solo es el silencio lo que se advierte por su parte. Porque los de IU ya sabemos del pié que cojean con respecto a la españolidad de nuestra ciudad. Quizás no desean mojarse sus orondos culos para que en las urnas no se las den todas en plena jeró. Como hombre de izquierda yo no votaría a unos señores que guardan silencio por la actitud de un partido político sobre un tema tan especial como es la conmemoración de la españolidad de mi ciudad. Sintiéndolo en lo más hondo de mis principios políticos mi voto sería para el partido que defiende todo lo que representa lo que yo creo, que es nuestra Historia desde hace 509 años. Y si alguien me tacha de cambiar de chaqueta, me importa un cojón de mico, porque no soy Carlos Manuel I, Duque de Saboya que, con solo volver su casaca del revés, con los colores blanco y rojo, lo mismo se aliaba con Francia que con España. No sé si a ti te enviarán, como a mi, a que te tomes un vasito de leche y te acuestes. Yo lo que hice fue zamparme una cervecita y un taquito de jamón de guarro, y al que le pese que se vaya a hacer encajes de bolillos, ergo puñetas. ¡Hale!, Templario, que disfrutes paseando por las gloriosas calles de El Pueblo, y te deleites con los bellos edificios del Centro.

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